La piromanía es un deseo obsesivo o un impulso irresistible de prender fuego a las cosas. Los siguientes son síntomas de piromanía:
Incendio deliberado e intencional en más de una ocasión.
Tensión o excitación afectiva ante el acto.
Fascinación, interés, curiosidad o atracción por el fuego y sus contextos situacionales (p. ej., parafernalia, usos, consecuencias).
Placer, gratificación o alivio al provocar incendios, o al presenciar o participar en sus secuelas.
El prender fuego no se hace con fines de lucro, como expresión de una ideología sociopolítica, para encubrir una actividad delictiva, para expresar ira o venganza, para mejorar las circunstancias de vida de uno, en respuesta a un delirio o alucinación, o como resultado de un deterioro del juicio ( ej., en demencia, retraso mental, intoxicación por sustancias).
El inicio del incendio no se explica mejor por un trastorno de conducta, un episodio maníaco o un trastorno de personalidad antisocial.