Los antidepresivos a menudo se usan para aliviar los síntomas de la depresión, pero la investigación cuestiona si también pueden aumentar el comportamiento violento.
A lo largo de los años, ha habido mucha discusión sobre la relación entre los antidepresivos, particularmente la fluoxetina (Prozac), y el aumento de la agresión y el comportamiento violento.
Un ejemplo de esta afirmación es el caso de Steven Kazmierczak. El 14 de febrero de 2008, Kazmierczak hirió de muerte a 5 estudiantes e hirió a 17 más en la Universidad del Norte de Illinois.
Se informó que Kazmierczak había estado tomando Prozac pero dejó de hacerlo unas 3 semanas antes del tiroteo. Algunos creían que los actos de violencia que siguieron podrían haber sido causados por esta interrupción abrupta de la medicación.
¿Tomar este medicamento o dejar de tomarlo puede hacerlo más propenso a la violencia? Saber más sobre este antidepresivo puede ayudar a determinar esto.
Prozac (el nombre comercial de la fluoxetina) es un tipo de antidepresivo llamado inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina (ISRS). Está aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para ayudar a tratar muchas afecciones de salud mental, que incluyen:
No está claro exactamente cómo funcionan los antidepresivos, pero los expertos creen que ayudan a regular los niveles de sustancias químicas o neurotransmisores en el cerebro.
Hay tres neurotransmisores que ayudan a regular el estado de ánimo y las emociones:
- serotonina
- dopamina
- norepinefrina (o noradrenalina)
Al igual que otros ISRS, la fluoxetina actúa aumentando los niveles de serotonina para ayudar a regular el estado de ánimo y mejorar la calidad del sueño.
Hay pruebas contradictorias sobre la relación entre los antidepresivos y el comportamiento violento.
Esto es lo que dice la investigación:
- Un estudio de cohorte de 2015 realizado en Suecia encontró un vínculo entre los ISRS y las condenas por delitos violentos. Sin embargo, estos resultados variaron según el grupo de edad.
- Una revisión de 2016 de más de 70 ensayos encontró un aumento en las autolesiones y la agresión en niños y adolescentes que toman ISRS, pero no en adultos.
- Otra revisión de 2016 de más de 5000 publicaciones encontró que el uso de ISRS en adultos podría aumentar la posibilidad de autolesiones o violencia hacia los demás.
Todos estos estudios no son concluyentes y los resultados fueron inconsistentes. En este momento, no está claro si tomar un antidepresivo, como un ISRS, puede hacer que se sienta más enojado o agresivo.
Si está tomando un ISRS y siente que está más agitado o enojado, considere comunicarse con un profesional de salud mental para hablar sobre sus inquietudes. Pueden trabajar con usted para determinar si sus síntomas están causados por el medicamento que está tomando o por otra razón subyacente.
Los ISRS se recetan con más frecuencia porque tienen menos efectos secundarios que otros antidepresivos. Sin embargo, como con cualquier medicamento, usted poder espere efectos secundarios que van de leves a severos.
Los efectos secundarios comunes incluyen:
Demasiada serotonina puede causar el síndrome serotoninérgico, que también puede ocurrir si mezcla un antidepresivo con otros medicamentos o suplementos. Los síntomas del síndrome serotoninérgico pueden incluir:
- confusión
- hipertensión
- latidos cardíacos irregulares o rápidos
- espasmos musculares o espasmos
- aumento de la sudoración
El síndrome de serotonina es una emergencia médica y puede ser potencialmente mortal. Si experimenta estos síntomas, considere comunicarse con un profesional de la salud de inmediato o visitar una sala de emergencias para obtener ayuda.
La suspensión repentina de un antidepresivo o la reducción drástica de la dosis sin la orientación de un profesional de la salud o de la salud mental puede causar el síndrome de interrupción o el síndrome de interrupción de ISRS.
Los síntomas de este síndrome pueden variar y dependen de cuánto tiempo estuvo tomando el medicamento. Los síntomas pueden incluir:
- letargo o fatiga
- dolor de cabeza
- insomnio
- malestar estomacal o náuseas
- mareos o aturdimiento
- sensaciones de ardor u hormigueo
- irritabilidad
- agitación
- agresión
Si desea dejar de tomar antidepresivos, trabajar con un profesional de la salud mental o con su recetador puede ayudarlo a idear un plan para reducir la dosis del medicamento y finalmente detenerlo con menos efectos secundarios no deseados.
Si siente que su médico no lo apoya, puede consultar a otro profesional de la salud mental.
Cuando nos enfrentamos a estos actos de violencia, es natural preguntar: «¿Por qué?»
Pero debemos tener cuidado de no hacer afirmaciones o creer conceptos erróneos que puedan aumentar el estigma en torno a la salud mental.
Hasta que haya más investigaciones disponibles, no hay pruebas de que exista un vínculo directo entre los antidepresivos, como el Prozac, y la violencia.
Si experimenta síntomas de depresión o síndrome de discontinuación, considere comunicarse con un profesional de la salud mental. Pueden trabajar con usted para desarrollar un plan que lo ayude a controlar sus síntomas.