En más de un sentido, el trauma infantil puede afectar las relaciones adultas. Sin embargo, los desafíos no tienen que ser permanentes: con algo de apoyo, la curación es posible.
Si ha experimentado un trauma durante los primeros años de su vida, es posible que vea y experimente las relaciones adultas de cierta manera.
Tal vez no se sienta seguro todo el tiempo, o tal vez enfrente el conflicto con dudas o evasión. Todas estas son posibilidades naturales y válidas.
Si te sientes así o experimentas desafíos en tu relación, debes saber que no estás solo.
En los Estados Unidos, más de dos tercios de los niños han experimentado algún tipo de trauma, según la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias (SAMHSA).
En todo el mundo, 1 de cada 8 adultos ha denunciado abuso sexual infantil y 1 de cada 4 ha denunciado abuso físico, informa un estudio de 2017.
De hecho, el trauma infantil no es tan raro como crees.
Aunque a veces puede parecer un desafío, la curación está al alcance de la mano y, junto con ella, mejores relaciones y una mejor calidad de vida.
El trauma infantil es un término genérico. Se refiere a cualquier experiencia significativamente angustiosa a la que haya estado expuesto cuando era niño.
Ejemplos incluyen:
- violencia física
- abuso sexual
- desastres naturales
- la pérdida de un ser querido
- abandono
- orfanato
- cualquier otro evento en el que se sintió asustado, impotente, horrorizado o abrumado
Debido a que todos experimentamos la vida de diferentes maneras, lo que puede ser traumático para usted puede no serlo para otra persona. Lo que realmente importa es cómo percibiste la situación y cómo te sientes.
“Si los niños reciben suficiente cuidado y apoyo, es mucho menos probable que experimenten síntomas relacionados con el trauma”, dice Christie Pearl, consejera licenciada en salud mental y terapeuta certificada en EMDR.
“Por otro lado, si los padres o cuidadores no brindan suficiente apoyo, o si ellos fueron la fuente del trauma, es más probable que el niño experimente los efectos negativos de esa experiencia”, dice.
El trauma complejo, que es la exposición repetida a eventos o experiencias angustiosas durante un período de tiempo, puede ser particularmente generalizado.
El trauma infantil puede afectar las relaciones porque aprendemos sobre los lazos emocionales temprano en la vida. Entonces, cuando las personas de las que dependemos para sobrevivir nos lastiman o no están presentes, puede afectar la forma en que vemos la conexión humana.
La edad también puede desempeñar un papel. Nuestros cerebros se desarrollan rápidamente desde recién nacidos hasta la niñez. Entonces, en general, cuanto mayor sea usted cuando ocurra el trauma, menos puede afectar sus relaciones futuras. Por ejemplo, si tuvieras 14 en lugar de 4.
Pero este no es siempre el caso. Muchos otros factores están en juego, como la intensidad del trauma, cuánto tiempo estuvo expuesto y con qué frecuencia ocurrió.
Otra consideración es si tenía otras relaciones satisfactorias a su alrededor en ese momento, como familiares, maestros cariñosos, líderes religiosos u otros adultos que se sintieran seguros para usted.
Hay innumerables formas en que el trauma infantil podría afectar la forma en que experimentas las relaciones adultas. Este no es el caso para todos, pero puede ser el caso para algunas personas.
Estilos de archivos adjuntos
Tus primeras experiencias ayudan a dar forma a lo que crees sobre el mundo: es un lugar seguro frente a un lugar aterrador, o tal vez en algún punto intermedio.
Aquí es donde la teoría del apego puede entrar en juego: la forma en que te relacionas con los demás para establecer o evitar la intimidad.
De acuerdo con esta teoría, nuestros lazos adultos tienden a reflejar los que establecimos primero con los cuidadores principales.
En base a esto, hay cuatro estilos principales de apego:
Seguro
Alguien con este estilo de apego está abierto a establecer relaciones cercanas y de confianza con otras personas. No dudan en amar y ser amados. No evitan la intimidad y no suelen depender del todo de otra persona.
Ansioso o ansioso-preocupado
Aquellos que establecen este estilo de apego pueden experimentar un miedo significativo a ser abandonados y una necesidad de ser validados constantemente. Además, pueden sentir que su pareja rara vez se preocupa lo suficiente por ellos.
Desdeñoso-evitativo
Alguien con este estilo de apego puede experimentar miedo a la intimidad emocional. Esto podría llevarlos a evitar acercarse demasiado a los demás o a desconfiar de sus seres queridos. Como resultado, a menudo no están emocionalmente disponibles.
Temeroso-evitativo
Las personas con este estilo de apego pueden anhelar la atención y el amor de sus seres queridos, pero al mismo tiempo evitan la intimidad emocional de su parte. Es posible que necesiten sentirse amados y atendidos, pero por lo general evitan desarrollar relaciones románticas cercanas.
Los últimos tres estilos de apego se consideran «apegos inseguros». Estos pueden plantear desafíos únicos en las relaciones adultas.
Si siente que se identifica con alguno de estos últimos tres estilos, es importante que sea paciente consigo mismo a medida que comienza a sanar. Los estilos de apego no son algo que eliges hacer todos los días. Provienen de experiencias tempranas que estaban fuera de su control.
“Estas no son elecciones conscientes”, dice Pearl. “Estas respuestas son la capacidad de nuestro cerebro para adaptarse y sobrevivir en un entorno no enriquecedor”.
Y se pueden trabajar y superar.
Desafíos de confianza
No es raro tener dificultades para confiar en los demás si ha tenido ciertas experiencias tempranas en la vida.
Puede que le resulte difícil confiar en que su pareja estará allí para usted cuando la necesite, o confiar en ella cuando diga que respetará sus necesidades y límites.
También puede dudar de que sea amado, incluso si su pareja es expresiva al respecto.
Estilos de comunicación
El trauma infantil también puede afectar la forma en que te comunicas con los demás cuando seas adulto.
Su estilo de comunicación puede reflejar lo que fue modelado para usted cuando era niño.
Por ejemplo, si creciste en un hogar con peleas de gritos frecuentes, puedes recrear estos intercambios con tu pareja. Puedes creer que así es como abordas los conflictos en una relación.
También puede resultarle difícil expresar verbalmente sus emociones, o incluso hablar sobre lo que es importante para usted.
Algunos estilos de comunicación que pueden estar relacionados con la forma en que otros se comunicaron con usted o con otras personas al principio de su vida incluyen:
- Pasivo: indirecto, abnegado o apologético
- Pasivo agresivo: emocionalmente deshonesto y engreído a expensas de los demás
- Agresivo: inapropiado para algunas situaciones, culpar, controlar, dirigir y atacar
Los estilos de comunicación son algo que aprendes y desarrollas con el tiempo. Del mismo modo, puedes desaprenderlos y aprender a comunicarte de diferentes formas.
recreación del trauma
En algunos casos, puede entrar en algunas relaciones que imitan o refuerzan lo que aprendió de niño. Esto se llama recreación del trauma.
Es posible que se encuentre repitiendo ciclos de su vida temprana y colocándose en situaciones en las que puede volver a lastimarse emocional o físicamente.
Esta no es una elección personal. Puede ser un mecanismo de defensa que te lleve a buscar algo que te resulte familiar. También puede ser un intento inconsciente de sanar al enfrentar los mismos desafíos.
“Si ese trauma sigue sin resolverse, [people] inconscientemente busca el consuelo de lo conocido, incluso si es doloroso”, dice la Dra. Nancy Irwin, psicóloga clínica en Los Ángeles.
Inteligencia emocional
La inteligencia emocional (EQ) se refiere a la capacidad de percibir y manejar las propias emociones y las de otras personas en diferentes situaciones.
En otras palabras, se relaciona con la conciencia y la regulación emocional.
Las personas que han experimentado un trauma infantil pueden tener más dificultades para desarrollar estos aspectos.
Piénselo de esta manera: el trauma infantil puede haber desafiado el desarrollo de todas las herramientas que necesita para su conjunto de herramientas emocionales.
Algunos ejemplos de cómo EQ puede manifestarse en las relaciones incluyen:
- colaboración y cooperación
- empatía
- autoconciencia emocional
- habilidad para expresar lo que sientes
- capacidad de identificar lo que la otra persona puede estar sintiendo
- tendencia a evaluar sus reacciones
- capacidad de hacer una pausa antes de reaccionar
- responsabilidad
- capacidad de vincular sus pensamientos y emociones con sus comportamientos
- capacidad de vincular sus comportamientos con las reacciones emocionales de otras personas
Alguien que haya experimentado un trauma infantil puede tener dificultades para desarrollar una o más de estas habilidades EQ.
Pero EQ es un conjunto de habilidades que se puede aprender y desarrollar a cualquier edad. Se puede agregar a su kit de herramientas a medida que comienza a sanar.
Condiciones de salud mental
La investigación muestra que puede haber un vínculo entre el trauma infantil y el desarrollo de ciertas condiciones de salud mental, como la ansiedad y la depresión.
Todo esto puede afectar sus relaciones interpersonales, en algún nivel.
Solo un profesional de la salud mental capacitado puede diagnosticar estas condiciones o cómo algunos de estos síntomas afectan sus relaciones.
La curación de un trauma infantil es posible. Hay muchas maneras en las que puedes iniciar tu camino para sentirte mejor y establecer relaciones más satisfactorias.
Terapia
La psicoterapia, también llamada terapia de conversación, puede ser una excelente manera de procesar su pasado y examinar cómo pueden estar afectando el presente.
Contar con el apoyo de alguien que se especialice en trauma marca la diferencia. Podrán escucharte sin juzgarte y guiarte paso a paso hacia mejores relaciones y una mayor conciencia de ti mismo.
La desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares (EMDR) se considera el tratamiento de primera línea del trauma.
La terapia cognitiva conductual (TCC), en particular la reescripción de imágenes, también puede ayudar a abordar la reactividad traumática y los pensamientos y recuerdos relacionados con el trauma. De hecho, la investigación muestra que este tipo de TCC también puede ser beneficioso para tratar el trauma infantil.
Puede encontrar un terapeuta que se especialice en trauma a través de la herramienta Find a Clinician de la Sociedad Internacional para Estudios de Estrés Traumático.
Encuentre más información sobre cómo obtener una terapia asequible.
trabajo interior
La conciencia también puede ser un camino personal hacia la curación. Aquí hay algunos libros que analizan el trauma desde diferentes perspectivas o exploran aspectos importantes de las relaciones:
cuidado de la relación
Es posible que desee compartir los detalles de su experiencia traumática o puede que no. Ambas opciones son válidas y dependen totalmente de usted.
Si te sientes listo para compartir, puedes explicarles a quienes te rodean que eres consciente de que tu trauma infantil puede estar afectando la dinámica de tu relación y que estás trabajando activamente en ti mismo.
Si se siente listo y seguro, también puede considerar compartir fragmentos de su historia con su pareja o amigos para brindar algo de contexto. No es necesario revelar todo a la vez. Puede intentarlo paso a paso y ver cómo se siente.
Considere el consejo de Brené Brown aquí: «Comparta con personas que se han ganado el derecho de escuchar su historia».
Pero recuerda, no tienes que compartir tu historia para sanar.
Si usted y sus seres queridos están abiertos a ello, la terapia de relaciones también puede ser un gran recurso a considerar.
Cuidados personales
Es importante llenar tu propia copa mientras trabajas para sanar tus relaciones.
Si bien trabajar con un terapeuta certificado e informado sobre el trauma puede ayudarlo mucho, es posible que también desee participar en algunas actividades de amor propio que complementen su proceso de curación.
Hay algunas opciones de estilo de vida respaldadas por la ciencia que puede considerar para mejorar su calidad de vida en general.
Algunos de estos incluyen:
- Dieta. Una dieta balanceada con alimentos enteros y ricos en nutrientes puede ayudarlo a sentirse mejor en general.
- Ejercicio. Al menos 30 minutos de ejercicio moderado, cinco veces por semana, pueden mejorar su salud.
- Consciencia. Algunas prácticas como el yoga o la meditación pueden proporcionar tiempo de relajación.
- Dormir. Dormir de 7 a 9 horas todas las noches puede ayudar a disminuir la niebla mental y las…