Desarrollar sentimientos románticos por tu terapeuta es común y se llama transferencia. He aquí por qué sucede y cómo manejarlo.
¿Alguna vez has pensado «Amo a mi terapeuta»? Si es así, trate de no sentirse avergonzado, avergonzado o incómodo al respecto.
Enamorarse de su terapeuta sucede más a menudo de lo que piensa, y se puede atribuir a un concepto llamado transferencia.
La transferencia es cuando rediriges tus sentimientos o pensamientos de un individuo hacia otro.
Según Iris Waichler, MSW, LCSW, la transferencia puede ocurrir dentro de la dinámica cliente-terapeuta cuando un cliente trae fuertes sentimientos y necesidades emocionales relacionadas con una relación a su relación terapéutica actual. También puede ocurrir cuando se colocan aspectos de la relación anterior de una persona en su actual profesional de salud mental.
Por otro lado, la contratransferencia es cuando el terapeuta experimenta la transferencia con su cliente. En pocas palabras, el terapeuta se enamora del cliente.
La transferencia puede ser un acto consciente o inconsciente.
También puede ocurrir dentro de otros tipos de relaciones, que incluyen:
- padres
- maestros
- medicos
- cuidadores
- otras figuras de autoridad
La transferencia también puede ocurrir con otras emociones, como la ira, el apego o el miedo.
Waichler explica: “La relación terapéutica entre el paciente y el terapeuta es íntima”. Fuertes sentimientos y emociones están involucrados en la terapia, por lo que no es sorprendente que muchas personas desarrollen sentimientos románticos por su terapeuta.
Puedes enamorarte de tu terapeuta por varias razones diferentes, dice Waichler, quien enumera las posibles explicaciones a continuación:
- Miras a tu terapeuta de manera poco realista (p. ej., lo percibes como perfecto y lo idealizas).
- Hablas de emociones fuertes de una relación anterior y/o tu terapeuta puede recordarte una pareja romántica pasada. Por error, asocias estos sentimientos románticos a tu terapeuta.
- Se siente cómodo y seguro en un entorno terapéutico exitoso y podría confundirlo con pasión o amor.
- Los pacientes a menudo ven a los terapeutas como figuras de autoridad, personas que pueden ayudar a aliviar el dolor emocional y el trauma. Los sentimientos de gratitud pueden percibirse como amor.
- Es posible que no haya experimentado una relación íntima saludable. Puede sentirse seguro teniendo sentimientos por su terapeuta porque no serán correspondidos (en una relación ética y profesional).
- Tiene necesidades insatisfechas en sus relaciones, y sus sesiones a menudo pueden discutir temas relacionados con el amor y/o el sexo. En este caso, la transferencia puede ocurrir.
- Puede compartir sus pensamientos y sentimientos más íntimos y no ser juzgado ni ridiculizado por su terapeuta. Puede parecer natural que te “enamores” de alguien que te ofrezca esta atención incondicional, un entorno seguro y comodidad.
Estás enamorado de tu terapeuta pero no sabes qué hacer al respecto. ¿Cuál es el mejor curso de acción? He aquí algunas sugerencias sobre qué hacer y qué no hacer.
Acepta tus sentimientos
“Muchos pacientes tratan de negar o ignorar estos sentimientos juzgándose a sí mismos de manera negativa”, dice Waichler. Pero este enfoque no es exactamente útil. Ella explica que reprimir los sentimientos no hace que desaparezcan; en cambio, en realidad pueden volverse más fuertes.
Su primer paso es tratar de reconocer y aceptar sus sentimientos por su terapeuta. A partir de ahí, puedes descubrir cómo seguir adelante.
Habla con tu terapeuta
No importa cuán incómodo pueda parecer, Waichler recomienda que tu terapeuta sepa que tienes estos sentimientos.
“El terapeuta debe saber esto para poder usarlos en la terapia para comprender por qué han ocurrido y brindar información sobre cómo manejarlos”, explica. “Puede ser una manera profunda para que los pacientes comprendan más sobre sí mismos y sus relaciones íntimas”.
Explora estos sentimientos
“Esté dispuesto a explorar este tema en la seguridad de una relación cliente/terapeuta”, dice Waichler.
Ella dice que los sentimientos románticos por su terapeuta pueden ser el resultado de necesidades insatisfechas en las relaciones románticas que ocurren fuera de la terapia. Pero hay muchas otras razones posibles (como se indica arriba).
Puede ser útil discutir esta experiencia con su terapeuta para llegar a la raíz en un ambiente seguro y sin prejuicios y resolverla en consecuencia.
“No sabotee sus sesiones de terapia evitando la transparencia o la honestidad”, agrega Waichler. “Solo comprometerá el éxito de su terapia y retrasará un resultado exitoso de salud mental”.
juzgate a ti mismo
Puede juzgarse a sí mismo con dureza si cree que esta situación es poco común. “Los pacientes deben comprender que esta dinámica ocurre en las relaciones terapéuticas y que no es inusual, vergonzosa, bochornosa o anormal”, dice Waichler.
Así que trata de ser amable contigo mismo mientras exploras estos sentimientos.
esperar reciprocidad
Recordatorio amistoso: el hecho de que sienta que está enamorado de su terapeuta, no significa que su terapeuta sienta lo mismo por usted.
Waichler advierte que no debe tener expectativas poco realistas de que sus sentimientos serán automáticamente correspondidos. “Comprenda que los terapeutas están sujetos a un código ético que prohíbe una relación inapropiada entre cliente y terapeuta”, agrega.
Detener la terapia
Encontrar un nuevo terapeuta puede sonar atractivo después de decirle a tu terapeuta actual que te estás enamorando de él. Pero esta no es siempre la mejor solución.
“El terapeuta y el cliente deben sentirse seguros de que una vez que estos sentimientos se aborden y discutan abiertamente, no comprometerán la relación terapeuta/cliente y podrán seguir adelante con el cumplimiento de los objetivos de tratamiento acordados mutuamente”, dice Waichler.
Si te estás enamorando de tu terapeuta, trata de no entrar en pánico. Esta es una experiencia común llamada transferencia.
Descubrir y curar la raíz de por qué está experimentando la transferencia puede ayudarlo a lograr relaciones más sanas, incluida la que tiene con su terapeuta. Entonces, en lugar de juzgarse a sí mismo o buscar un nuevo profesional de la salud mental, considere aceptar sus sentimientos y compartirlos en el espacio seguro de su próxima sesión de terapia.