¿Oye ruidos fuertes en su cabeza? Podría ser el síndrome de la cabeza explosiva

A pesar de su nombre dramático, el síndrome de la cabeza explosiva no es una condición dolorosa ni peligrosa, y se puede controlar.

Los trastornos del sueño pueden ser perjudiciales en general, pero el síndrome de la cabeza explosiva puede ser aterrador para quienes lo experimentan.

Los síntomas de esta afección incluyen escuchar ruidos muy fuertes en la cabeza al entrar o salir del sueño. Por eso, aunque no es doloroso, el síndrome de la cabeza explosiva puede ser angustiante y alarmante.

No todos describen estos ruidos de la misma manera. Algunas personas dicen que el sonido es como el estruendo de platillos, mientras que otras pueden decir que suena más como un rayo o fuegos artificiales.

Es posible reducir la probabilidad de un episodio, aunque no existe un tratamiento formal para la afección.

No. El síndrome de la cabeza explosiva, también conocido como shock sensorial craneal episódico, no se considera una enfermedad de salud mental. Es un trastorno del sueño.

Específicamente, la condición es un tipo de parasomnia. esa es cualquier condición que involucra eventos físicos indeseables o involuntarios durante el ciclo del sueño. El sonambulismo y el hablar dormido, por ejemplo, son dos parasomnias comunes.

En el síndrome de la cabeza explosiva, el evento indeseable es un ruido extremadamente fuerte que se percibe en la cabeza y que ocurre mientras se duerme o se despierta.

El ruido puede parecerse a una explosión, un disparo, un rayo o cualquier sonido explosivo similar.

Los ruidos fuertes a veces pueden ir acompañados de otras sensaciones, como un destello de luz o una sensación de descarga eléctrica.

Un episodio del síndrome de la cabeza explosiva generalmente dura unos segundos, pero puede ser una experiencia aterradora y agotadora que podría provocar síntomas de ansiedad, incluidos ataques de pánico.

El síndrome de la cabeza explosiva no es un diagnóstico formal en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, 5.ª edición (DSM-5). Sin embargo, este manual de referencia para profesionales de la salud mental reconoce las parasomnias no especificadas dentro de los trastornos del sueño y la vigilia.

La Clasificación Internacional de Trastornos del Sueño, 3ra edición (ICSD-3) incluye la condición bajo “otras parasomnias”.

Por lo general, se consideran cinco eventos cuando se llega a un diagnóstico de síndrome de cabeza explosiva:

  • escuchar un sonido breve, repentino y fuerte al dormirse o despertarse
  • experimentar espasmos musculares o sensaciones eléctricas al mismo tiempo que se escucha el ruido
  • despertarse con frecuencia cardíaca rápida o dificultad para respirar
  • experimentando miedo intenso o agitación después del evento
  • no sentir un dolor significativo

Los episodios del síndrome de la cabeza explosiva suelen aparecer sin previo aviso, lo que los hace difíciles de predecir.

Puede pasar sin experimentar episodios durante mucho tiempo y, a menudo, la afección se resuelve por sí sola.

Los profesionales de atención primaria de la salud, los neurólogos y los médicos especialistas en medicina del sueño pueden diagnosticar el síndrome de la cabeza explosiva, según su descripción de los síntomas. No hay pruebas de diagnóstico disponibles para esta condición.

Las causas del síndrome de la cabeza explosiva aún no se han establecido y la investigación sobre la afección es limitada.

Los expertos han planteado la hipótesis de que las causas probablemente incluyan una combinación de factores, incluida la actividad neuronal anormal y convulsiones menores en el lóbulo temporal. Otro posible factor contribuyente es una disfunción en el oído medio.

Para las personas que experimentan migraña, la condición podría ser causada por un aura de migraña, una alteración sensorial que a menudo se experimenta antes del dolor.

También es posible que los ruidos fuertes sean un efecto secundario de suspender algunos medicamentos para la depresión y la ansiedad.

El síndrome de la cabeza explosiva es más común en personas que han recibido un diagnóstico de parálisis del sueño. Un historial de insomnio o aumento del estrés también puede aumentar la probabilidad de experimentar un episodio de esta afección.

Debido a que el síndrome de la cabeza explosiva es una afección tan rara y los episodios son difíciles de predecir, no existen pautas de tratamiento formales.

Investigaciones anteriores de 1991 sugirieron que asegurarle a alguien que la afección no pone en peligro la vida puede reducir la probabilidad de experimentar más episodios.

Si se sospecha que la causa es una afección subyacente, como la parálisis del sueño o la migraña crónica, abordar esa afección directamente también podría brindar algo de alivio.

Si estas estrategias no ofrecen los resultados esperados, los informes anecdóticos indican que algunos profesionales de la salud también pueden incluir el uso de algunos medicamentos como:

  • Clomipramina: un antidepresivo tricíclico que generalmente se usa para tratar el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)
  • Amitriptilina: otro antidepresivo tricíclico utilizado para tratar el trastorno depresivo mayor
  • Topiramato: un anticonvulsivo recetado para tratar las convulsiones
  • Clorhidrato de duloxetina: un antidepresivo
  • Nifedipino: un fármaco antihipertensivo utilizado para tratar la presión arterial alta

Algunos estudios de casos también sugieren que la estimulación magnética transcraneal de un solo pulso (sTMS, por sus siglas en inglés) podría reducir la cantidad de episodios del síndrome de la cabeza explosiva en personas con migraña. sTMS es un tratamiento no invasivo para la migraña que aplica un pulso magnético al cuero cabelludo usando electrodos o dispositivos para la cabeza.

Se necesita más investigación para determinar si la sTMS podría ser una opción de tratamiento para todas las personas que experimentan síntomas del síndrome de la cabeza explosiva.

El síndrome de la cabeza explosiva es un trastorno benigno del sueño que consiste en escuchar ruidos fuertes en la cabeza mientras se duerme o se despierta.

No existen pruebas o tratamientos formales para la afección, pero saber que no es una amenaza para la vida ni dolorosa puede ayudar a reducir la probabilidad de que se repita un episodio.

Abordar las posibles afecciones subyacentes, como otros trastornos del sueño, también puede ayudar a tratar los síntomas del síndrome de la cabeza explosiva.