Una familia funcional está llena de amor mutuo, respeto, humor y límites.
No existe tal cosa como una familia “perfecta”. Las familias pelean. A veces se lastiman unos a otros. Los padres cometen errores y los niños también.
Las familias pueden ser imperfectas y funcionales al mismo tiempo.
Pero algunas familias son disfuncionales. Según un estudio de 2018, crecer en una familia disfuncional puede tener muchos efectos negativos, incluidos problemas de salud mental y dificultades en el trabajo y las relaciones.
Pero, ¿qué hace que una familia sea disfuncional? ¿Es posible que su familia funcione bien? Si cree que su familia tiene rasgos disfuncionales, las herramientas como la terapia familiar funcional pueden ayudar.
Hablamos mucho de familias “disfuncionales”. Pero para comprender la disfunción dentro de las familias, debemos comprender qué es lo que hace que una familia sea funcional y saludable.
Las familias no tienen que ser perfectas o idílicas para ser funcionales. Habrá discusiones y los niños probablemente romperán las reglas algunas veces. Pero en una familia que funciona bien, estos contratiempos no conducen al abuso ni a las rupturas.
Según la Academia Estadounidense de Pediatría, una familia funcional:
- Disfruta pasar tiempo juntos: Pueden divertirse juntos a pesar del estrés y las responsabilidades diarias.
- Define claramente las reglas y roles: En su mayor parte, todos los miembros de la familia se apegan a las reglas. Pero una característica crucial de una familia funcional es que las reglas son flexibles y pueden cambiar a medida que los miembros de la familia crecen y cambian. Parte de estas reglas establecidas es que existen límites establecidos. Por ejemplo, los niños no entran en conflictos entre los padres. Y los padres no tratan de actuar como los compañeros de sus hijos.
- Adopta el respeto mutuo: Los adultos son respetados como personas a cargo, pero los niños también son respetados como individuos con sus propias personalidades y deseos. Todos los niños reciben el mismo trato y los hermanos no están hechos para competir entre sí por el amor de sus padres.
- No tiene abuso y negligencia: Los padres cuidan a sus hijos y no se espera que los niños asuman responsabilidades de adultos. Todos los miembros de la familia se sienten seguros y el hogar está libre de violencia (tanto física como psicológica).
- Participa en un conflicto saludable: El conflicto está permitido en una familia funcional. Cuando alguien no está de acuerdo, se le permite expresar su enojo (de manera respetuosa). Nadie se avergüenza por experimentar un conflicto o una emoción apropiada.
- Celebra las diferencias individuales: Se alienta a los miembros de la familia a tener sus propios sentimientos acerca de las cosas. La familia puede cambiar, incluidos los padres y los hijos, sin que nadie se moleste. Cada persona es libre de luchar por sus objetivos individuales y expresar sus necesidades.
Una familia disfuncional a menudo no permite que los miembros individuales expresen sus emociones o necesidades. Hay una sensación general de tensión dentro de la familia.
Las familias pueden ser disfuncionales por varias razones. A veces puede deberse a que uno o ambos padres viven con una adicción, una afección de salud mental o un trastorno de la personalidad (como el trastorno narcisista de la personalidad).
Otras veces, la familia puede volverse disfuncional porque uno de los niños tiene dificultades emocionales o de comportamiento, y la familia comienza a girar en torno a este niño.
Pero las familias disfuncionales generalmente no son causadas por una sola persona, aunque la adicción o el comportamiento de una persona pueden contribuir en gran medida.
La teoría de los sistemas familiares establece que la familia es un sistema complejo en el que cada miembro influye en el otro. Entonces, en lugar de culpar a una persona por la disfunción, puede ser más útil descubrir las interacciones subyacentes que pueden haber contribuido a la disfunción.
Según un artículo de 2016, algunos rasgos comunes de una familia disfuncional incluyen:
- uno o ambos padres viven con un trastorno por uso de sustancias o una condición de salud mental que les impide ser padres de manera saludable
- los niños son “parentizados” y asumen demasiadas responsabilidades (como cuidar de un padre enfermo)
- los padres están ausentes, por lo que los niños deben valerse por sí mismos
- hay violencia en el hogar (por ejemplo, los niños son abusados o hay abuso de pareja entre los padres)
- no hay límites o reglas claras dentro de la familia, lo que lleva al caos y al abandono
- la familia está gobernada por un miembro dominante que no considera los deseos o necesidades de los otros miembros
- no hay demostración de amor o afecto entre los miembros de la familia, que a veces puede ser cultural
- los miembros de la familia invaden la privacidad personal de los demás sin consentimiento (como los padres que leen el diario o el diario de un niño)
- la comunicación es sofocada y los niños no pueden expresarse
- los niños son utilizados como armas o peones, ya sea unos contra otros o en argumentos de los padres
- hay abuso físico, sexual o emocional
- los padres esperan la perfección de sus hijos
- se espera la adhesión a reglas autoritarias sin flexibilidad
Si se ha dado cuenta de que su familia es disfuncional, hay ayuda disponible. Hay prácticas que puede adoptar para tratar de crear una familia más funcional.
- Trate de fomentar la comunicación respetuosa entre los miembros de la familia. Permitir las diferencias individuales en las opiniones sin avergonzar a nadie por sus sentimientos es una buena manera de hacerlo.
- Considere la posibilidad de crear reglas, rutinas y estructuras. Esto crea previsibilidad y seguridad emocional. Pero trate de ser flexible con respecto a estas reglas y permita que cambien a medida que crezcan los miembros de la familia.
- Trate de evitar el uso de la violencia o la amenaza de violencia como castigo.
- Asegurarse de que los roles de los padres y los niños estén claros dentro de la familia puede ser útil. Trate de evitar colocar las responsabilidades de los padres sobre los niños o actuar como sus «amigos» en lugar de como un padre.
- Trate de encontrar oportunidades para divertirse juntos.
Además de estos consejos, la terapia familiar también podría ser útil. La terapia familiar puede ayudarlo a abordar los problemas y las dinámicas subyacentes que han llevado a una familia disfuncional.
Hay muchos tipos diferentes de terapia familiar.
La terapia familiar funcional (FFT, por sus siglas en inglés) es un método de asesoramiento a corto plazo en el hogar que se enfoca en fortalecer a las familias para ayudar a reducir los comportamientos problemáticos de los adolescentes. Incluye cinco fases que se complementan entre sí.
Si tiene un adolescente en su familia que necesita apoyo, FFT podría ayudar a su familia a unirse para aumentar sus recursos, aclarar los roles familiares y brindarle a su hijo el apoyo que necesita.
Ninguna familia es perfecta. En lugar de esforzarse por tener una familia perfecta, intente construir una que funcione bien.
Crear una familia que funcione bien es posible, especialmente con el apoyo adecuado.
Los métodos de terapia familiar como la terapia familiar funcional (FFT) pueden ayudarlo a abordar y reparar la dinámica disfuncional dentro de su familia. Puede consultar las ubicaciones de FFT para encontrar una cerca de usted.