El trauma infantil puede tener un efecto duradero en la salud física y mental. Pero con la ayuda de la neuroplasticidad, la curación es posible.
Tu cerebro cambia constantemente en respuesta a lo que sucede a tu alrededor. Esto se conoce como neuroplasticidad.
Estos cambios cerebrales nos ayudan a aprender y adaptarnos a nuestro entorno. Pero cuando nos encontramos en situaciones muy estresantes, como durante experiencias traumáticas, algunos cambios cerebrales pueden resultar en desafíos duraderos para la salud física y mental.
Dicho esto, el cambio positivo es posible. La neuroplasticidad que permite que los cerebros cambien en respuesta a un trauma también les permite sanar. Las terapias como la terapia de desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares (EMDR) muestran un potencial prometedor para la recuperación del trauma infantil.
Durante la infancia, el cerebro es muy plástico. Las conexiones entre diferentes áreas del cerebro cambian de fuerza a medida que los niños tienen diferentes experiencias y desarrollan una comprensión del mundo y su lugar en él.
Muchos casos de trauma en la infancia se clasifican como experiencias adversas en la infancia (ACE, por sus siglas en inglés). Esto incluye abuso, negligencia, violencia o una interrupción significativa en los primeros 18 años de vida.
Según un estudio de 2016, la investigación muestra que experimentar una o más ACE puede tener efectos duraderos en la salud física y mental de una persona, incluida una mayor probabilidad de:
El trauma lleva a un sistema nervioso sensibilizado
El efecto del trauma en el cerebro comienza con la activación de la amígdala. Esta región del cerebro con forma de almendra es el guardián de la regulación emocional. Una vez que detecta una amenaza, otra área del cerebro llamada hipotálamo activa la respuesta del sistema nervioso simpático (lucha, huida, congelación o adulación).
Si un niño experimenta un trauma, su cerebro puede detectar amenazas más fácilmente. Esto significa que pueden sentir estrés, ansiedad o depresión con mayor facilidad, incluso en la edad adulta.
El trauma conduce a un aumento de la inflamación.
La activación del sistema nervioso simpático desencadena la respuesta del sistema inmunitario y la inflamación. Esto tiene como objetivo preparar el cuerpo para la reparación de una lesión física, pero las mismas respuestas ocurren cuando se enfrentan a amenazas psicológicas.
Las personas que han experimentado ACE son más vulnerables a la inflamación en el futuro.
También pueden tener una acción antiinflamatoria reducida del eje hipotálamo-pituitario-suprarrenal (HPA). El eje HPA suele trabajar con el sistema nervioso parasimpático, que te ayuda a relajarte, para prevenir la inflamación crónica.
Un estudio de 2017 que involucró a 1,000 participantes que fueron seguidos desde el nacimiento hasta los 32 años vinculó el maltrato infantil con biomarcadores de inflamación elevados.
La inflamación inducida por el trauma puede cambiar la forma en que funcionan los neurotransmisores en el cerebro. Cuando esto sucede lo suficientemente temprano, puede afectar el desarrollo del cerebro.
La neuroplasticidad es la capacidad del cerebro para reconfigurarse en respuesta a sus experiencias. En el pasado, los médicos suponían que esta capacidad se limitaba a un breve período de tiempo durante la juventud. Sin embargo, debido a las mejoras en la tecnología de imágenes cerebrales, ahora sabemos que la neuroplasticidad es una cualidad para toda la vida.
Esto significa que, independientemente de la edad, es posible reconfigurar el cerebro y el sistema nervioso del trauma infantil al tener experiencias nuevas, positivas y de apoyo.
Piense en la neuroplasticidad como la creación de hábitos. Para usarlo a tu favor, simplemente repites los comportamientos y experiencias que quieres mantener y evitas los que no quieres. Puedes leer sobre algunos ejercicios de neuroplasticidad aquí.
En el caso de una respuesta traumática automática, que puede ser difícil de manejar, una terapia como EMDR puede ser útil.
La terapia EMDR cambia la forma en que se almacena un recuerdo traumático en su cerebro mediante movimientos oculares o tapping rítmico. Esto le permite procesar el trauma para que pueda recordar el evento sin revivirlo.
EMDR se considera un procedimiento médico debido a la forma en que cambia la estructura del cerebro. Los estudios de electroencefalograma (EEG) sugieren que EMDR funciona al debilitar las conexiones de la memoria del miedo en la amígdala.
Los expertos aún se encuentran en las primeras etapas de comprensión de cómo funciona EMDR. Según la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, la terapia EMDR se «recomenda condicionalmente» para tratar el TEPT. Si bien la evidencia indica que puede tener buenos resultados, es posible que esta evidencia no sea tan sólida como para otras terapias.
El tratamiento aumenta un ritmo de baja frecuencia en las áreas de memoria del cerebro, un estado similar al sueño de ondas lentas. Esto desactiva los receptores del miedo para que sus recuerdos puedan reconfigurarse para que ya no estén conectados a emociones fuertes.
Sin la respuesta emocional de la amígdala, el hipotálamo puede permitir que el sistema nervioso parasimpático (el sistema de relajación) se haga cargo. Puedes ayudar en esta transición con entrenamiento de atención plena o ejercicios de respiración.
Es la neuroplasticidad del cerebro lo que hace posible que ocurra este recableado y que EMDR cambie la forma en que se almacenan los recuerdos traumáticos para que ya no activen emociones fuertes.
Si vive con las secuelas de un trauma infantil, es probable que sepa cómo este trauma puede afectarlo durante muchos años.
Su cerebro está equipado con neuroplasticidad de por vida que le permite curarse de un trauma. Terapias como EMDR pueden ayudarte a lograr este objetivo.
Si está interesado en aprender más sobre EMDR, la Asociación Internacional de EMDR (EMDRIA) es un recurso integral con redes de apoyo, terapeutas y publicaciones.
El apoyo de crisis está disponible si está experimentando emociones abrumadoras. La Línea Nacional de Prevención del Suicidio al 800-273-8255 y la Línea de Texto de Crisis al 741741 (envíe el mensaje de texto a CASA) están disponibles si necesita apoyo inmediato.
El trauma infantil puede ser parte del adulto que eres hoy, pero herramientas como EMDR pueden hacer uso de la neuroplasticidad para ayudarte a sanar y seguir adelante.