La comunicación clara y efectiva es la base de cualquier relación, ya sea una sociedad de trabajo, un matrimonio o la relación entre padres e hijos.
Los malentendidos y la falta de comunicación son causas comunes de la ruptura de cualquier vínculo, provocando fisuras que impiden la intimidad y erosionan la calidad de la relación. Incluso cuando nuestras intenciones son buenas, nuestras palabras y entrega pueden resultar en sentimientos heridos.
Aquí hay nueve errores de comunicación comunes, así como formas de promover una mejor comunicación en sus relaciones.
1. Cruzar los brazos y recostarse
Tus palabras pueden ser dulces y consoladoras, pero si cruzas los brazos, estás comunicando un mensaje completamente diferente. Según Albert Mehrabian, profesor emérito de psicología de la UCLA, lo que decimos solo representa el 7 % del mensaje que enviamos. La friolera de 55 por ciento de nuestra comunicación se transmite en lenguaje corporal.
Por ejemplo, inclinarse hacia atrás en su silla transmite un mensaje de defensividad o desinterés, mientras que inclinarse hacia adelante y tocar a alguien en el hombro dice: “Te escucho. Estoy escuchando. Lo que estás diciendo es importante para mí.
2. Hablar alto y rápido
Casi tan importante como un buen lenguaje corporal es el tono con el que decimos algo. Según Mehrabian, eso representa el 38 por ciento de la comunicación. Si se apresura a pronunciar sus palabras o grita algo con voz enojada, es probable que solicite una respuesta defensiva. Incluso una inflexión sutil puede influir en cómo se percibe su mensaje. Por el contrario, si habla lenta y deliberadamente, incluso un tema delicado se puede discutir de una manera que conduzca a una comprensión más profunda.
3. Rememorar el pasado
Hay momentos en que está justificado volver a visitar el pasado. Sin embargo, en general, repetir la historia establecerá un tono defensivo y saboteará los esfuerzos para comunicarse de manera efectiva. Siempre que sea posible, trate de concentrarse en las preocupaciones, observaciones y sentimientos presentes y resista la tentación de migrar hacia atrás para hacer un punto.
4. Defender nuestros sentimientos
Los sentimientos no son buenos ni malos, así que no necesitas defender los tuyos. Hacerlo agrega una capa de tensión o conflicto a la conversación. La comunicación efectiva implica que dos personas compartan honesta y abiertamente lo que sienten, utilizando un diccionario de sinónimos o frases descriptivas, incluidos colores, sonidos, sentidos y metáforas, para articular los sentimientos con la mayor claridad posible.
5. Juzgar los sentimientos de los demás
Así como defender nuestros propios sentimientos hace poco para fomentar una comunicación significativa, también lo hace juzgar los sentimientos de la otra persona. Declaraciones como “No sé por qué te sientes así” o “Eso es ridículo” son formas seguras de terminar una conversación y cerrar la puerta a un diálogo honesto.
Incluso si cree que los sentimientos de una persona no tienen sentido o los considera falsos, no es su lugar cuestionar la percepción de uno. Simplemente escuche y pregúntele a una persona por qué se siente de esa manera.
6. Interrumpir a la otra persona
Crees que sabes lo que te dice tu pareja o hermana o colega, así que terminas su frase por ella. Sus palabras estimulan un pensamiento, por lo que intercalas con retroalimentación. Incluso el entusiasmo bien intencionado es de mala educación. Déjala terminar. Tu trabajo es hacerla sentir que valoras lo que tiene que decir. Al interrumpir con sus dos centavos, incluso si se trata de un consejo brillante, socava sus esfuerzos de comunicación.
7. Ignorar a la otra persona
Hay un descarado ignorar… entrar a otra habitación mientras alguien está hablando. Y hay una ignorancia sutil: revisar su teléfono, mirar televisión o revisar notas de trabajo mientras alguien está hablando. Si bien a veces necesita realizar múltiples tareas y hablar al mismo tiempo (preparar la cena, conducir, alimentar a un bebé), debe hacer todo lo posible por escuchar activamente a la persona que está frente a usted o al otro lado del teléfono.
8. Culpar a alguien de nuestros sentimientos
Las personas, los lugares y las cosas pueden desencadenar sentimientos, pero no los causan. Siempre debemos asumir la responsabilidad por la forma en que nos sentimos. Por ejemplo, si su cónyuge de 30 años lo deja repentinamente, es comprensible que esté desilusionado y herido. Si bien es justo decir que tu ex desencadenó esos sentimientos, tú los posees. La comunicación eficaz resiste la tentación de culpar a otra persona por sus sentimientos.
9. Manipulación
El diálogo honesto y abierto ocurre sin agenda. En el momento en que tratamos de dirigir la conversación en una dirección determinada para obtener los resultados deseados, dejamos que la manipulación tenga prioridad sobre la comunicación efectiva. Incluso si nuestras intenciones son subconscientes, construyen muros y erosionan la confianza. La mejor comunicación ocurre cuando ambas partes abandonan su lista de deseos y simplemente escuchan y responden con amor.