Las sustancias químicas del cerebro pueden desempeñar un papel en el estado de ánimo y en algunos comportamientos. La hipótesis de la dopamina de la esquizofrenia es un buen ejemplo.
Muchas cosas contribuyen a sus características definitorias.
Las experiencias de la infancia, la genética y el nivel de sustancias químicas en tu cerebro influyen en lo que te hace ser tú.
Algunos expertos creen que los desequilibrios neuroquímicos pueden ser la causa subyacente de muchas afecciones de salud mental.
Cuando se trata de vivir con una condición de salud mental como la esquizofrenia, los expertos han teorizado durante mucho tiempo que un desequilibrio químico en particular puede ser responsable de algunos síntomas: la hipótesis de la dopamina de la esquizofrenia.
Pero hay cierta controversia en torno a esta teoría. Si bien algunas investigaciones anteriores respaldan esta teoría, las teorías más recientes se centran en los desequilibrios en los circuitos neuronales del cerebro en lugar de los desequilibrios en los neuroquímicos.
La hipótesis de la dopamina de la esquizofrenia establece que demasiada dopamina en el cerebro, o muy poca, podría contribuir directamente a los síntomas de la esquizofrenia, particularmente a los de la psicosis, como delirios, alucinaciones y pensamiento desorganizado.
Esta teoría se introdujo hace décadas debido a un vínculo observacional entre la administración de medicamentos bloqueadores de la dopamina y una mejoría de los síntomas.
Los expertos asumieron naturalmente que los medicamentos funcionaron porque revirtieron una condición subyacente del trastorno.
En otras palabras, si el bloqueo de la dopamina ayudó, los expertos sintieron que significaba que había demasiado para empezar.
La hipótesis de la dopamina en la esquizofrenia se basó principalmente en resultados observacionales en su introducción.
Desde entonces, numerosos estudios que apuntan a un vínculo definitivo entre los cambios de dopamina y los síntomas de la esquizofrenia han respaldado los resultados.
Pero quedan algunos desafíos con esta teoría, a pesar de que el vínculo se validó a través del estudio.
Así como la dopamina se ha establecido como un factor influyente, han surgido otros neurotransmisores relevantes.
Un estudio de 2018 resumió bien el dilema moderno: la esquizofrenia no es la única forma de psicosis y la dopamina ya no es el único neurotransmisor relacionado con la psicosis.
Los autores del estudio señalan que varias vías interconectadas pueden estar involucradas con los síntomas de la psicosis. La dopamina es solo una de esas tres, y puede que no sea la más importante o la más influyente.
Se necesita más investigación para comprender el papel que juegan múltiples neurotransmisores en los síntomas de la esquizofrenia.
Una revisión de 2020 respalda la hipótesis de la dopamina de la esquizofrenia basada en años de pruebas y diagnóstico por imágenes.
A diferencia de la teoría original que se enfocaba principalmente en el exceso de dopamina y solo en la dopamina, la hipótesis revisada da cabida a otros factores.
Una revisión de 2014, por ejemplo, señaló la importancia de la inclusión de otras influencias en la patología de la esquizofrenia, como las alteraciones del glutamato, GABA, acetilcolina y serotonina.
Los expertos han sido testigos durante mucho tiempo de una asociación entre los síntomas de la esquizofrenia y los cambios de dopamina en el cuerpo durante muchos años, según un estudio de 2014.
Pero el marco neurobiológico de esta relación no se comprende bien.
En un nivel básico, demasiada dopamina en áreas particulares del cerebro puede contribuir a los síntomas positivos de la esquizofrenia. Muy poca dopamina en otras regiones puede provocar síntomas negativos.
Esta hipótesis ha sido cuestionada en los últimos 10 años, según una revisión de 2017.
Por ejemplo, un estudio de 2018 sugirió que las alucinaciones, un conocido síntoma positivo de la esquizofrenia, pueden resultar de la compleja interacción entre el exceso de dopamina en el área estriatal del cerebro y el procesamiento de la percepción sensorial.
En resumen, los problemas de señalización de la dopamina pueden aumentar las posibilidades de que su cerebro «llene los vacíos» con sus expectativas en lugar de la realidad.
En cuanto a los síntomas negativos, un estudio de 2020 sugiere que los niveles bajos de dopamina o una disfunción de los receptores de dopamina pueden significar que las áreas del cerebro responsables de la motivación y la recompensa no se estimulan adecuadamente.
Si bien esto explica los síntomas negativos particulares, como el afecto embotado y la alogia, se necesita más investigación para comprender el vínculo entre las vías de la dopamina y otros síntomas negativos.
Un estudio de 2021 sugiere que la relación entre la dopamina y los síntomas de la esquizofrenia es aún más profunda, particularmente en lo que respecta a la capacidad de pensar.
Durante mucho tiempo, los expertos en el campo no pudieron explicar por qué alguien que vive con esquizofrenia podría experimentar desafíos para retener información de eventos gratificantes y, al mismo tiempo, sobreaprender información irrelevante.
Los autores del estudio plantearon la hipótesis de que la disfunción de la dopamina podría fortalecer algunas formas de aprendizaje e inhibir otras.
La investigación solo sugiere un vínculo entre los niveles de dopamina y la manifestación de los síntomas de la esquizofrenia.
Si bien se desconoce la causa exacta de la esquizofrenia, se considera altamente hereditaria, según un estudio de 2017.
Por lo tanto, tener un pariente cercano que vive con esquizofrenia podría aumentar sus posibilidades de desarrollar esta afección de salud mental.
Según un estudio de 2017, muchos genes se han relacionado con la esquizofrenia, lo que sugiere que se trata de un trastorno complejo con múltiples niveles de factores contribuyentes.
La esquizofrenia es una condición de salud mental caracterizada por síntomas positivos y negativos.
Estos síntomas pueden explicarse parcialmente por lo que se conoce como la hipótesis de la dopamina en la esquizofrenia.
La teoría sugiere que el exceso de dopamina contribuye a síntomas positivos como la psicosis, mientras que la dopamina baja puede ser responsable de síntomas negativos como la alogia.
La investigación respalda la teoría de que la dopamina juega un papel importante en los síntomas de la esquizofrenia. Pero a medida que surge más información, otros neurotransmisores pueden tener funciones igualmente críticas.
La esquizofrenia puede ser una condición debilitante y abrumadora. Los síntomas de la psicosis pueden colocarlo en situaciones que pueden comprometer su seguridad o la seguridad de los demás.
Si desea obtener más información sobre la esquizofrenia, está interesado en obtener más recursos sobre la esquizofrenia o hablar con un representante de salud mental capacitado, puede hacerlo en cualquier momento llamando a la línea de ayuda nacional de SAMHSA al 800-662-4357.