Las lágrimas son beneficiosas para la salud de los ojos, pero también son un aspecto fundamental de la comunicación emocional y social.
¿Alguna vez has llorado durante una película? ¿O comenzó a llorar al ver el reconocimiento de un ser querido por su arduo trabajo?
Si bien las lágrimas brindan beneficios para la salud física del ojo, como mantener la hidratación y brindar protección contra los irritantes, también indican que se necesita apoyo emocional y social.
Asociamos el llanto con angustia física y emocional, pero las lágrimas también juegan un papel esencial en la forma en que expresamos una amplia variedad de sentimientos.
Las lágrimas pueden ayudar a comunicar sentimientos cuando las palabras no son suficientes.
El ojo produce un promedio de 15 a 30 galones de lágrimas cada año. A medida que envejecemos, producimos menos lágrimas. La ausencia de lágrimas puede ser perjudicial para los ojos.
Echemos un vistazo más profundo a qué son exactamente las lágrimas, de qué están compuestas y por qué las lágrimas emocionales son diferentes y presentan una liberación beneficiosa para nuestra mente y cuerpo.
Las lágrimas son esenciales para la salud ocular. Ayudan a que el ojo se mantenga hidratado y ofrecen protección contra bacterias, polvo, suciedad y otros irritantes. Las lágrimas también señalan la necesidad de vínculos sociales y apoyo.
Hay tres tipos de lágrimas:
- Lágrimas basales: proporcionar lubricación y nutrición al ojo y actuar como una barrera de protección para la córnea
- Lágrimas reflejas: ocurren en respuesta a irritantes nocivos y ayudan a eliminar cualquier cosa extraña que entre en el ojo
- Lágrimas emocionales: ocurren en respuesta a factores biológicos, psicológicos y sociológicos
Los sistemas lagrimal y límbico trabajan juntos para producir lágrimas emocionales. El sistema límbico, responsable de la excitación emocional, le indica al sistema lagrimal a través del centro de mensajes del cerebro que las lágrimas son una respuesta necesaria.
Cada lágrima se compone de tres capas:
- Capa interna de moco: ayuda a mantener la lágrima adherida al ojo
- Capa intermedia acuosa: ofrece hidratación, protección a la córnea y proporciona un escudo contra las bacterias
- Capa aceitosa exterior: ayuda a que la superficie de la lágrima permanezca suave y ayuda a prevenir la evaporación
Las lágrimas se originan en la glándula lagrimal situada encima del ojo. Una vez formadas, las lágrimas viajan por la superficie del ojo hasta los diminutos orificios ubicados en cada párpado superior e inferior.
Desde allí, las lágrimas viajan a través de pequeños canales hacia la nariz, donde se reabsorben o se evaporan.
Una vez consideradas «sin propósito» por el gran evolutivo Charles Darwin, las lágrimas ahora se reconocen como un aspecto esencial de nuestra salud física y emocional.
Físicamente, las lágrimas actúan como un escudo para el ojo. Emocionalmente, las lágrimas tienen un propósito mucho más complejo.
Los investigadores han propuesto que las lágrimas emocionales se originaron a partir de vocalizaciones de animales. Las glándulas lagrimales de los bebés no están completamente desarrolladas al nacer y no pueden producir lágrimas, pero aún necesitan poder señalar cuando están angustiados o necesitan atención, por lo que vocalizan.
A medida que los bebés crecen, la presencia de lágrimas aumenta mientras que la necesidad de vocalizar disminuye.
La edad adulta ve un aumento en las lágrimas emocionales, y con razón. Nuestras responsabilidades se vuelven cada vez más grandes y la presión por el desempeño pende como una nube sobre nuestras cabezas.
Los desencadenantes pueden incluir una variedad de factores relacionados con el dolor, como:
- lesión física
- sentimientos enfáticos
- estresores sociales
- dificultades de relación
Aunque tendemos a asociar las lágrimas con el dolor, también pueden ser en respuesta a sentimientos de alegría y felicidad.
El cuerpo no puede distinguir entre los sentimientos abrumadores de miedo y tristeza o las emociones intensas de excitación y placer. Simplemente sabe que estos sentimientos intensificados requieren una respuesta y liberación.
Las lágrimas emocionales son químicamente diferentes a las lágrimas basales y reflejas. Todas las lágrimas contienen enzimas, lípidos, electrolitos y metabolitos. Sin embargo, las lágrimas emocionales parecen contener proteínas y hormonas adicionales.
La investigación preliminar ha demostrado que las lágrimas emocionales pueden tener niveles elevados de prolactina, potasio, manganeso, leu-encefalina y hormonas adrenocorticotrópicas.
La liberación de estas hormonas y elementos durante el llanto emocional ayuda a regular los niveles de estrés en el cuerpo y devolverlo a un estado más equilibrado.
El llanto proporciona muchos beneficios. No solo es una señal de ayuda durante la angustia física y emocional, sino que el llanto también puede ayudar a aliviar el estrés, disminuyendo los niveles de cortisol en el cuerpo.
Además, el llanto puede presentar la oportunidad de vinculación emocional, apego y autenticidad sincera.
El llanto también puede indicar vulnerabilidad. Un estudio de 2014 sugiere que las lágrimas pueden incluso disminuir los casos de agresión al tiempo que aumentan la unidad y la simpatía de los demás.
Las lágrimas también pueden aumentar la confianza y la empatía entre las personas.
El llanto es una respuesta típica al dolor físico y emocional. Sin embargo, si siente que llora con más frecuencia de lo habitual o se está volviendo más sensible a las situaciones estresantes, podría ser el momento de considerar buscar ayuda.
El llanto frecuente y excesivo podría ser un signo de depresión, ansiedad o afecto pseudobulbar (PBA).
Un profesional de la salud o de la salud mental podrá ayudarte a determinar si tu llanto es un síntoma de algo más.