¿Es natural hablar solo?

Hablar contigo mismo es una parte natural del comportamiento humano. Aquí está la primicia sobre por qué participamos en el diálogo interno y cómo sobrellevarlo.

Todos nos hemos sorprendido soltando palabras o frases en un momento u otro. A veces, este diálogo interno ocurre en la privacidad de nuestro hogar. Y a veces, ocurre en el momento más inoportuno, como durante una reunión de negocios.

Aunque conversar contigo mismo es natural, puedes sentir vergüenza y vergüenza si crees que otras personas han escuchado tus divagaciones.

Pero no eres el único que participa en discusiones autodirigidas. Puede ser un medio de expresión saludable que puede ofrecer varios beneficios para su salud mental.

La Asociación Estadounidense de Psicología define el diálogo interno como el acto de verbalizar palabras o frases para uno mismo, ya sea en voz alta o en silencio en su cabeza.

A pesar del estigma asociado con hablar solo, es un fenómeno común que generalmente no indica una condición de salud mental.

Hablar contigo mismo en voz alta es una parte natural del desarrollo y comportamiento humano. Según un estudio de 2018, los niños generalmente comienzan a hablarse a sí mismos a la edad de 2 o 3 años, y esto continúa desarrollándose hasta los 5 años. A partir de esa edad, el diálogo interno abierto disminuye lentamente pero rara vez desaparece por completo.

Aún así, el diálogo interno puede ocurrir en personas con condiciones de salud mental específicas, como la esquizofrenia. Pero aunque una persona con esquizofrenia puede parecer que habla consigo misma, es más probable que responda a alucinaciones auditivas o visuales asociadas con la afección.

No solo es natural hablar contigo mismo, sino que también podría ser beneficioso para tu salud mental.

Un estudio de 2019 sugiere que participar en un diálogo interno externo puede desempeñar un papel en la autorregulación emocional, el control de los impulsos y las acciones de orientación. También puede estimular la memoria y ayudar a manifestar sus intenciones.

Terapéuticamente, el diálogo interno en forma de autoafirmaciones positivas puede ayudar a revertir los efectos del pensamiento negativo. El pensamiento negativo a menudo se asocia con condiciones de salud mental como la depresión o la ansiedad.

En general, hablar contigo mismo puede presentarse de tres formas: positiva, negativa e instructiva o neutral.

Puede usar el diálogo interno para:

recuerda cosas

Repetir palabras en voz alta puede ayudarlo a recordar o encontrar cosas. Por ejemplo, si está tratando de ubicar las llaves de su auto, puede repetir en voz alta «llaves del auto» mientras busca en la casa.

También puede usar el diálogo interno para recordar números de teléfono, horarios de citas o direcciones.

Enfócate en tareas difíciles

Este tipo de charla interna puede ocurrir cuando estás haciendo algo complejo, como ensamblar muebles. Por ejemplo, puede verbalizar las instrucciones a medida que las completa para asegurarse de no omitir ningún paso.

Motívate a tí mismo

¿A punto de entrar en una gran reunión de negocios? O tal vez estás tratando de reunir el deseo de ir al gimnasio. De cualquier manera, puede participar en un diálogo interno para reforzar su confianza en sí mismo y su motivación.

Practica lo que le vas a decir a alguien

A veces, hablar con otros sobre temas difíciles es un poco desconcertante. Digamos, por ejemplo, que le gustaría hablar con su pareja sobre su comportamiento, pero no está seguro de cómo expresarlo. En este caso, podrías repasar varios escenarios verbales posibles en voz alta hasta que descubras lo que dirás.

Además, las personas que tienen dificultades con las situaciones sociales pueden usar el diálogo interno para ensayar palabras y frases que quieren usar en una conversación.

Procesar emociones

Cuando está sorteando desafíos emocionales, puede dejar escapar los pensamientos que le vienen a la mente. Es posible que de repente digas: «Eso es todo, ese es el problema», cuando te das cuenta de que hay una solución para algo que te preocupa.

Criticarse o menospreciarse a sí mismo

Aunque todos nos hemos involucrado en este tipo de diálogo interno, vocalizar frases como “Soy tan estúpido” o insultarte a ti mismo en voz alta puede dañar tu autoestima y confianza.

Aunque no tiene nada de malo tener conversaciones contigo mismo, si deseas reducir la frecuencia, existen estrategias que podrían ayudarte. Por ejemplo, podrías probar:

  • examinando por qué estás participando en el diálogo interno: ¿Estás tratando de tomar una decisión importante? Si es así, podría considerar escribir sus pensamientos en un diario en lugar de verbalizarlos en voz alta.
  • participar en el ejercicio de la boca: A veces, presionar la lengua contra el paladar cuando siente la necesidad de hablar puede ayudar a controlar el diálogo interno. También puede intentar masticar chicle o pronunciar las palabras en lugar de verbalizarlas.
  • programar tiempo de chat contigo mismo: Ya sea que ese momento sea en la ducha, conduciendo o solo en casa, programar un autochat externo puede brindarle el tiempo expresivo que necesita sin que otros lo escuchen.

Aunque, en la mayoría de los casos, el diálogo interno no es motivo de preocupación, puede estar asociado con afecciones de salud mental como la esquizofrenia o la psicosis. Es útil comprender la diferencia entre el diálogo interno natural y otros síntomas que pueden indicar otra cosa.

Un indicador de que puede ser otra cosa es cuando las palabras o frases son respuestas a voces o imágenes que escuchas o ves.

Si cree que está escuchando una voz que no es la suya o está experimentando otros síntomas de esquizofrenia, considere hablar con un profesional de salud mental sobre sus inquietudes.

Si bien puede sentirse avergonzado si alguien más lo escucha hablar solo en voz alta, el diálogo interno es natural y la mayoría de las personas lo hacen de vez en cuando.

Además, tener discusiones autodirigidas puede ser una forma saludable de tomar decisiones, concentrarse en las tareas y aumentar la motivación.

Aún así, si su diálogo interno le molesta, hay cosas que puede hacer para ayudar a reducir su frecuencia. Esto incluye hablar con un profesional de salud mental sobre sus preocupaciones.