Si su cuerpo tiene intolerancia al gluten, es posible que le indique síntomas de salud física y mental, como ansiedad y depresión.
Las causas de las condiciones de salud mental como la ansiedad y la depresión aún no se han establecido. Los expertos teorizan que puede ser una combinación de factores como la genética, las primeras experiencias y el medio ambiente. Pero también es posible que las reacciones químicas en su cuerpo puedan actuar como factores contribuyentes.
Por ejemplo, cuando su cuerpo tiene dificultad para procesar nutrientes como el gluten, algunas funciones cognitivas como la regulación emocional y el manejo del estrés pueden volverse más desafiantes. Esto, a su vez, podría afectar su estado de ánimo y comportamiento.
Sí. Es posible que la intolerancia al gluten pueda aumentar la posibilidad de experimentar síntomas de depresión en algunas personas, aunque los hallazgos de la investigación sobre este tema siguen siendo mixtos.
Un estudio longitudinal anterior de 2009 encontró que las personas que vivían con la enfermedad celíaca, un trastorno digestivo relacionado con la intolerancia al gluten, tenían una mayor probabilidad de experimentar depresión. Sin embargo, el estudio también encontró que seguir una dieta sin gluten no mejoró los síntomas.
Los autores del estudio teorizaron que la depresión probablemente estaba más relacionada con la calidad de vida asociada con la enfermedad celíaca que con el gluten en sí. Se necesita más investigación para establecer el vínculo de correlación entre el gluten y la depresión.
En 2014, un pequeño estudio encontró que reintroducir el gluten en personas con una dieta libre de gluten que tenían síntomas de sensibilidad al gluten controlados resultó en un aumento inmediato de los síntomas de depresión. Sin embargo, volver a comer gluten no empeoró sus síntomas gastrointestinales ni ningún otro signo de indisposición emocional.
Los autores dieron a entender que consumir gluten puede tener un impacto directo en los síntomas del estado de ánimo.
En una revisión de la literatura de 2020 que explora 20 años de investigación, los autores concluyeron que la respuesta inmunitaria al gluten en un cuerpo intolerante al gluten puede conducir a respuestas psiquiátricas y neurológicas.
Si bien la investigación no es concluyente y aún está en curso, alguna evidencia sugiere que el gluten puede desempeñar un papel en los síntomas de depresión cuando su cuerpo es intolerante o sensible a él.
Sí. El consumo regular de gluten puede facilitar los síntomas de ansiedad en algunas personas, pero la investigación es limitada.
El mismo estudio de 2009 que no encontró una relación directa entre el consumo de gluten y la depresión notó que los síntomas de ansiedad disminuyeron significativamente una vez que una persona siguió una dieta sin gluten.
Una revisión de 2021 encontró que limitar el consumo de gluten y FODMAP (oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables) puede ser beneficioso para los síntomas de depresión, ansiedad y problemas cognitivos. Algunos de los estudios revisados también sugirieron que esta dieta ayudaría con los síntomas de la esquizofrenia y los desafíos observados en el espectro del autismo.
Si tienes intolerancia al gluten, seguir una dieta sin gluten bajo la supervisión de un equipo de salud puede ayudarte a sentirte mejor tanto física como mentalmente.
Sin embargo, ir sin gluten no es para todos.
Actualmente no hay estudios a gran escala que respalden los beneficios de una dieta sin gluten para personas sin intolerancia al gluten.
La investigación de 2018 indica que hay una serie de posibles efectos adversos al seguir una dieta sin gluten médicamente innecesaria. Éstas incluyen:
- deficiencia de nutrientes
- aumento de los costos de los alimentos
- aislamiento social
- conductas alimentarias compulsivas
En un intento por evitar el gluten, puede compensar con un consumo excesivo de otros alimentos que podrían aumentar inadvertidamente su probabilidad de experimentar otros tipos de síntomas de salud.
El arroz blanco, por ejemplo, no contiene gluten, pero su consumo excesivo puede provocar problemas de salud. Por ejemplo, en 2012, un metanálisis que incluyó a más de 350 000 participantes encontró que las personas que comían más arroz blanco tenían las mayores probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2.
Si está pensando en probar una dieta sin gluten, primero considere discutir estos cambios con un profesional de la salud.
La intolerancia al gluten puede hacer que algunas personas experimenten una mayor probabilidad de desarrollar síntomas de depresión y ansiedad. La causa exacta o el vínculo siguen siendo objeto de debate.
Si le preocupan los cambios en su estado de ánimo o nota patrones asociados con sus hábitos alimenticios, puede ser útil hablar con su equipo de salud.
Si bien no existen pruebas de laboratorio para la sensibilidad al gluten, los cambios en la dieta suelen ser el primer paso para identificar la intolerancia al gluten.
Un profesional de la salud puede ayudarlo a asegurarse de que una dieta sin gluten funcione para usted. Si continúa experimentando síntomas de salud mental, considere comunicarse con un terapeuta que pueda explorar otras causas posibles.