Los dioses en el México central prehispánico (2)

Los dioses en el México central prehispánico (2)

Esta es la segunda parte de un ensayo introductorio sobre este tema de suma importancia escrito generosamente y especialmente para nosotros por el Profesor Guilhem Olivier, del Instituto de Investigaciones Históricas, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), México DF.

Fig 10: Los pequeños dioses de las montañas bajo la forma de estatuas de pasta de amaranto. Sahagún, ‘Primeros Memoriales’, fol. 267r. (Presione sobre la imagen para ampliarla)

Dioses y rituales
Indudablemente, los rituales, tanto públicos como privados, ocupaban un lugar destacado en la vida de los antiguos mexicas. De hecho, cada etapa de la existencia —nacimiento, casamiento, muerte, etc.— implicaba el cumplimiento de ritos específicos. Asimismo, los diferentes grupos sociales, las comunidades o los estados tienen sus propios rituales destinados a venerar a sus dioses patronos oa propiciar el buen éxito de sus actividades.

Sin duda, la práctica ritual del sacrificio fue la que llamó más la atención de todos aquellos que describieron la religión de los antiguos mexicanos (Fig. 13). Como en muchas otras religiones del mundo, el sacrificio de animales y de seres humanos representa un elemento fundamental en la cosmovisión mexicana. Los sacrificios estaban destinados a alimentar al Sol ya la Tierra. En el mito de origen del Sol y de la Luna, se explica que dos dioses se inmolaron en una hoguera en Teotihuacán para transformarse en dichos astros. Además, los otros dioses también fueron sacrificados para que el Sol y la Luna se movieran. De hecho, en el pensamiento mesoamericano, la idea según la cual la vida nació de la muerte era fundamental, como vimos en el mito de origen de los hombres a partir de huesos.

Fig 11: Cargadores de ‘tlaquimilolli’: uno lleva un espejo humeante, antropónimo de Tezcatlipoca (izq.), mientras que otro carga envuelto un colibrí que simboliza a Huitzilopochtli (der.), Codex Azcatitlan, fol. 7. (Presion sobre la imagen para ampliarla)

Sabemos que niños, mancebos, muchachas, mujeres maduras o ancianos podrán ser las “imágenes” de las deidades durante un tiempo determinado y al final de esa etapa fueron sacrificados. Tomemos el ejemplo de la veintena de toxcatl en México-Tenochtitlán. Era la fiesta principal dedicada a Tezcatlipoca, durante la cual un cautivo de guerra joven representaba a ese dios. Cuando pasaba por las calles, tocando su flauta, oliendo flores y fumando cigarros, la gente se inclinaba y comía tierra en signo de respeto y las mujeres le presentaban a sus hijos. Poco antes de la fiesta, el representante de Tezcatlipoca era casado con cuatro mujeres, imágenes de las diosas Xochiquétzal, Xilonen, Uixtacíhuatl y Atlatonan. Veinte días después, el joven, que había sido ataviado por el rey mismo, acompañado por sus cuatro mujeres, navegaba en una pequeña canoa hacia un pequeño templo. Por propia voluntad, el mancebo subía con lentitud los peldaños de la pirámide. Conforme ascendía, en cada escalón, rompía una flauta. Ya en la cima de la construcción, los sacerdotes lo sacrificaban, abriéndole el pecho para sacar su corazón que se apoyaba al Sol (Fig. 14). A grandes rasgos, explicaré que el representante de Tezcatlipoca era el sustituto del rey o tlatoani que moría o se sacrificaba a través de este joven. Es decir, el mancebo representaba a la deidad protectora del rey, quien a su vez actuaba en su nombre sobre la tierra.

Fig 12: El futuro rey y sus “ministros” con sahumadores y punzones de autosacrificio. Un bulto sagrado se encuentra al interior del templo, Códice Florentino, vol. II, lib. 8, fol. 46 r. (Presione sobre la imagen para ampliarla)

Paralelos a todo esos majestuosos ritos públicos presenciados por miles de personas, se realizaron numerosos ritos privados en diversos espacios. Se efectuaban en las casas particulares para un nacimiento; en las milpas para propiciar la fertilidad de la tierra; en las cuevas con el fin de dar gracias a los dueños del monte; etc. Muchos de estos ritos, realizados sin control del estado han sobrevividos, claro con algunos cambios, en las comunidades indígenas actuales.

Dioses y sociedad
La mayoría de las deidades estaban vinculadas con pueblos, ciudades o barrios específicos. La multiplicación de los dioses en la época Posclásica, es paralela a la evolución de la sociedad y la estructura de los panteones se amolda a la estructura social. Si examinamos las “corporaciones”, es decir los grupos que se dedicaban a una misma actividad, no tardamos en encontrarnos con sus dioses correspondientes: Coyotl Ináhual para los artesanos de la pluma; Xipe Tótec para los orfebres; Yacatecuhtli para los comerciantes; Tláloc para los agricultores; etc. (Fig. 15). Hasta los más desafortunados, los mal llamados esclavos (tlatlacotin) estaban protegidos por una deidad tan potente como Tezcatlipoca. Por supuesto se benefician de figuras divinas tutelares las clases dirigentes, cuentos como los sacerdotes (Tláloc), los nobles (Xochipilli) y el propio rey (Tezcatlipoca y Huitzilopochtli).

Fig 13: Escena de sacrificio humano, Códice Magliabechiano, fol. 70r. (Presione sobre la imagen para ampliarla)

En los mitos, se explica cómo a cambio de rezos, cantos, ofrendas y sacrificios, los dioses suficientes a los hombres vida y mantenimientos así como bienes culturales. Esta estrecha dependencia con respecto a los seres divinos se traducía por una devoción tan intensa de los indígenas que no podía sino maravillar a los frailes españoles. Sin duda, los antiguos mexicanos demostraron en no pocas ocasiones una profunda veneración por sus dioses. Si bien existen testimonios de cautivos o esclavos que se resistieron a ser sacrificados, otras fuentes fidedignas afirman que muchos de los seres destinados al sacrificio —como el representante de Tezcatlipoca antes descrito— aceptaban su muerte. Este hecho coincide con la importancia del destino que pesaba sobre los hombres en función de su fecha de nacimiento. A partir de estos elementos, se ha hablado en no pocas ocasiones del famoso personaje “fatalista” de los antiguos mexicanos. Creo que se necesita matizar esta opinión. Tomemos el ejemplo de las apariciones de Tezcatlipoca que era el dios del destino (Fig. 16). En realidad, el encuentro con la deidad se pudo volver a enfrentar y un guerrero atrevido pudo derrotar al mismo Tezcatlipoca y exigirle dones y favores. Así que sin desestimar el peso indudable de los destinos las actitudes de los mortales también desempeñan un papel en sus relaciones con los seres sobrenaturales. Recordemos que los dioses necesitaron también de los hombres para ser alimentados, venerados e incluso sacrificados a través de representantes para poder después renacer.

Fig 14: Sacrificio del joven que representaba a Tezcatlipoca en la fiesta de la veintena de ‘toxcatl’, Códice Florentino, vol. yo, lib. 2, fol. 30r. (Presione sobre la imagen para ampliarla)

Los cinco soles de los mexicas
Nombre del Sol / Traducción / Nombre del Calendario / Tipo de destrucción

Tlaltonatiuh / ‘Sol de tierra’ / 4-Océlotl (‘4-Jaguar’) / Caída del cielo, temblor, llegada de jaguares

Ehecatonatiuh / ‘Sol de viento’ / 4-Ehécatl (‘4-Viento’) / Huracán

Quiauhtonatiuh / ‘Sol de lluvia (de fuego)’ / 4-Quiauitl (‘4-Lluvia’) / Lluvia de fuego

Atonatiuh / ‘Sol de agua’ / 4-Atl (‘4-Agua’) / Diluvio

Ollintonatiuh / ‘Sol de movimiento’ / 4-Ollin (‘4-Movimiento’) / temblor

Fig 15: Cóyotl Ináhual era el dios patrón de los plumajeros. El glifo que porta, “2 Caña”, lo identifica con un aspecto del dios Tezcatlipoca; Museo Nacional de Antropología (Presione sobre la imagen para ampliarla)

Principales dioses del México central en la época Posclásica*
Deidades celestes creadores:-

• Complejo Ometéotl
Ometéotl (‘Dios dos’) – Deidad suprema
Ometecuhtli (‘Señor dos’) – Parte masculina de la deidad suprema
Omecíhuatl (‘Señora dos’) – Parte femenina de la deidad suprema
Tloque Nahuaque (‘Dueño del cerca y del junto’) – Deidad suprema, dueña del universo

• Complejo Tezcatlipoca
Tezcatlipoca (‘Espejo humeante’) – Dios creador del cosmos, del hombre; papa del maiz
Titlacahuan (‘Nosotros sus hombres’) – Dios del destino
Yáotl (‘Enemigo’) – Dios de la guerra
Iztlacoliuhqui (‘Cuchillo curvo de obsidiana’) – Dios del planeta Venus, del maíz, dios ancestro
Tepeyóllotl (‘Corazón del monte’) – Aspecto jaguar de Tezcatlipoca

Fig 16: Tezcatlipoca, dueño del espejo adivinatorio de obsidiana y dios del destino, Códice Fejérváry-Mayer, lám. 44. (Presion sobre la imagen para ampliarla)

• Complejo Quetzalcóatl
Quetzalcóatl (‘Serpiente emplumada’) – Dios creador del cosmos, del hombre y del calendario; descubridor del maiz
Ehécatl (‘Viento’) – Dios del viento
• Complejo Xiuhtecuhtli
Xiuhtecuhtli (‘Señor de turquesa/del año’) – Dios del fuego y del año
Huehuetéotl (‘Dios viejo’) – Viejo dios del fuego
Chantico (‘En la casa’) – Diosa del fuego doméstico

Deidades de la fertilidad y de la agricultura:-

• Complejo Tláloc
Tláloc (‘El terroso, Lleno de tierra’) – Dios de la lluvia y del rayo
Tepeticton (‘Pequeños moldeados’) – Dioses de las montañas
Chalchiuhtlicue (‘Su falda de jade’) – Diosa de los ríos y de los nacimientos

Fig 17: Cargador de ‘tlaquimilolli’: lleva un espejo humeante, antropónimo de Tezcatlipoca, Códice Azcatitlan, fol. 7 (detalle). (Presione sobre la imagen para ampliarla)

• Complejo Cintéotl-Xochipilli
Cintéotl (‘Dios mazorca de maíz’) – Dios del maíz
Xochipilli (‘Príncipe de las flores’) – Dios de las flores, de los nobles y de la música
Huehuecóyotl (‘Coyote viejo’) – Dios lúbrico de la música, aspecto de Tezcatlipoca
Chicomecóatl (‘7 Serpiente’) – Diosa del maíz

• Complejo Ometochtli
Ometochtli (‘2 Conejo’) – Patrón de los 400 dioses del pulque
Mayahuel (?) – Diosa del agave

• Complejo de diosas Teteoinnan
Teteoinnan (‘Su madre de los dioses’) – Diosa madre
Tlazoltéotl (‘Diosa de la basura’) – Diosa del placer sexual y de la confesión
Coatlicue (‘Su falda de serpiente’) – Diosa madre de la tierra
Itzpapálotl (‘Mariposa de obsidiana’) – Diosa ancestra y de los chichimecas
Xochiquétzal (‘Quetzal-flor’) – Diosa madre, patrona de las tejedoras y de las prostitutas

Fig 18: Un dios gigante – Quetzalcóatl, ilustración de Miguel Covarrubias, basada en el Códice Magliabechiano (Presione sobre la imagen para ampliarla)

Dioses de la guerra y del sacrificio para nutrir el sol y la tierra:-

• Complejo Tonatiuh
Tonatiuh (‘Sol’) – Dios del sol

• Complejo Huitzilopochtli
Huitzilopochtli (‘Colibrí de la izquierda’) – Dios mexica de la guerra

• Complejo Mixcóatl-Tlahuizcalpantecuhtli
Mixcóatl (‘Serpiente de nube’) – Dios ancestro y de los inicios, patrón de los cazadores
Tlahuizcalpantecuhtli (‘Señor de la aurora’) – Dios del planeta Venus

• Complejo Xipe Tótec
Xipe Totec (‘Nuestro Señor el desollado’) – Dios solar de la guerra y de la fertilidad

Fig 19: Un dios gigante – Tezcatlipoca, ilustración de Miguel Covarrubias, basada en el Códice Borgia (Presione sobre la imagen para ampliarla)

• Complejo Mictlantecuhtli
Mictlantecuhtli (‘Señor del Mictlan’) – Dios de los muertos y del inframundo
Mictecacíhuatl (‘Señora del inframundo’) – Diosa de los muertos y del inframundo
Tlaltecuhtli (‘Señor / Señora de la tierra’) – Dios / Diosa de la tierra

• Complejo Yacatecuhtli
Yacatecuhtli (‘Señor de la nariz’) – Dios de los mercaderes.

*Tomado de Nicholson, Henry B., ‘La religión en el México central prehispánico’ en manual de indios americanos medios,…