7 pasos para curarse de la violencia doméstica

La primera vez que Nancy acudió a la consejería, le resultó difícil mirar a su terapeuta. Avergonzada y avergonzada de los moretones en su cuerpo, la tortura mental de su esposo y los actos sexuales que él la obligó a hacer, luchó por hablar. Ella creía que merecía ser tratada de esa manera y sus acciones estaban causando su ira. Nancy minimizó sus actos poniendo excusas por su comportamiento abusivo y culpándose a sí misma.

A Nancy le tomó un tiempo reunir el coraje para dejar a su esposo. Una vez que lo hizo, pensó que todos sus problemas terminarían y que ella sería sanada. Sin embargo, lo que ella pensó que era el final de una carrera, en realidad era solo el comienzo. Le tomó más de un año recuperarse de su trauma y llegar a un lugar donde se sintiera en paz. Así es como lo hizo.

  1. Seguridad primero. El proceso de curación comienza cuando la víctima de abuso finalmente se aleja de su abusador. Desafortunadamente, este paso puede llevar meses o incluso años de planificación y preparación antes de que pueda convertirse en realidad. Seguridad significa que la víctima está físicamente lejos de su atacante y puede dormir sin miedo. Después de que Nancy se fue, le costaba creer que estaba a salvo y necesitaba que los demás la tranquilizaran y le dijeran literalmente: Estás a salvo, una y otra vez hasta que empezó a sentirse real.
  2. Estabilizar el medio ambiente. La tentación de los terapeutas es sumergirse en el proceso de curación después de que la víctima se considera segura. Pero hacer esto antes de la estabilización de un nuevo entorno puede volver a traumatizar. Más bien, la víctima necesita un período de descanso para adaptarse a una nueva normalidad antes de que comience el trabajo terapéutico. La duración de este paso necesario está dictada únicamente por la víctima y la cantidad de abuso soportado. Pasaron varios meses antes de que Nancy sintiera que podía respirar de nuevo cuando se disipó la niebla confusa del abuso.
  3. Apoya incondicionalmente. Entre su terapeuta y dos amigos cercanos, Nancy se sintió amada incondicionalmente incluso cuando hablaba de cuánto extrañaba a su esposo abusivo. Era como si Nancy estuviera olvidando el trauma y solo recordando los buenos momentos que compartieron. Uno de los miembros de su familia se frustró tanto con la tristeza de Nancy que le gritaron y se apartaron. Esto fue muy doloroso para Nancy, pero el continuo apoyo de sus dos amigos compensó con creces la falta de apoyo familiar.
  4. Compartir experiencias. Uno de los pasos más útiles para recuperarse del abuso es encontrar un grupo de apoyo con otras víctimas de abuso. Esta experiencia común compartida permite que una persona se dé cuenta de que no está sola en sus encuentros abusivos. El abuso es muy aislante, personal, degradante, humillante y vergonzoso. Saber que otras personas inteligentes, bellas, talentosas y amables han sido abusadas es a la vez triste y aliviador. El grupo de apoyo de Nancy le proporcionó personas adicionales en las que podía apoyarse y que entendían por su propia experiencia por lo que estaba pasando.
  5. Resolver incidencias. Este es a menudo el paso más difícil desde la perspectiva de la conciencia. A medida que se relata el abuso obvio, salen a la luz nuevos abusos oscuros. La mayoría de las víctimas ni siquiera se dan cuenta del alcance de su abuso hasta que llegan a este paso. Cuando lo hacen, puede ser abrumador y probablemente reiniciará el proceso de duelo nuevamente. Mientras Nancy examinaba cada incidente traumático importante, surgieron otros tipos de abuso. Llegó a ver que también había sido abusada mental, verbal, emocional, financiera, espiritual y sexualmente además de su abuso físico. Procesar esta información fue difícil al principio, pero puso un clavo en el ataúd de su relación abusiva para siempre. Ahora no había vuelta atrás para Nancy.
  6. Coser heridas. Para cerrar las heridas del abuso de Nancy, necesitaba reescribir su diálogo interno de lo que sucedió. En el pasado, ella minimizaría su contribución a un incidente y asumiría una responsabilidad excesiva por su comportamiento. Cuando ella dejó de hacer esto y lo hizo responsable de sus acciones, las cosas cambiaron. Nancy ya no creía que no valía nada o que merecía su trato abusivo. A medida que pasaba el tiempo, comenzó a enorgullecerse de sus cicatrices como evidencia de su fuerza, determinación, fortaleza y perseverancia.
  7. Establecer estándares. El paso final hacia la curación de Nancy fue establecer nuevos estándares sobre cómo esperaba que la trataran. Estos se convirtieron en los límites de lo que es un comportamiento aceptable. Cada vez que una persona violaba una de sus limitaciones, ella los confrontaba. Si demostraran respeto con sus acciones y no con sus palabras, Nancy permanecería en la relación. Si no lo hacían, ella terminaba las cosas. Estos nuevos estándares ayudaron a reducir su temor de volver a entrar en otra relación abusiva.

Es importante tener en cuenta que el abuso puede ocurrirle a cualquier persona en cualquier relación. Si bien este artículo destaca la experiencia de abuso de Nancy por parte de su esposo, un hombre también puede ser víctima de abuso por parte de su esposa. Las relaciones de pareja, las relaciones entre padres e hijos y las amistades también pueden ser abusivas. No es la naturaleza de la relación o la sensibilidad de la víctima lo que determina el abuso; más bien son las acciones del abusador.