Dar a luz fue una gran batalla

Dar a luz fue una gran batalla

‘La magnífica imagen en cuclillas de la diosa mexica del parto, desnuda, solitaria en el éxtasis del esfuerzo total, no representa a una mujer en “parto”. Aquí contemplamos el rostro de la batalla. Si los hombres desafiaron la angustia de la muerte en la pradera jaguar de la guerra, las mujeres la enfrentaron en el campo sangriento del parto…’ (Escrito/compilado por Ian Mursell/Mexicolore)

Lady Five Flint, con su emblema de serpiente flotando detrás de ella, da a luz a un heredero, todavía unido por el cordón umbilical; Codex Zouche-Nuttall, folio 16 (detalle) (Click en la imagen para ampliar)

Esta cita proviene de aztecas por Ingla Clendinnen, quien continúa enfatizando que para las mujeres mexicas que luchaban por dar a luz se sentían ‘poseídas’ por una gran presencia externa, de la misma manera que los hombres en la batalla fueron abrumados por la fuerza de Huitzilopochtli. Esta metáfora de la guerra continúa: ‘para aquellos que salieron victoriosos de la lucha… la partera saludó al niño recién nacido, al pequeño ‘cautivo’, con gritos de guerra, mientras alababa a la madre jadeante por su coraje de guerrero’.
La partera – a cada mujer mexica embarazada se le asignó una – dio la bienvenida a la nueva madre como si acabara de regresar de una gran batalla, con estas palabras (del Códice Florentino): –
Mi amada doncella, mujer valiente… te has vuelto como un águila guerrera, te has vuelto como un ocelote [jaguar] guerrero; has levantado, has llevado al escudo, al escudo pequeño. … Has vuelto exhausta de la batalla, mi amada doncella, mi valiente mujer; se bienvenido.

Una figura de ciihuateotl, en el inframundo. Detalle de un mural de R. Anguiano, Museo Nacional de Antropología, México (Click en la imagen para ampliar)

Tan especial para los aztecas era el acto del parto que si, lamentablemente, una mujer moría en el parto, se convertía en compañera del Sol, elevándose a uno de los cielos más altos, el mismo que para los guerreros varones que morían en la batalla. – y se unió a las mujeres honradas que llevaron al Sol desde su punto más alto del mediodía para finalmente ponerse en el horizonte.
‘En la guerra y en el parto, por lo tanto, hombres y mujeres encontraron honor, ascendiendo para unirse al Sol en su marcha triunfal a través del cielo’ (Caroline Dodds Pennock).
También había una desventaja feroz en esto: estas mujeres podían regresar a la tierra para perseguir a los humanos en las encrucijadas durante la noche, en la forma de temidos cihuateteo espíritus (‘mujeres divinas’): robaban niños, causaban enfermedades y desviaban a los hombres. Como vemos una y otra vez con los mexicas, los humanos y las deidades estaban cargados con lados gentiles y feroces en su naturaleza…

Información de:-
aztecas por Inga Clendinnen, Prensa de la Universidad de Cambridge, 1991
Lazos de sangre por Caroline Dodds Pennock, Palgrave Macmillian, 2008.

Fuentes de imágenes: –
• Imagen principal: foto cortesía y © Dumbarton Oaks, Colección Precolombina, Washington, DC
• Imagen del Codex Zouche-Nuttall (original en el Museo Británico) escaneada de nuestra propia copia de la edición facsímil de ADEVA (Graz, Austria, 1987).

Este artículo fue subido al sitio web de Mexicolore el 26 de agosto de 2013

Conozca más sobre las mujeres aztecas como guerreras…

Esto es lo que otros han dicho:

1 A las 18:18 del lunes 6 de enero de 2014, ELOTMANI escribió:

aparece como diosa “ellat” de árabes y bereberes. “ellat” tenía los brazos en alto.

Mexicolore responde: Esto podría ser interesante; ¿Te refieres a Al-lat? Más detalles por favor…!