La esquizofrenia no es reversible, pero la medicación y el apoyo pueden hacer que los síntomas sean más manejables.
La esquizofrenia es una condición psiquiátrica compleja que afecta la forma en que piensas, sientes, te comportas e interpretas la realidad.
Actualmente, no existe un tratamiento específico para curar o revertir la esquizofrenia, pero es es posible administrarlo de una manera que le permita vivir de manera independiente y significativa.
Alrededor de 20 millones de personas en todo el mundo viven con esquizofrenia, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La investigación sugiere que la remisión de los síntomas es posible en el 20% al 60% de las personas con esquizofrenia. Esto significa que los síntomas son lo suficientemente leves como para no interferir con su vida cotidiana.
La remisión a menudo depende de si recibe la atención adecuada de manera oportuna. La investigación sugiere que la prevención temprana está relacionada con mejores resultados a largo plazo.
Gracias a los avances médicos y tecnológicos, nuestra comprensión de la esquizofrenia ha aumentado en las últimas décadas.
La esquizofrenia sigue siendo una condición compleja y se necesita más investigación para descubrir cómo se desarrolla. Los síntomas, los desencadenantes y las respuestas a los medicamentos difieren mucho entre las personas con esquizofrenia.
Entonces, ¿qué sabemos hasta ahora?
Muchos estudios apuntan a niveles irregulares de neurotransmisores, sustancias químicas del cerebro que influyen en cómo pensamos, sentimos y nos comportamos. Las personas con esquizofrenia han mostrado diferencias en los niveles de:
- dopamina
- glutamato
- GABA (ácido gamma aminobutírico)
- acetilcolina
- serotonina
Además de un desequilibrio de los neurotransmisores, las diferencias en la señalización cerebral también podrían contribuir a la esquizofrenia. Cuando los circuitos del cerebro están desequilibrados, pueden causar los efectos mentales, emocionales y conductuales que asociamos con la esquizofrenia.
Los fármacos antipsicóticos actuales, llamados antipsicóticos atípicos, actúan sobre el sistema de dopamina del cerebro para reducir la psicosis. Y aunque estos medicamentos ayudan a la mayoría de las personas con esquizofrenia, alrededor de un tercio todavía tiene síntomas persistentes a pesar del tratamiento.
Estos medicamentos también pueden ser menos efectivos para tratar los síntomas negativos de la esquizofrenia, como la falta de motivación y el retraimiento social.
Algunas investigaciones sugieren que el sistema inmunitario también puede desempeñar un papel en la esquizofrenia. Por ejemplo, un estudio muestra que una barrera hematoencefálica con fugas puede hacer que el sistema inmunitario interfiera con el sistema nervioso central. Esto puede causar inflamación, lo que puede contribuir a los síntomas de la esquizofrenia.
Otra investigación sugiere que la esquizofrenia puede no ser ni siquiera una condición, sino más bien un grupo de ocho condiciones separadas, cada una con su propio conjunto de síntomas.
Los investigadores realizaron un gran estudio de todo el genoma de más de 4000 personas con esquizofrenia. Descubrieron distintos grupos de genes que contribuyen a ocho «tipos» diferentes de esquizofrenia.
Y otra teoría propone que la psicosis existe en un espectro, muy parecido al trastorno del espectro autista. En esta teoría, la esquizofrenia está en el extremo severo de ese espectro.
En general, la complejidad de la esquizofrenia sugiere que no es probable que exista una única «cura». En cambio, podrían ser varios enfoques de tratamiento.
Hay varias maneras de manejar los síntomas de la esquizofrenia. Los medicamentos, la terapia y posiblemente la dieta son solo algunos.
Antipsicóticos atípicos
Los antipsicóticos atípicos o de segunda generación son el tratamiento de primera línea para la esquizofrenia. Estos medicamentos reducen los niveles de dopamina en el cerebro, lo que ayuda a tratar los síntomas de la psicosis.
También pueden bloquear un receptor de serotonina (5HT2a), lo que ayuda a crear un mejor equilibrio de la dopamina en general.
Los antipsicóticos atípicos surgieron en la década de 1980 como una alternativa a los antipsicóticos de primera generación, que existen desde la década de 1950.
Debido a sus posibilidades mucho menores de ciertos efectos secundarios graves, los antipsicóticos atípicos han reemplazado en su mayoría a los medicamentos de primera generación. Aún así, los medicamentos de primera generación todavía se usan para personas con psicosis grave.
Los antipsicóticos atípicos generalmente están disponibles en tabletas, soluciones e inyecciones a largo plazo.
Entrenamiento en habilidades psicosociales
La esquizofrenia a menudo causa dificultades con el funcionamiento social. Puede afectar en gran medida la forma en que te entiendes a ti mismo y a tu entorno.
Varias terapias psicosociales están disponibles para personas con esquizofrenia.
Entrenamiento en habilidades sociales
Un creciente cuerpo de evidencia respalda la efectividad del entrenamiento en habilidades sociales para la esquizofrenia. Estos enfoques lo ayudan a aprender habilidades sociales y de vida independiente.
Las clases pueden cubrir una amplia variedad de temas, que incluyen:
- manejo de medicamentos
- habilidades interpersonales como el contacto visual, las expresiones faciales y el volumen de la voz
- encontrar pasatiempos
- cómo manejar la ira o la frustración
- cómo lidiar con las críticas
- administración del dinero
Terapia cognitiva conductual (TCC)
La TCC es una forma de terapia a corto plazo (alrededor de 12 a 16 semanas) que puede ayudarlo a identificar y cambiar comportamientos y procesos de pensamiento inexactos.
Con CBT, puede aprender una variedad de habilidades de afrontamiento para ayudarlo a manejar situaciones difíciles. Su terapeuta podría enseñarle cómo probar la realidad de sus creencias y manejar cualquier voz o alucinación.
Remediación cognitiva
Los déficits cognitivos son una característica central de la esquizofrenia. Estos incluyen dificultades en el aprendizaje, la memoria, la atención, el razonamiento y la resolución de problemas.
La rehabilitación cognitiva lo ayuda a mejorar, restaurar y entrenar su cognición para que pueda funcionar mejor en la vida cotidiana. La intervención se enfoca en habilidades como la atención, la memoria y el pensamiento flexible.
Los estudios confirman el éxito de estos programas, especialmente para las personas en las primeras etapas de la enfermedad.
Entrenamiento de cognición social
La cognición social se refiere a los procesos mentales involucrados en la comprensión de situaciones sociales y de otras personas, y la esquizofrenia puede causar deficiencias en la cognición social.
El entrenamiento de la cognición social podría ayudarlo a mejorar habilidades como:
- percepción de las emociones (reconocer e identificar las emociones de otras personas)
- percepción social (comprender las señales sociales o el lenguaje corporal para leer situaciones sociales)
- teoría de la mente (la capacidad de identificar y comprender el estado mental de otras personas)
Dieta
Cierta evidencia sugiere que un tipo particular de dieta alta en grasas y baja en carbohidratos, conocida como dieta cetogénica (keto), puede ayudar a reducir los síntomas en algunas personas con esquizofrenia.
¿Por qué funcionaría esto?
La esquizofrenia puede estar relacionada con la reducción de la producción de energía en el cerebro. Por ejemplo, las personas con esquizofrenia tienen una probabilidad tres veces mayor de desarrollar diabetes.
Un estudio encontró que las personas con un primer episodio de esquizofrenia tenían niveles más altos de insulina y una mayor resistencia a la insulina, lo que significa que es posible que sus cerebros no obtengan suficiente energía de la glucosa.
Una dieta cetogénica es una dieta rica en grasas, baja en carbohidratos y moderada en proteínas que se usa comúnmente para ayudar a las personas con epilepsia. La dieta produce «cetonas», que reemplazan a la glucosa como combustible principal en el cerebro. Esto puede proporcionar energía a las células cerebrales resistentes a la insulina.
Varios estudios se muestran prometedores en el uso de una dieta cetogénica para ayudar a controlar los síntomas de la esquizofrenia. También se ha demostrado que la dieta mejora el metabolismo, disminuye la inflamación e impacta en los neurotransmisores.
Puede obtener más información sobre el manejo de la esquizofrenia aquí.
Si usted o alguien a quien ama tiene esquizofrenia, puede ser importante cuidarse a sí mismo. Aquí hay algunas estrategias fáciles de aplicar para hacer la vida un poco más fácil:
- Busca apoyo social. Si es posible, participe en un grupo de apoyo para la esquizofrenia, ya sea en persona o en línea. Dar y recibir apoyo de quienes viven experiencias similares puede beneficiar su bienestar emocional.
- Apóyate en un pasatiempo. Tómese el tiempo para participar en actividades que lo ayuden a relajarse. Esto puede ser hornear, jugar su deporte o videojuego favorito, o simplemente acostarse en la cama y colorear.
- Participar en la terapia. Un terapeuta puede ayudarlo a desafiar las creencias falsas, manejar cualquier delirio o alucinación y alentarlo a continuar con el tratamiento y las estrategias de autoayuda.
- Cuida tu salud. Puede comer una dieta nutritiva, hacer ejercicio todos los días y tratar de dormir lo suficiente.
Si bien no existe un tratamiento único para todos cuando se trata de esquizofrenia, la atención y el apoyo adecuados pueden ayudar.
A medida que los investigadores continúen descubriendo qué causa la esquizofrenia y cómo funciona, seguirán surgiendo tratamientos nuevos y efectivos.
Con la ayuda de medicamentos, terapia y un estilo de vida que apoye su salud, es posible controlar los síntomas que afectan su vida diaria.