No existe una «cura» ni un «tratamiento» para el síndrome de Asperger; necesita comprensión y apoyo. Muchas personas se beneficiarán del apoyo que les ayude a vivir en un mundo diseñado para personas no autistas.
El síndrome de Asperger es un término antiguo para una forma de autismo que cae bajo el paraguas del trastorno del espectro autista (TEA).
El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, 5ª edición (DSM-5) ya no utiliza el término síndrome de Asperger, pero muchas personas continúan identificándose con la etiqueta.
Si tiene síntomas del síndrome de Asperger, es posible que las diferencias en sus experiencias sensoriales, interacciones sociales y comunicación dificulten la interacción con personas no autistas, lo que genera malentendidos.
Algunas personas encuentran que obtener apoyo adicional, como psicoterapia o terapia ocupacional, puede ayudarlos a sobrellevar diversas dificultades.
No importa cuánto apoyo necesite, puede encontrar beneficios al aprender a manejar su salud mental y desarrollar habilidades de afrontamiento.
Según el DSM-5, existen tres niveles de autismo:
- Nivel 1: requiriendo apoyo
- Nivel 2: que requieren un apoyo sustancial
- Nivel 3: que requieren un apoyo muy sustancial
El síndrome de Asperger habría estado en el «Nivel 1», lo que significa que requiere menos apoyo que otras formas de autismo.
tipos de terapia
Si tiene el síndrome de Asperger, es posible que tenga problemas para relacionarse con los demás o interpretar sus sentimientos. También puede expresar sus emociones de diferentes maneras. Esto a veces puede causar una ansiedad significativa.
Es posible que hayas crecido sintiéndote «diferente» o diferente a tus compañeros. Puede sentir que los demás no lo entienden o no saben cómo comunicarse con usted de la manera que le gustaría. A menudo, las personas encuentran esto solo y aislado.
Estos factores pueden dificultar las interacciones sociales cotidianas, incluida la vida escolar, la vida laboral y las relaciones con la familia y los amigos.
Muchos adultos aprenderán a interactuar con personas no autistas, lo que puede facilitar la comunicación, pero también puede resultar agotador.
Es posible que descubra que hablar con un profesional de la salud mental que se especialice en autismo o síndrome de Asperger puede ayudarlo a lidiar con el estrés, la ansiedad y la depresión. Pueden ayudarlo a identificar y conectarse con sus fortalezas y manejar los desafíos.
Diferentes tipos de terapia pueden ayudarlo a manejar los desafíos sociales y conductuales que causan ansiedad en su vida diaria. Estos pueden incluir:
- Terapia cognitiva conductual (TCC), que puede ayudarlo a controlar sus emociones y patrones de comportamiento.
- Terapia ocupacional, que se enfoca en sentirse mejor acerca de las interacciones sociales, desarrollar habilidades de cuidado personal, mejorar las habilidades motoras y la terapia de integración sensorial para ayudar a reducir la sensibilidad a los ruidos, las luces, los sonidos o el tacto.
Manejar las condiciones de salud mental existentes
Muchas personas con síndrome de Asperger viven con problemas de salud mental, como:
Es posible que descubra que recibir tratamiento para cualquier otra afección puede ayudarlo a mejorar su calidad de vida. Estos tratamientos pueden incluir terapia de conversación, medicamentos o ambos.
Según una revisión de 2019, las condiciones de salud mental son comunes en los TEA. La revisión informó que en las personas autistas:
Pasar tiempo con los animales
Algunas personas autistas descubren que la interacción con animales proporciona una sensación de conexión y compromiso que a veces es difícil de encontrar en la vida diaria. La equinoterapia, una forma de terapia en la que interactúas con caballos o los montas, ha ayudado a algunas personas.
También puedes hablar con tu médico o terapeuta sobre la posibilidad de adoptar un animal de apoyo emocional, como un perro o un gato.
Terapias alternativas
Algunas personas autistas descubren que la musicoterapia les ayuda a sentirse conectados con los demás. La música es una forma no verbal y gentil de relacionarse con los demás, proporcionando un medio para la comunicación.
Al igual que la musicoterapia, la arteterapia puede proporcionar otra forma de comunicarse y conectarse con los demás. Estas salidas creativas también pueden ayudar a reducir la sobrecarga sensorial al proporcionar estimulación auditiva y táctil.
Los métodos de relajación, como masajes, yoga, caminar en la naturaleza o escribir un diario, ayudan a muchas personas a desestresarse, brindándoles más energía para afrontar el día.
dieta y nutricion
Algunos profesionales médicos creen que existe un vínculo entre el autismo y la dieta. Debido a esto, muchas personas autistas evitan cosas como el gluten o la caseína, y pueden tomar suplementos como los ácidos grasos omega-3 o la vitamina B12.
Aún así, no hay mucha investigación sobre la dieta y el síndrome de Asperger. Según una revisión de 2017, hay poca evidencia de que las dietas especializadas tengan beneficios para los niños autistas.
También es importante tener en cuenta que restringir demasiado la dieta puede provocar deficiencias nutricionales.
En general, seguir una dieta balanceada llena de nutrientes, centrada en frutas, verduras, granos integrales y proteínas magras, puede proporcionar muchos beneficios para la salud mental y física de todos.
Encontrar apoyo
Encontrar comunidades de apoyo, en línea o en persona, para conectarse con otras personas autistas puede sentirse validado y ofrecerle un espacio para conectarse con personas que comparten experiencias similares.
Tener un entorno de trabajo de apoyo y recibir adaptaciones según sea necesario en el trabajo o en el entorno laboral puede marcar una gran diferencia en su vida cotidiana.