El estrés y la ansiedad pueden causar muchos problemas de salud, y la presión arterial alta es un efecto secundario que no debe ignorarse.
El estrés puede causar muchos problemas de salud y síntomas, incluida la presión arterial alta.
Pero la relación entre la presión arterial alta debido al estrés es más complicada que a + b = c. Un conjunto complejo de factores puede afectar las respuestas fisiológicas, pero comprender cómo el estrés y la ansiedad afectan la presión arterial puede mejorar la salud de su corazón.
El estrés crónico libera hormonas que hacen que el corazón bombee con más fuerza y que los vasos sanguíneos se estrechen. En el corto plazo, esa respuesta le permite correr más rápido cuando lo persigue un perro del vecindario o agarrar rápidamente a un niño antes de que deambule hacia el tráfico que se aproxima.
Pero si esas hormonas siguen fluyendo a largo plazo, pueden generar muchas señales de alerta relacionadas con el corazón, incluida la presión arterial alta.
Cuando un médico mide su presión arterial, está midiendo la fuerza de su sangre empujando contra las paredes de sus arterias.
Una medida de su presión arterial incluye dos números:
- presión arterial sistólica (primer número): indica cuánta fuerza está usando su sangre para presionar contra las arterias cuando su corazón late
- presión arterial diastólica (segundo número): indica cuánta fuerza está utilizando su sangre para presionar contra las arterias entre los latidos del corazón
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la presión arterial estándar es inferior a 120 mm Hg sistólicos (milímetros de mercurio) y diastólica de 80 mm Hg.
La presión arterial alta, también conocida como hipertensión, es cuando sus lecturas miden consistentemente 130 a 140 mm Hg sistólica o 80 a 90 mm Hg diastólica. En la mayoría de los casos, no hay signos ni síntomas de que pueda tener presión arterial alta.
Las hemorragias nasales frecuentes, los dolores de cabeza, la fatiga, la hinchazón y la confusión mental pueden indicar un aumento de la presión arterial. Pero esta condición a menudo se llama el «asesino silencioso» porque principalmente pasa desapercibida a menos que se tome su presión arterial por otro problema.
El estrés y la ansiedad a menudo van de la mano, y ambos pueden contribuir a la salud de su corazón.
Cuando estás estresado o ansioso, tu cuerpo libera hormonas, como cortisol, adrenalina y dopamina. Estas hormonas desencadenan la respuesta de lucha, huida o inmovilización del cuerpo, la respuesta natural de su cuerpo a situaciones peligrosas.
Esta avalancha de hormonas puede conducir a un aumento en la frecuencia cardíaca y la presión arterial a medida que el cuerpo intenta mantener el flujo de sangre a otras partes de su cuerpo. Un estudio de 2021 realizado por la American Heart Association (AHA) encontró una conexión particularmente fuerte entre los niveles de cortisol y dopamina y los consiguientes aumentos en la presión arterial.
Tus pensamientos y cómo respondes a las situaciones también pueden aumentar la respuesta de tu cuerpo y aumentar aún más tu presión arterial, según otro estudio de 2021.
Muchos factores pueden contribuir a la presión arterial alta, entre ellos:
- genética
- factores ambientales
- edad
- raza y etnia
Las opciones específicas de comportamiento y estilo de vida también pueden aumentar su probabilidad de tener presión arterial alta. Estos pueden incluir:
- dieta pobre
- falta de actividad física
- exceso de grasa corporal
- consumo de alcohol y tabaco
La presión arterial alta no controlada puede provocar complicaciones graves, como un ataque cardíaco o un derrame cerebral. Pero hay maneras de controlar sus niveles de estrés y su presión arterial.
Considere probar los siguientes pasos simples:
- Mueve tu cuerpo. El ejercicio regular mejora la salud cardiovascular, incluida la presión arterial, y reduce el estrés y la ansiedad. La AHA recomienda 150 minutos de ejercicio de intensidad moderada cada semana para mejorar la salud del corazón.
- Coma una dieta bien balanceada. La AHA también recomienda una dieta que haga hincapié en las frutas, las verduras, los cereales integrales, los frutos secos y las proteínas animales y vegetales magras. Trate de minimizar las grasas trans, las carnes rojas procesadas, las carnes rojas, los carbohidratos refinados y las bebidas azucaradas.
- Mantener un peso saludable. Hable con un profesional de la salud para determinar un peso saludable para alguien de su tamaño, sexo e historial médico. Bajar tan poco como 5 a 10 libras puede mejorar su presión arterial.
- Vigile su ingesta de sodio. Considere alimentos bajos en sodio y trate de evitar agregar sal adicional. Una vez más, concéntrese en las verduras, las frutas y otras opciones saludables.
- Deja de fumar. La nicotina puede hacer que los vasos sanguíneos se estrechen y aumente la frecuencia cardíaca.
- Reduzca el consumo de alcohol y cafeína. La cafeína puede causar un aumento temporal de la presión arterial, mientras que el alcohol puede aumentar la presión arterial después de unas horas.
- Tómese un tiempo para el cuidado personal. Dedique algo de tiempo a su día para el cuidado personal. Las técnicas como la atención plena, los ejercicios de respiración profunda y el diario pueden ayudar a reducir el estrés y la ansiedad.
La presión arterial alta puede dañar el corazón y las arterias y aumentar las posibilidades de desarrollar una enfermedad cardíaca. Si bien la genética y otros factores pueden aumentar su probabilidad de desarrollar presión arterial alta, también lo pueden hacer el estrés y la ansiedad.
Si cree que podría tener presión arterial alta, considere hablar con un profesional de la salud sobre las formas en que puede controlarla. También pueden darle consejos para reducir sus niveles de estrés y ansiedad.
Si desea obtener más información sobre la presión arterial alta y cómo puede controlarla, puede consultar estos recursos:
Si desea obtener más información sobre cómo reducir el estrés y la ansiedad, consulte estas páginas: