La esquizofrenia residual es un subtipo clásico marcado por una disminución de los síntomas positivos, mientras que los síntomas negativos aún persisten.
La esquizofrenia es un trastorno mental complejo que afecta la forma en que una persona piensa, siente, se comporta y percibe la realidad. La afección se conoce principalmente por los síntomas «positivos» de la psicosis, como las alucinaciones y los delirios.
Sin embargo, la esquizofrenia residual, uno de los subtipos clásicos de esquizofrenia, es más notable por su reducción (o ausencia) de síntomas positivos, así como por sus síntomas negativos continuos.
La esquizofrenia residual ya no es un diagnóstico clínico, ya que todos los subtipos históricos de esquizofrenia se han eliminado en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, 5.ª edición (DSM-5).
La esquizofrenia residual es uno de los subtipos clásicos de esquizofrenia. Este diagnóstico ya no se usa en la versión actual del DSM.
La esquizofrenia residual se diagnosticaba cuando una persona había experimentado al menos un episodio de esquizofrenia pero ya no presentaba síntomas positivos significativos (alucinaciones, delirios) o habla o conducta desorganizada, o al menos en un grado mucho menor.
Más bien, las personas con este subtipo mostraban principalmente síntomas negativos, como aislamiento social, apatía o patrones de habla lentos.
El subtipo residual no debe confundirse con la “fase residual” de la esquizofrenia.
La fase residual se refiere a la última de las tres fases posteriores de la esquizofrenia: prodrómica (fase temprana), aguda (fase activa) y residual (fase de recuperación). La fase residual o de recuperación se refiere a individuos medicados que ya no muestran síntomas positivos.
Eliminación de los subtipos de esquizofrenia del DSM-5
Los subtipos clásicos de esquizofrenia son:
- paranoico
- catatónico
- desestructurado
- residual
- indiferenciado
Estos subtipos no se incluyeron en el DSM-5, publicado en 2013. La Asociación Estadounidense de Psiquiatría (APA) decidió que estos subtipos no eran útiles para los médicos, ya que los síntomas a menudo se superponían y cambiaban de un subtipo a otro.
En la actualidad, el DSM-5 se refiere a la esquizofrenia como un espectro con diversos niveles de gravedad, en lugar de un trastorno único con subtipos.
A diferencia de otros subtipos de esquizofrenia, el diagnóstico de esquizofrenia residual se basaba principalmente en que ciertos síntomas eran menos graves o inexistentes.
Según el DSM-IV, un diagnóstico de esquizofrenia residual implicaría solo síntomas negativos o al menos dos formas muy leves de síntomas positivos, como creencias extrañas o experiencias perceptivas inusuales.
Específicamente, los siguientes síntomas no existían o al menos eran mucho más leves en la esquizofrenia residual:
Los siguientes síntomas negativos pueden haber estado presentes en la esquizofrenia residual:
Actualmente, no existe una cura para la esquizofrenia. Sin embargo, con el tratamiento y el apoyo adecuados, los síntomas se pueden manejar lo suficientemente bien como para que las personas con esta afección puedan vivir vidas independientes y significativas.
La esquizofrenia residual se puede tratar con lo siguiente:
Antipsicóticos atípicos
Los antipsicóticos atípicos son el tratamiento de primera línea para la esquizofrenia y resultan efectivos para los síntomas de la psicosis. Sin embargo, pueden hacer más daño que bien a las personas que solo tienen síntomas negativos.
Por ejemplo, los autores de un estudio de 2015 señalan que es «cuestionable» si las personas con el subtipo residual pueden beneficiarse de los antipsicóticos.
Sin embargo, ciertos antipsicóticos atípicos parecen funcionar mejor que otros para los síntomas negativos.
La investigación de 2012 muestra que las personas con esquizofrenia que tomaron aripiprazol (Abilify) mostraron una mejora significativa en las puntuaciones de anhedonia y bienestar subjetivo en comparación con las que tomaron risperidona (Risperdal).
Entrenamiento en habilidades sociales
Las clases de capacitación en habilidades sociales pueden ayudar a mejorar las habilidades de funcionamiento social, como vivir de forma independiente, administrar el dinero, lidiar con la ira o la frustración y establecer relaciones.
Terapia de conducta cognitiva
La terapia cognitiva conductual (CBT, por sus siglas en inglés) lo ayuda a identificar y corregir procesos de pensamiento y comportamientos inexactos.
Para las personas con esquizofrenia, esto podría implicar centrarse en pensamientos relacionados tanto con síntomas positivos (como escuchar voces) como con síntomas negativos (como una disminución del sentido de propósito o aislamiento social).
Remediación cognitiva
Esta intervención se enfoca en habilidades cognitivas como la atención, la memoria y el pensamiento flexible para mejorar el funcionamiento diario. Los estudios muestran el éxito de estos programas, especialmente para aquellos que se encuentran en las primeras etapas del trastorno.
Si vive con esquizofrenia, hay muchas maneras de mejorar su vida diaria:
- participar en la terapia. La terapia puede ayudarlo a desafiar sus falsas creencias, controlar sus delirios o alucinaciones y ayudarlo a desarrollar importantes habilidades sociales y cognitivas.
- Meditación de atención plena. La investigación de 2019 muestra que una intervención de atención plena mejoró las emociones positivas, redujo los síntomas negativos y mejoró el funcionamiento psicosocial en personas con esquizofrenia.
- Busca apoyo social. Considere participar en un grupo de apoyo para la esquizofrenia, ya sea en persona o en línea. Compartir apoyo emocional con otras personas que están pasando por cosas similares puede ser profundamente terapéutico.
- Trabajar hacia los objetivos de la vida.. Continúe persiguiendo sus metas e intereses en la vida.
- Persigue un pasatiempo. Considere tomarse el tiempo para realizar actividades que disfrute. Esto puede ser cualquier cosa, desde jugar su deporte o videojuego favorito hasta cocinar o leer libros.
- Cuida tu salud. Puede ser útil llevar una dieta saludable, hacer ejercicio todos los días y tratar de dormir lo suficiente.
La esquizofrenia residual es uno de los cinco subtipos clásicos de esquizofrenia. Es un diagnóstico más antiguo que ya no está incluido en el DSM-5 actual.
De acuerdo con el DSM-IV, una persona con esquizofrenia residual exhibiría solo síntomas negativos o al menos dos formas muy leves de síntomas positivos, como creencias extrañas o experiencias perceptivas inusuales.
Los tratamientos para la esquizofrenia incluyen varias terapias e intervenciones, incluida la TCC, el entrenamiento en habilidades sociales y la remediación cognitiva.