Ayer, exploramos cómo es el amor propio incondicional. Hoy comparto algunas preguntas que podemos hacernos para comenzar (o seguir) amándonos incondicionalmente. Porque personalmente encuentro útil dividir algo tan grande como el amor propio en sus muchas partes. Encuentro útil tener indicaciones (como preguntas) para profundizar y pensar. Una palabra. Una oración a la vez. Espero que tú también puedas.
- ¿Cómo es para ti el amor propio incondicional a diario?
- ¿Consiste en el autocuidado? ¿Qué tipo de autocuidado?
- Cuando te amas incondicionalmente, ¿cómo te despiertas?
- Cuando te amas incondicionalmente, ¿cómo mueves tu cuerpo?
- Cuando te amas incondicionalmente, ¿cómo te hablas a ti mismo?
- Cuando te amas incondicionalmente, ¿con qué tipo de personas sales?
- Cuando te amas incondicionalmente, ¿cómo comes?
- ¿Cómo vas a dormir?
- ¿Qué tipo de actividades realiza?
- ¿Cómo se ve y se siente tu hogar?
- ¿Qué creencias subyacen en tu amor propio?
- ¿Cuál es un sentimiento que puedes aceptar y sentir?
- ¿A qué reglas o condiciones puedes renunciar para amarte incondicionalmente?
- ¿Cómo renunciar a ellos? ¿Qué pasos puedes tomar? Por ejemplo, esto podría incluir ver a un terapeuta.
- ¿Cómo puedes atender tus necesidades mentales, emocionales, físicas y espirituales?
- ¿Cómo estás pensando y sintiéndote en este momento?
- ¿Cuál es tu verdad hoy?
- ¿Cómo amas incondicionalmente a tus personas más cercanas? ¿Qué implica esto?
- ¿Cómo puedes empezar a amarte a ti mismo de esta manera?
- Cuando piensas en amarte incondicionalmente, ¿qué reacciones tienes? Estas pueden ser una variedad de reacciones, incluso contradictorias, lo que, por supuesto, está totalmente bien.
Sé que esta es una larga lista de preguntas. Así que elige la primera pregunta que te apetezca responder. Escriba su respuesta en un diario. Luego, cuando esté listo, explore otra pregunta. Escribe lo que se te venga a la cabeza, incluso si no tiene sentido en este momento.
Deje que sus necesidades, deseos, grandes sueños, inseguridades y dudas se derramen en el papel. Deja que tu mente y tu cuerpo hablen la verdad cruda, desnuda y sin adornos.
De hecho, ¿no es este el primer paso para amarnos incondicionalmente? Escuchar atentamente nuestros pensamientos, sentimientos, sensaciones, reacciones, sinceramente abiertos, sin juzgar, dando la bienvenida a lo que surja.