Las primeras sesiones de terapia con Trina fueron paseos en montaña rusa. Un segundo estaba emocionada por un nuevo trabajo y todas las posibilidades que presentaba, y al siguiente estaba ansiosa y abrumada por ser la cuidadora de su madre. Cuando regresó para su segunda sesión, estaba nerviosa y deprimida por la idea de que su pareja de mucho tiempo podría dejarla, y para la tercera, el problema parecía haber desaparecido por completo de su mente. A pesar de los varios intentos de sus terapeutas para ayudarla a regular los extremos de sus respuestas emocionales, ella continuó experimentando reacciones intensas y no parecía poder identificar de dónde se originaban.
El pensamiento inicial de la terapeuta fue que tenía un trastorno límite de la personalidad (TLP). Pero después de una evaluación adicional, a Trina le faltaban algunos ingredientes necesarios. No tenía un miedo intenso al abandono, había vivido exitosa y felizmente diez años sin pareja y no tenía antecedentes de conductas suicidas o autolesivas. Si bien ella, tal vez, ocasionalmente se excedía con las bebidas alcohólicas, este comportamiento no era y nunca había sido a un nivel adictivo. Todas estas características son necesarias para que alguien sea diagnosticado con TLP, así que, ¿qué podría estar sufriendo en lugar de eso que causó reacciones emocionales tan severas?
No fue hasta que el terapeuta de Trina descubrió su historial de abuso infantil severo, una pareja anterior abusiva y la muerte bastante reciente de su padre, que se respondió esta pregunta. Trina llamó a sus arrebatos ataques de pánico, pero cuando uno de estos episodios se activó frente al terapeuta, quedó claro que no se trataba de pánico sino de una experiencia de trastorno de estrés postraumático (TEPT). Ahora que conocía la fuente del síntoma, su terapeuta pudo ayudarla a superar su trauma y calmar su estado de ánimo de forma natural, estabilizando su comportamiento muy rápidamente.
Confundir una reacción de TEPT con un comportamiento TLP es un error común. Aquí hay algunas similitudes y diferencias entre los dos:
- Historia traumática: La revisión reciente en el DSM-5 de PTSD permite el diagnóstico en casos de abuso repetido y no solo en una sola vez. El abuso infantil es un ejemplo perfecto de esto. Un niño que fue encerrado en un armario como castigo podría tener una respuesta de TEPT en un ascensor como adulto. Si no se cura, el comportamiento abusivo todavía afecta al adulto en tiempo real. Del mismo modo, una persona con TLP puede sentir un trauma pasado como si todavía estuviera presente porque es muy consciente de sus sentimientos.
- Diferencia: Cuando se cura el trauma de una persona con PTSD, la reacción emocional es mínima y tenue. Sin embargo, la persona con TLP es incapaz de divorciarse de sus emociones, incluso de las más negativas, mucho después de que se haya producido y sanado el trauma. Su memoria emocional trae el pasado al presente como si estuviera sucediendo ahora mismo.
- Cambios de humor: Para un ojo inexperto, una respuesta de TEPT podría parecer un ataque de pánico, una reacción exagerada o una dramatización innecesaria. Cuando una persona con TLP se siente amenazada o teme ser abandonada, su respuesta podría ser exactamente la misma. Estos altibajos intensos momentáneos se identifican con frecuencia como cambios de humor cuando podrían ser otra cosa.
- Diferencia: Una persona que experimenta una reacción de PTSD puede restablecerse rápidamente si se da cuenta de su entorno actual, sale al aire libre o escucha una voz tranquilizadora que le recuerda que está a salvo. Ninguno de estos métodos funciona para una persona con TLP, de hecho, eso solo agrava la situación. En cambio, el reconocimiento de su dolor combinado con la empatía y el acuerdo sobre cómo se sienten, ayuda a una persona con TLP.
- Enajenación de otros: Ni una persona con PTSD ni una persona con BPD quiere alejarse de los demás, pero desafortunadamente esto sucede. En lugar de tomarse el tiempo para comprender una situación y superar la crisis, otras personas evitan o huyen. Esto agrava la ansiedad en personas con PTSD o BPD y puede empeorar su experiencia.
- Diferencia: Fuera de los momentos desencadenantes del PTSD, las personas con esta afección normalmente no reaccionan de forma exagerada. Sin embargo, cuando tienen muchos factores desencadenantes, esto puede parecer más frecuente que no. Una vez que se identifican y procesan los desencadenantes, las reacciones son más restringidas. Una persona con TLP se desencadena más intensamente por sentimientos o miedos internos que por situaciones o experiencias externas como las que tienen TEPT. Al aprender a manejar la fuerza de sus emociones, las personas con TLP pueden mejorar.
Si Trina hubiera recibido tratamiento por BPD en lugar de PTSD, su condición podría haber empeorado en lugar de mejorar. Es necesaria una comprensión y una evaluación precisas de los dos para evitar cometer este error. Si bien ser capaz de diferenciar el TLP y el PTSD puede ser difícil al principio, intente usar algunos de estos calificadores como consejos para ayudarlo a navegar la situación de los pacientes y ayudarlos de la manera en que se beneficiarán más.