El perdón es una habilidad crucial, pero ¿puedes también olvidar lo que estás perdonando, y deberías hacerlo?
Todos hemos escuchado el dicho “perdona y olvida” cuando alguien nos ha hecho daño. La idea es que esto mantendrá la paz, preservará las relaciones y mantendrá la mente en calma.
Suena bien, pero ¿realmente puedes hacer eso: perdonar una ofensa y luego olvidarla? ¿Y es esa la mejor acción a tomar?
Debido a que este consejo se ha dado durante mucho tiempo, podría pensar que tiene sus raíces en una profunda sabiduría y que debe ser fácil de seguir.
¿Sabiduría? Sí, en parte. ¿Fácil? No, definitivamente no.
Este adagio con el que todos estamos tan familiarizados podría expresarse mejor como «perdona, pero no olvides».
Saber cómo perdonar a alguien puede ser una habilidad esencial para la vida. Puede salvar amistades, restaurar la fe en nuestros hijos y mantener intactas las relaciones románticas.
Un estudio de 2015 sugiere que hay dos tipos de perdón:
- perdón decisional: tomar una decisión consciente de dejar ir los sentimientos heridos, como la ira y el resentimiento, ponerlos en el pasado y seguir adelante sin los efectos que esos sentimientos pueden traer
- perdón emocional: reemplazar las emociones negativas hacia la persona que te ha hecho daño con emociones positivas como la simpatía, la compasión o la empatía
Los expertos en este estudio sugieren que el perdón emocional puede conducir a niveles más altos de olvido que el perdón por decisión o la falta de perdón.
Un estudio de 2021 también sugiere que olvidar es más fácil con el perdón emocional que con el perdón decisional o sin perdón.
Pero, ¿perdonar a alguien requiere que olvides lo que ha hecho? No necesariamente.
“Perdonar y olvidar” implica que has seguido adelante y ya no piensas en el acto ofensivo. Pero perdonar una ofensa puede ser difícil de hacer.
Un estudio de 2011 sugiere que el perdón puede dar permiso a la persona para continuar con la ofensa. En algunos casos, las personas que hieren a otros pueden manipular el proceso del perdón.
Cuando “olvidar” lo que ha sido perdonado es un desafío, aprender de la experiencia puede ayudar a algunas personas a sobrellevar si se encuentran con ese comportamiento en el futuro.
Aún así, “perdonar y olvidar” no siempre es posible en todas las situaciones. Mientras que algunos pueden aprender de la experiencia, otros pueden perdonar para liberar el pasado y aceptar que lo que sucedió no fue su culpa y que ningún comportamiento podría haberlo cambiado.
Si no olvidas, ¿puedes realmente perdonar? Puede ser difícil perdonar verdaderamente a alguien cuando sabes cuánto te ha lastimado.
Pero nadie dijo que perdonar fuera fácil. Puede ser extremadamente difícil. El perdón puede ser tanto para ti como para la persona a quien se lo concedes.
El perdón puede ayudar a liberar el equipaje emocional, como la ansiedad, la ira y el dolor. Un estudio de 2019 señala que varios estudios han relacionado el perdón con niveles más bajos de depresión y ansiedad.
También señala que el perdón puede incluso mejorar la salud física y el dolor, mientras que la falta de perdón puede aumentar el ritmo cardíaco y la presión arterial.
El estudio de casi 1,000 mujeres de 18 a 40 años encontró que aquellas que perdonaron emocionalmente una ofensa hicieron a la persona menos responsable por la ofensa que aquellas que decidieron perdonar.
Practicar el perdón puede mejorar tu salud emocional y tu felicidad en general, según una revisión de 2016.
Si todavía tiene problemas para perdonar, especialmente cuando no puede olvidar, puede haber algunas buenas razones para seguir intentándolo.
- Perdonar es fundamental para nuestro bienestar emocional. Al negarse a perdonar a alguien, es posible que se esté aferrando a toda la ira y el dolor que sus acciones podrían haber creado. Esto puede tener un costo emocional y físico. Según un estudio de 2016, practicar el perdón podría ayudar a reducir el estrés, la ansiedad y la probabilidad de depresión.
- No olvidamos, aprendemos. Cada experiencia nos enseña algo, incluso las dolorosas. Olvidar significa que estás renunciando a la lección y al crecimiento que puede derivarse de ello. En cambio, considere usarlo para equiparlo mejor para el futuro.
- Perdonar fortalece las relaciones. Todas las relaciones tienen el potencial de profundizarse y prosperar debido a lo que ocurrió. Un estudio de 2011 sugiere que perdonar a tu pareja puede ser crucial para mantener una relación romántica saludable. Perdonar puede alentarlo a comprometerse más a no permitir que ocurran conflictos divisivos y dañinos en el futuro.
- El perdón tiene un efecto positivo en tu salud física. ¿Has escuchado la frase, “Ser devorado por dentro”? De hecho, aferrarse al resentimiento y la ira puede crear problemas dentro de su cuerpo. Esos sentimientos enconados pueden aumentar la presión arterial y la inflamación, lo que lleva a posibles problemas cardíacos.
¿Convencido pero inseguro de cómo empezar? No estás solo.
Si tiene problemas para descubrir cómo comenzar el proceso, tenga en cuenta los siguientes consejos:
- Identifique y articule las cosas que le gustaría perdonar. Con demasiada frecuencia, las heridas y las ofensas se entrelazan y anudan. Es posible que ni siquiera provengan de la misma fuente. Para comenzar el proceso, trata de ser específico sobre lo que te gustaría perdonar.
- Comprende el perdón. El perdón es un proceso y requiere esfuerzo y paciencia.
- Reconoce el perdón. Trate de pensar en lo que el perdón hará por usted, no por ellos.
- Olvídate de olvidar. No es realmente posible olvidar, ni es necesario.
- Encuentra la perspectiva. Esto puede requerir poner cierta distancia entre usted y otra persona, hablar con un amigo o familiar, o incluso buscar asesoramiento.
- Prepárate para repetir el proceso. Puede tomar más de un intento llegar al punto de poder perdonar.
El perdón es una habilidad importante y puede ser positivo. Puede mejorar tanto su salud mental como física y conducir a la resolución y al crecimiento personal en algunos casos.
Y aunque hayas perdonado a alguien, no significa que tengas que olvidar su ofensa.
El perdón es un proceso que puede tomar tiempo y puede requerir un poco de esfuerzo.
Si desea ayuda, considere comunicarse con un profesional de salud mental para obtener orientación. Pueden ayudarlo con los próximos pasos y brindarle herramientas para hacer frente a sus circunstancias.
“Perdonar y olvidar” es una opción, y si eliges no hacer ninguna de las dos cosas, está bien.