El coraje es abundante. De hecho, está a nuestro alrededor, escribe Robert Biswas-Diener, Ph.D, investigador de psicología positiva y fundador de Positive Acorn, en su último libro. El cociente de coraje: cómo la ciencia puede hacerte más valiente.
Y no solo sucede en el campo de batalla: también sucede en la sala de juntas, en un paseo en bicicleta y en la tienda de comestibles, dice. El coraje vive en el día a día y nos ayuda a llevar una vida más plena.
Según Biswas-Diener, el coraje “te permite perseguir la vida que deseas, superar los obstáculos que te impiden vivir una vida plena y poner en práctica tus valores fundamentales, y también ayuda y eleva a otros en el camino. ” También te ayuda a tener mejores relaciones y a desempeñarte mejor en el trabajo, dice.
En su libro, Biswas-Diener define el coraje como “la voluntad de actuar hacia una meta moral o valiosa a pesar de la presencia de riesgo, incertidumbre y miedo”.
El cociente de coraje
Según Biswas-Diener, la valentía se compone de dos procesos: tu capacidad para manejar el miedo y tu voluntad de actuar. El “coeficiente de valor” es tu voluntad de actuar dividida por tu miedo. Entonces, las personas con los cocientes más altos pueden lidiar con su ansiedad y tomar medidas.
Aprendiendo a ser valiente
Si bien la genética puede hacer que algunos de nosotros sean un poco más valientes que otros, el coraje se puede aprender. Biswas-Diener cita el trabajo de Cynthia Pury y sus colegas, quienes separaron el coraje en categorías generales y personales. General el coraje es la forma en que normalmente imaginamos la valentía, como soldados que salvan vidas o ciudadanos que denuncian actos ilegales. Personal el coraje es único para cada persona.
Cada uno de nosotros, dice Biswas-Diener, tenemos la capacidad de enfrentar nuestros miedos. Entrevistó a 50 personas de todos los ámbitos de la vida, un grupo que denominó Coraje 50, y descubrió que el coraje es un hábito, una práctica y una habilidad.
Cultivando el coraje
Biswas-Diener muestra a los lectores cómo manejar los miedos y aumentar la voluntad de actuar. A continuación, encontrará varios de estos consejos. (Los primeros tres son específicamente para minimizar el miedo).
1. Reducir la incertidumbre.
La incertidumbre nos impide ser valientes. Es el miedo a lo desconocido: si tendremos éxito o fracasaremos, si nos lastimaremos o no.
Pero el coraje no tiene que significar tomar riesgos al azar; puede significar tomar calculado riesgos Para hacerlo, es importante recopilar datos y exponerse a situaciones que provoquen ansiedad.
Una de las participantes de Courage 50, Philippa White, dejó un buen trabajo de marketing en Londres para iniciar su propio negocio en Brasil. Esto es definitivamente algo valiente de hacer, donde la incertidumbre parece inherente. Pero esta no fue una decisión que tomó a la ligera. Mientras aún trabajaba, White pasó un año completo investigando y preparándose para su negocio. Explicó que ella nunca entra “a ciegas en una situación”.
Una de las estrategias más efectivas para reducir la ansiedad es la exposición (piense en la terapia de exposición). Las investigaciones han demostrado que si expones a alguien a su estímulo temido, como serpientes, en etapas, con el tiempo, su miedo o sus reacciones ansiosas disminuirán. (Es importante estar en un estado relajado durante la exposición).
2. Relájate.
Cuando nuestros cuerpos sienten miedo, comenzamos a generar pensamientos negativos, irracionales y centrados en el desastre. Sin embargo, afortunadamente, debido a que el miedo vive en nuestras sensaciones corporales, aumentando la presión arterial, el ritmo cardíaco y la tensión muscular, podemos trabajar de manera efectiva para apagarlo. Las técnicas de relajación son especialmente útiles. Por ejemplo, Biswas-Diener habla de relajación muscular progresiva.
3. Enojarse.
Según Biswas-Diener, la única emoción que puede superar el miedo es la ira. Se refiere a la ira como “la emoción del coraje”. La ira nos impulsa a actuar y, a menudo, aplasta las dudas sobre uno mismo, dice.
Cita estudios de Jennifer Lerner y Dacher Keltner que encontraron que los participantes enojados tenían más probabilidades de querer correr riesgos, verse a sí mismos en control y sentirse optimistas de que se produciría un resultado positivo.
Pero el problema con la ira es que puede inhibir el pensamiento claro. Para usar la ira sabiamente, Biswas-Diener sugiere concentrarse en sus valores fundamentales. “…Puedes convertirte en una mentalidad valiente enfocándote en las formas en que tus valores más preciados están siendo pisoteados”.
4. Evite el efecto espectador.
El “efecto espectador” es uno de los obstáculos para actuar. Significa que mientras más personas estén presentes, es menos probable que intervengan para ayudar o realizar una tarea. Las personas simplemente asumen que todos los demás actuarán. Muchas investigaciones han investigado este fenómeno.
Los psicólogos han descubierto cinco pasos que contribuyen a que las personas estén dispuestas a ayudar a los demás:
- prestar atención y notar un problema;
- darse cuenta de que la situación es urgente;
- asumir la responsabilidad personal;
- saber ayudar; y
- tomar la decisión de ayudar.
Si bien no hay una investigación específica que lo respalde, Biswas-Diener también cree que ver el coraje «como una serie de pequeñas decisiones, en sí mismo, aumentará su disposición a actuar».
Para obtener más información sobre el coraje, consulte la entrevista de Joe Wilner con Robert Biswas-Diener en Adventures in Positive Psychology.