Su brújula moral, conciencia y ética pueden sonar como el mismo conjunto de valores, pero su brújula moral a veces puede alejarlo de las leyes sociales rígidas.
Cuando se enfrenta a una decisión o se le pide que exprese una opinión, su forma de reaccionar suele estar determinada por los valores personales que ha adquirido a lo largo de su vida.
Algunos de estos valores, los que dictan cómo determinas el bien del mal, conforman tu brújula moral. En momentos en que las normas sociales relativas a los derechos humanos y la conducta entran en conflicto con sus creencias, su brújula moral es lo que guía su comportamiento.
La moralidad es lo que define si una acción se percibe como buena o mala, adecuada o inadecuada. La moral guía su comportamiento individual dentro de una sociedad.
Tu brújula moral es tu conjunto personal de creencias y valores con respecto al bien y al mal. La moral no es fija. Pueden cambiar a medida que enfrenta nuevas experiencias en la vida, adquiere conocimientos o enfrenta dificultades.
La brújula moral de todos es única. Aunque muchos conceptos de moralidad parecen ser universalmente aceptados, dentro de esas creencias fundamentales puede haber consideraciones morales ilimitadas.
Los términos “moral” y “ética” a menudo se usan indistintamente, pero no son lo mismo.
La ética puede alinearse con la moral, explica Carleton, pero la ética tiende a ser los estándares culturales y sociales que describen cómo se espera que se comporte “todos”.
“Si bien la brújula moral de una persona puede influir en sus decisiones éticas, la ética es más un conjunto de normas o reglas impuestas externamente que deben seguirse para mantener el orden social y evitar el caos”, dice.
Un ejemplo de ética serían las consecuencias de la deshonestidad, como hacer que el fraude sea ilegal bajo cualquier circunstancia.
Un ejemplo de moralidad podría ser aceptar que la deshonestidad está mal, excepto en ciertas situaciones, como hacerlo para protegerse a sí mismo oa otra persona.
Los conceptos modernos de desarrollo moral fueron iniciados por el psicólogo Jean Piaget, quien creía que surgía en etapas, cada una basada en experiencias de vida.
Más tarde, el marco de Piaget fue ampliado por el psicólogo Lawrence Kohlberg, quien sintió que el desarrollo moral era parte de tres fases en la infancia, cada fase definida por etapas de aprendizaje que determinaban la alineación moral.
Fase 1: Preconvencional
- Nivel 1: Los comportamientos son impulsados por la evitación del castigo.
- Etapa 2: Los comportamientos son impulsados por recompensas o satisfacción de necesidades personales.
Fase 2: Convencional
- Etapa 3: Los niños son impulsados por el deseo de obtener la aprobación de los demás.
- Etapa 4: Los niños comienzan a considerar las leyes y reglas de la sociedad que los rodea.
Fase 3: Posconvencional
- Etapa 5: Los derechos individuales se vuelven más importantes que la ley social.
- Etapa 6: Las decisiones morales se basan en la perspectiva de todas las personas potencialmente afectadas.
Kohlberg creía que no todos alcanzarían el nivel final de desarrollo de la brújula moral en su vida.
No siempre es fácil distinguir el bien del mal, pero puede comenzar a comprender su brújula moral a través de varios métodos que recomienda Carleton.
Autorreflexión
Su brújula moral se compone de sus creencias, por lo que puede ser útil revisarlas activamente a lo largo de su vida. Puedes hacer esto haciendo preguntas como:
- ¿En qué creo?
- ¿Qué valores son importantes para mí en los demás?
- ¿Qué está pasando en el mundo que me rodea con lo que estoy de acuerdo o en desacuerdo?
- ¿Cuál es mi posición sobre temas populares de debate?
Expandiendo tus horizontes
Otra forma de definir tu brújula moral, dice Carleton, es aprendiendo sobre las sociedades que te rodean.
“Pensar en cómo las diferentes culturas abordan la moralidad puede ayudarte a descubrir tus propias creencias”, dice. “Además, leer libros o artículos sobre ética puede ayudarlo a ampliar su comprensión de la moralidad y ayudarlo a formular su propio código moral”.
Participar con otros
Está bien no tener claro cuál es su posición con respecto a ciertos temas. La moralidad rara vez es sencilla, y puede haber muchas perspectivas a considerar.
Para ayudar a obtener esos puntos de vista, puede resultarle útil hablar con amigos, familiares o compañeros de trabajo que puedan participar en discusiones abiertas y tranquilas sobre sus posiciones morales.
Tu brújula moral es tu guía personal sobre lo que está bien y lo que está mal. Es algo que comienza a desarrollarse en la niñez y puede cambiar a lo largo de su vida.
La autorreflexión, aprender sobre otras perspectivas globales y hablar sobre valores con amigos y familiares pueden ayudarlo a encontrar su brújula moral.