Un tratamiento conocido como estimulación del nervio mediano (MNS, por sus siglas en inglés) puede reducir significativamente la frecuencia de los tics, la intensidad de los tics y la necesidad imperiosa de tics en personas con síndrome de Tourette (TS), según un nuevo estudio de la Universidad de Nottingham en el Reino Unido.
En MNS, los investigadores administran trenes repetitivos de estimulación al nervio mediano de una persona (que se ingresa en la muñeca) para generar actividad cerebral eléctrica rítmica, u oscilaciones cerebrales, asociadas con la supresión de movimientos.
“Los resultados de este estudio fueron bastante notables, especialmente en aquellas personas con los tics más severos, y demostraron que este tipo de estimulación tiene un potencial real como ayuda para el tratamiento del síndrome de Tourette”, dijo la autora principal, Bárbara Morera Maiquez.
«Nuestro objetivo es desarrollar un estimulador MNS ‘similar a un reloj’ portátil que se parezca a un reloj Apple o Fitbit y que pueda ser utilizado por el individuo fuera de la clínica cuando necesite controlar sus tics».
El ST es un trastorno del neurodesarrollo que causa sonidos y movimientos involuntarios llamados tics. Los tics son movimientos y vocalizaciones involuntarios, repetitivos y estereotipados que ocurren en episodios, generalmente muchas veces en un solo día, y a menudo están precedidos por un fuerte impulso de tic, denominado impulso premonitorio (PU).
«Entendemos que los tics son causados por alteraciones en las señales químicas dentro de las redes cerebrales vinculadas a la formación de hábitos y el inicio de los movimientos habituales», dijo el coautor, el profesor Stephen Jackson.
“Estos cambios conducen a una hiperexcitabilidad en las regiones del cerebro involucradas en la generación de movimientos. Nuestra investigación utilizó con éxito pulsos de corriente eléctrica, administrados en la muñeca, para aumentar la fuerza de las oscilaciones cerebrales que normalmente deben reducirse en fuerza para generar un movimiento, lo que resultó en una reducción significativa de los tics y, en muchos casos, en la eliminación de la urgencia de… tic. Este trabajo tiene un enorme potencial para el desarrollo de un tratamiento seguro y eficaz para los tics sin efectos secundarios”.
Para el estudio, 19 participantes con ST fueron observados durante períodos aleatorios de 1 minuto, durante los cuales recibieron pulsos rítmicos constantes del MNS en su muñeca derecha y períodos de 1 minuto durante los cuales no recibieron estimulación. En todos los casos la estimulación redujo los tics, y también la urgencia de tic, y tuvo el efecto más significativo en aquellos individuos con los tics más severos.
Uno de los participantes era Charlie, de 21 años, de Lincolnshire. Charlie ha tenido ST durante tres años y se enteró del estudio a través de Tourettes Action, que lo ha estado apoyando a él ya su familia.
“He probado muchos medicamentos, terapias, técnicas de relajación, grupos de apoyo y cambios en la dieta diferentes para tratar de aliviar el síndrome de Tourette y, aunque era escéptico, tenía muchas ganas de participar en este estudio”, dijo.
“Todo el experimento fue muy surrealista. Cuando los pulsos eléctricos en la muñeca comenzaron a aumentar, los tics urgentes disminuyeron, lo cual fue una experiencia completamente impactante para mí: estaba en silencio y quieto”.
“Durante otras tres sesiones noté el mismo resultado, además la estimulación disminuyó mis tics en casa. En la primera sesión de estimulación, sentí que finalmente se había encontrado un nuevo tratamiento para liberarme de mi Tourette y quería llorar de felicidad”.
Suzanne Dobson, directora ejecutiva de la organización benéfica Tourettes Action, que ayudó a financiar la investigación, dijo: “Este tratamiento portátil y de autogestión podría potencialmente cambiar la vida de miles de personas que viven con ST. Continuaremos apoyando al equipo de la Universidad de Nottingham a medida que este increíble tratamiento continúe evolucionando”.
Los hallazgos se publican en la revista Biología actual.
Fuente: Universidad de Nottingham