Muchas personas dejarán un matrimonio difícil o decepcionante porque no quieren someterse a una vida de miseria. Sin embargo, algunas personas están decididas a seguir comprometidas con la relación por razones «más importantes», como la creencia de que los votos matrimoniales nunca deben romperse y/o la creencia de que a los niños les va mejor cuando la estructura de la familia permanece intacta. independientemente de los sentimientos entre los padres.
También hay otras razones y son tan individuales como las personas involucradas. Si eres una persona en un matrimonio infeliz que busca consejos sobre cómo vivir bien a pesar de tu decepción, entonces este artículo es para ti. Me gustaría animarte a que sigue tu corazón y tu conciencia y toma tus propias decisiones para tu vida, basándote en tus propias convicciones personales, independientemente de lo que los demás puedan pensar o decir.
Un factor importante a tener en cuenta, ya sea en una relación o no, es que tu felicidad y calidad de vida no depende de los demás. Es tu responsabilidad vivir bien sin importar lo que hagan las otras personas en tu vida. Esto no quiere decir que no vivamos en comunidad y que no importe cómo nos tratamos unos a otros. Es decir que a pesar de lo bueno o malo que cualquier otra persona pueda ser en nuestras vidas, el poder para nuestro bienestar mental, emocional y espiritual reside dentro de nosotros mismos.
Para empezar, me gustaría sugerir que lo más importante a tener en cuenta es cómo mantener vivo y bien el corazón y el alma cuando se enfrenta a una decepción profunda. Esto es posible. Puede ser difícil, pero no es imposible.
Aquí hay un lista de afirmaciones puede usar para ayudarse a sí mismo en su viaje en su matrimonio difícil:
- estoy decidido a Nunca permitas que el dolor del matrimonio me lleve a un lugar de oscuridad.
- lo haré utilizar la sabiduría aprender a tener una vida próspera, llena de felicidad y plenitud, independientemente de mis circunstancias.
- pasaré cada día por recordando esas cosas en mi vida por las que estoy agradecido y contando mis bendiciones.
- Quitaré mi enfoque de mi cónyuge y lo pondré puramente en mí mismo, recordándome a mí mismo que, si bien no soy responsable de las elecciones que hace mi cónyuge, soy responsable de mis propias elecciones y mis propias reacciones ante las cosas que me decepcionan.
- Para vivir bien en un matrimonio difícil debo recordar vivir de acuerdo con mis propias convicciones fundamentales:
- Siempre tomaré el camino alto.
- Aceptaré a mi cónyuge tal como es.
- Aceptaré que las limitaciones de mi cónyuge tienen sus raíces en: sus propias capacidades limitadas; su propia falta de habilidades para relacionarse; sus formas destructivas de relacionarse que no tienen nada que ver conmigo personalmente (aunque lo parezca).
- lo haré “poseer” mis propios problemas y las formas en que contribuyo a los problemas en mi relación.
- lo haré aceptar mis propias limitaciones personales y la voluntad tratarme a mí mismo y a los demás con compasiónno juicio.
- Viviré mi vida basada en principios, no en emociones.
- Me recordaré a mí mismo que el matrimonio es más grande que yo. El matrimonio trasciende lo que obtengo de él.
- lo haré vivir con dignidad y no permitiré que me falten al respeto o que abusen de mí.
- lo haré establecer límites saludables para mí, los que afirman la vida.
- lo haré mantenerse estable y firme.
Es importante recordar que en un matrimonio difícil no está obligado a ceder a las necesidades de su cónyuge; más bien, necesita desarrollar las fortalezas necesarias para enfrentar todas las dificultades que le exige una relación insatisfactoria. No escondas la cabeza en la arena y niegues tu realidad, más bien acéptala tal como es sin usar lentes color de rosa ni endulzar la verdad.
Un aspecto importante de vivir bien en medio de una relación decepcionante es afligirse las pérdidas que vienen con él. Necesitas llorar por completo tus sueños rotos y tu corazón roto y permitirte el don de la curación. Fingiendo no te va a llevar allí. Enfrentar plenamente su dolor, tristeza, heridas y expectativas insatisfechas lo ayudará a aceptar su vida tal como es y usar la verdad como el punto central del viaje.
Recuerda el concepto de «ambos y». Es decir, puedes estar feliz y triste al mismo tiempo. Puedes estar triste porque tu relación con tu cónyuge no es la que esperabas y puedes estar feliz de tener buenas amistades, un gran trabajo, hijos sanos, etc.
Viviendo en “la brecha” También es una buena manera de abordar un matrimonio difícil. La brecha representa el espacio entre tus expectativas y tu realidad. Su trabajo para la felicidad consiste en aprender qué hacer con esa brecha. La lucha por tener esa brecha será un desafío, pero no tiene por qué arruinar tu vida. La capacidad de vivir bien a pesar de las lagunas que tenemos en muchos aspectos diferentes de nuestras vidas es parte de la madurez. La dura verdad sobre la vida es que no siempre obtenemos lo que queremos. Y la madurez exige que aprendamos a gestionar bien esa realidad.
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