Cuando estás tomando un examen o disfrutando de una taza de café, ciertas partes de tu cerebro están muy ocupadas. Una fMRI nos permite capturar parte de esta actividad.
La resonancia magnética funcional (fMRI) ha revolucionado el estudio de la mente. Esta avanzada tecnología de neuroimagen permite a los investigadores y médicos observar la actividad del cerebro de forma segura, sin dolor y de forma no invasiva.
Una resonancia magnética funcional se puede utilizar para una variedad de propósitos, desde controlar la enfermedad de Parkinson hasta ver cómo funciona un determinado medicamento en el cerebro.
Si tiene programada una resonancia magnética funcional, entender qué es y cómo funciona puede ayudarlo a sentirse más cómodo.
Inventada a principios de la década de 1990, la resonancia magnética funcional (fMRI, por sus siglas en inglés) es un tipo de tecnología de imágenes cerebrales no invasivas que detecta la actividad cerebral midiendo los cambios en el flujo sanguíneo.
Una fMRI puede revelar qué parte del cerebro está activa durante funciones específicas, como levantar el brazo o simplemente pensar en algo. Los investigadores y los médicos pueden usar esta información para comprender, diagnosticar, monitorear y tratar mejor varias afecciones.
Una fMRI se basa en la misma tecnología que la resonancia magnética nuclear (RMN), una herramienta de exploración que utiliza un potente magnetismo y ondas de radio para producir imágenes del cuerpo. Sin embargo, hay diferencias importantes entre los dos.
Una resonancia magnética toma imágenes de la estructura de su cerebro: puede ver quistes, tumores, hematomas, sangrado y anomalías estructurales.
Cuando obtiene una resonancia magnética, la exploración busca asegurarse de que todo tenga el tamaño correcto o esté en el lugar correcto. Por ejemplo, ¿hay signos de daño, como hematomas? Si es así, podría haber una conmoción cerebral.
Por el contrario, una fMRI toma imágenes de la actividad de su cerebro mientras realiza una función particular. Incluso puede «ver» sus pensamientos y sentimientos. Una fMRI esencialmente está creando un mapa funcional sobre las imágenes del cerebro.
Durante una resonancia magnética funcional, se le puede pedir que realice una tarea, como levantar el brazo o pensar en la palabra «verano». Estas tareas activan su cerebro para que la fMRI pueda medir la actividad de su cerebro.
Otras veces, es posible que se le pida que simplemente se relaje en el escáner; esto se conoce como IRMf en estado de reposo (rs). Una rs-fMRI ayuda a definir la conectividad cerebral típica y atípica en una variedad de condiciones.
Una resonancia magnética funcional utiliza un campo magnético poderoso, decenas de miles de veces más fuerte que el campo magnético de la Tierra, para detectar actividad en diferentes partes del cerebro.
¿Qué significa cuando un área del cerebro está “más activa”? ¿Y cómo detecta la fMRI esta actividad?
Un área del cerebro se considera más activa cuando sus neuronas comienzan a enviar más señales eléctricas que antes. Por ejemplo, si cierta área del cerebro está más “activa” cuando levantas la pierna, entonces esa parte del cerebro se considera responsable de ese movimiento.
Una fMRI mide indirectamente esta actividad eléctrica al detectar cambios en los niveles de oxígeno en la sangre. Esto se denomina respuesta dependiente del nivel de oxígeno en la sangre (BOLD).
Así es como funciona esto:
Cuando las neuronas se vuelven más activas, requieren más oxígeno de los glóbulos rojos. Para lograr esto, ensanchan los vasos sanguíneos circundantes para permitir un mayor flujo de sangre. Así, cuando las neuronas están más activas, la concentración de oxígeno también aumenta.
La sangre oxigenada produce menos alteraciones de campo que la sangre desoxigenada, lo que permite que la señal de las neuronas (que en realidad es hidrógeno en el agua) dure más. Entonces, cuando la señal permanece más tiempo, la fMRI sabe que hay más oxígeno en esa área y, por lo tanto, más actividad.
Esta actividad está codificada por colores en las imágenes fMRI resultantes.
Las IRMf se utilizan ampliamente tanto en entornos clínicos como de investigación. Esta tecnología nos permite comprender mejor cómo funciona el cerebro tanto en condiciones sanas como enfermas.
En la práctica clínica, la mayoría de las IRMf se realizan poco después del diagnóstico. Las imágenes cerebrales resultantes pueden ayudar a su equipo de atención médica a decidir un plan de tratamiento y si la cirugía podría ser una buena opción.
Una resonancia magnética funcional también se realiza comúnmente justo antes de la cirugía cerebral para ayudar al neurocirujano a prepararse.
Una resonancia magnética funcional se puede utilizar para:
- diagnosticar condiciones
- plan para una cirugía u otros tratamientos
- detectar anomalías
- ver qué regiones del cerebro son responsables de funciones importantes
- evaluar los efectos cognitivos de enfermedades y lesiones, como epilepsia, conmoción cerebral o cáncer
- determinar la eficacia del fármaco
- ayudar con el desarrollo de fármacos
- comprender los trastornos cerebrales
- examinar cómo se forman los recuerdos
- observar cómo el cerebro maneja funciones críticas como el pensamiento, las respuestas emocionales, el aprendizaje, el movimiento, la sensación o el habla (llamado mapeo cerebral)
- buscar biomarcadores de enfermedades
- monitorear la terapia
Una fMRI también podría usarse para detectar lo siguiente:
La resonancia magnética funcional también se usa a menudo para estudiar cerebros sanos. En un estudio a pequeña escala de 2015 con ocho participantes, los investigadores utilizaron IRMf para examinar la función cerebral durante la toma de decisiones arriesgadas. Los participantes tenían que decidir entre realizar una apuesta arriesgada o segura en función de sus posibilidades de ganar (altas o bajas).
En el primer experimento, se les dijo a los participantes sus posibilidades de ganar al mismo tiempo que se les daba la oportunidad de apostar. En un segundo experimento, la oportunidad se presentó antes que la oportunidad de apostar.
Los hallazgos muestran que cuando los participantes conocían las probabilidades antes de la oportunidad de apostar (y tenían esta información en mente), tenían más control sobre sus comportamientos de riesgo. Esto se demostró mediante la activación cerebral en regiones asociadas con el control y el conflicto. Los participantes mostraron tiempos de reacción más rápidos y un mejor rendimiento.
Una unidad fMRI consiste en una mesa plana que se desliza dentro de un gran tubo en forma de cilindro rodeado por un imán circular. Las máquinas de IRMf «abiertas» están abiertas por los lados.
Antes de su fMRI, recibirá instrucciones sobre cómo prepararse y qué esperar.
Antes del escaneo
No hay preparativos importantes antes de una resonancia magnética funcional, ya que no hay inyecciones ni procedimientos invasivos.
Sin embargo, deberá quitarse el teléfono, las joyas, los anteojos, las monedas o cualquier objeto de metal (es probable que estas pertenencias se coloquen en un casillero seguro). Es posible que también sea necesario quitar los parches de medicamentos, ya que el metal del parche podría calentarse durante la resonancia magnética funcional. Mantenga otro a mano para aplicar después del procedimiento.
Cualquier implante o dispositivo médico (como un stent) también puede tener que ser retirado antes de la resonancia magnética funcional.
Si está embarazada o tiene algún problema de salud, alergias, problemas para acostarse boca arriba o claustrofobia (miedo a los espacios reducidos), hable con su médico para que le ayude a elaborar un plan.
Durante el escaneo
Durante la resonancia magnética funcional, se acostará boca arriba sobre una mesa de exploración plana que se enrolla en un imán tubular largo. Es posible que le den instrucciones, como apretar su mano derecha o pensar en ciertas palabras. Estas actividades están codificadas por colores en las imágenes del cerebro, lo que le permite al médico ver un mapa de su actividad cerebral.
El proceso es indoloro, pero algunas personas pueden sentirse molestas por el pequeño espacio o los ruidos fuertes que hace la máquina. Una fMRI típica dura entre 40 y 55 minutos.
Después del escaneo
Una vez que se complete la resonancia magnética funcional, el tecnólogo deslizará la mesa de exploración fuera de la máquina y lo ayudará a levantarse. Puede recoger sus pertenencias y abandonar el área de escaneo. Su médico recibirá un informe de los resultados de su fMRI que se utilizará para planificar su atención.
Antes de que se inventara la resonancia magnética funcional, la única forma de identificar el centro de habilidades motoras o del lenguaje del cerebro era estimular el cerebro durante un procedimiento invasivo, como una cirugía. Con fMRI, ahora tenemos una forma segura, indolora y no invasiva de ver la actividad cerebral.
Si desea obtener más información, hay muchos sitios en línea y videos que explican la resonancia magnética funcional. Este video brinda una descripción detallada de cómo funciona la fMRI.