“La más básica de todas las necesidades humanas es la necesidad de comprender y ser comprendido”. –Ralph Nichols
Siendo humanos, todos tenemos ciertas necesidades básicas. de maslow La jerarquía de necesidades las describe bastante bien y abarca todo lo que generalmente pensamos cuando se trata de lo que necesitamos.
Sin embargo, una de nuestras necesidades más básicas, la necesidad de comprender y ser comprendido, rara vez recibe mucha atención.
Debería.
Sin la capacidad de entender lo que otros dicen o el significado detrás de sus palabras, podemos perder pistas importantes, perder oportunidades, no ver los cambios a tiempo para reaccionar adecuadamente y tomar una dirección totalmente diferente. Peor aún, si carecemos de comprensión, somos más propensos a actos egoístas que a ayudar a los demás.
De manera similar, sin que otros puedan entendernos, a menudo nos quedamos confundidos, frustrados, pasados por alto, enojado, mal interpretado y dado por sentado. Incluso podríamos sentirnos tristes y deprimidoparticularmente si ser malinterpretado es una constante y no hacemos nada para ayudar a remediar la situación.
¿Cómo podemos trabajar para mejorar nuestra capacidad de entender a los demás y hacer que les sea más fácil entendernos? Gran parte de las siguientes recomendaciones siguen un enfoque de sentido común, pero puede haber algunos ángulos nuevos a considerar.
- Piensa primero, luego habla. Comience por pensar en lo que va a decir, mucho antes de decirlo. Si esto es difícil, emplee la técnica de inhalar y exhalar. Tome una o dos respiraciones profundas (puede hacerlo sin parecer demasiado obvio) mientras considera cómo quiere enmarcar sus palabras. ¿Cuál es el propósito de su conversación? ¿Necesita informar, solicitar información, pedir ayuda, ofrecer simpatía, aliento o consejo? Cuando tenga claro por qué necesita decir algo, es probable que su mensaje sea mejor recibido y entendido.
- Evite la jerga. El hecho de que ciertas palabras sean de uso constante en los medios de comunicación, entre amigos, por parte de los políticos o en las redes sociales, no significa que favorezcan una mejor comprensión en las conversaciones o discusiones. De hecho, la jerga y los clichés tienden a producir el efecto contrario. La mayoría de las personas se desconectan, pensando que han escuchado esto antes y saben a dónde va. Cualquier esperanza que tenga de que entiendan su punto de vista o se involucren en lo que está diciendo se desvanece rápidamente. Encuentre mejores palabras y frases descriptivas, use verbos activos y mantenga las oraciones cortas. Los demás no solo comenzarán a escucharte, sino que también absorberán más de lo que dices.
- Di menos, significa más. Otra sugerencia práctica es decir menos palabras, pero elegirlas sabiamente. Las personas tienden a perder la concentración o el interés cuando una conversación se prolonga. Ve al grano lo más rápido posible. Además, si te ganas la reputación de ser exacto y preciso, que no se burla ni desperdicia el tiempo de los demás con palabras vacías, la gente te escuchará más y probablemente entenderá mejor lo que dices cuando hablas.
- Piensa en lo que dices. La mayoría de las personas tienen una habilidad innata para detectar falsedades cuando otros hablan. Sus palabras son sólo una parte del proceso de comunicación. El tono, el lenguaje corporal, el énfasis en las palabras o la falta de ellas, las expresiones faciales, la respiración, el rubor, la sudoración y otros signos físicos también transmiten emoción, convicción o una desconexión entre lo que se dice y lo que el hablante quiere decir o cree. Asegúrate de decir la verdad de acuerdo con los valores que aprecias y lo que crees de todo corazón.
- No insistir en el punto. Demasiados de nosotros bromeamos, tal vez pensando erróneamente que más es mejor, que continuar insistiendo en el punto de alguna manera lo hará más claro. En la mayoría de los casos, no lo hará. Las excepciones pueden ser si usted es un profesor que explica alguna teoría complicada a estudiantes principiantes, o un cirujano que analiza los posibles riesgos y beneficios de un procedimiento quirúrgico propuesto. El punto es saber cuándo es el momento de dejar de hablar. Una vez que haya entregado su mensaje, tome un respiro. Permita tiempo para que el oyente digiera y procese lo que ha dicho y responda en consecuencia. La conversación es un intercambio bidireccional, no solo unidireccional.
- Aprende a escuchar. De vital importancia es que desarrolles tus habilidades de escucha. En lugar de anticipar lo que va a decir y desconectarse del orador, mantenga su enfoque y concentración en lo que él o ella está diciendo. Si desea desarrollar una mejor comprensión de los demás, debe escuchar lo que dicen. Entonces, sea un oyente activo. Esto no solo es respetuoso, es necesario para el proceso de entender y ser entendido.
- Utilizar una comunicación no verbal adecuada. Además, reconozca que comprender a los demás a veces significa responder de manera no verbal. En lugar de un sermón sobre lo que hizo mal, tal vez lo que realmente se necesita es un abrazo o una mirada comprensiva. Las acciones también son expresiones de comprensión y esta es una técnica en la que puedes trabajar para mejorar tanto tu comprensión de los demás como la de ellos sobre ti.