¿Pensamientos acelerados que te mantienen despierto por la noche? Puede probar la respiración profunda o la meditación para calmar su mente y descansar bien por la noche.
¿Sientes que tu cerebro nunca se apaga? ¿Tiene problemas para relajarse debido a que piensa demasiado y se preocupa?
¿Alguna vez te has acostado en la cama preguntándote «¿Por qué no puedo quedarme dormido?» o trató sin éxito de aquietar su mente durante unos minutos?
Tenga la seguridad de que no está solo. Una mente ocupada o acelerada le puede pasar a cualquiera, y podría tener muchas causas diferentes.
Conocer las razones por las que no puede apagar su mente puede ayudarlo a determinar las mejores formas de tratar de calmar su mente.
Hay algunos factores comunes que pueden hacer que su cerebro nunca se apague.
Estrés
El estrés es uno de los «sospechosos habituales» cuando parece que no puedes dejar de pensar. El estrés hace que tu cuerpo libere cortisol, y el cortisol te ayuda a mantenerte alerta. Esto significa que tu cerebro también se mantiene alerta, incluso cuando no lo deseas.
El cortisol también puede causar síntomas físicos de ansiedad que pueden impedir que se relaje o duerma. Cosas como un pulso más rápido y una temperatura corporal más alta pueden mantenerlo despierto.
Algunos tipos de estrés que pueden causar un aumento en la liberación de cortisol incluyen:
- una gran transición en la vida, como cambiar de trabajo o mudarse
- un entorno laboral o escolar exigente
- conflicto con otra persona
- preocupaciones financieras
- una agenda apretada con poco tiempo de inactividad
- ser un cuidador
- hacer malabares con más responsabilidades de las que tienes tiempo para
- perturbadores acontecimientos actuales
- principales problemas de salud
- lidiar con el duelo y la aflicción
Estas u otras experiencias estresantes recientes podrían estar causando que su cerebro permanezca alerta y pensando todo el tiempo.
Condiciones de salud mental
La causa a veces puede ir más allá del estrés. Se sabe que ciertas condiciones de salud mental hacen que sea más difícil apagar el cerebro.
- Trastorno de ansiedad. La ansiedad puede causar pensamientos desagradables y síntomas físicos y contribuir a la sobreproducción de cortisol.
- Trastorno bipolar. El trastorno bipolar implica cambios extremos en el estado de ánimo y los niveles de actividad. Se caracteriza por altibajos extremos (manía) y bajos extremos (depresión). Durante un episodio maníaco, puede parecer que sus pensamientos van a 100 millas por hora.
- Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Algunas personas con TDAH descubren que sus mentes siempre están trabajando y rara vez están tranquilas.
- Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). Los pensamientos repetitivos, intrusivos y no deseados son los principales síntomas del TOC.
- Depresión mixta. La depresión con características mixtas incluye algunos síntomas maníacos, pero no los suficientes para cumplir los criterios del trastorno bipolar. La investigación de 2011 sugiere que las personas con depresión con características mixtas pueden tener más problemas con los pensamientos acelerados que las personas con trastorno depresivo mayor (MDD).
Ciertas sustancias
Algunas sustancias dificultan que su cerebro se calme.
La cafeína es una sustancia común que la gente usa para mantenerse despierta y alerta. Muchos de nosotros disfrutamos de la cafeína en el café, los refrescos y el chocolate. Pero puede mantenernos alerta cuando preferimos apagar nuestro pensamiento.
Algunas sustancias, como la cocaína y las metanfetaminas, pueden provocar pensamientos acelerados.
Incluso algunos medicamentos recetados pueden evitar que su mente se asiente. Si experimenta un aumento en los pensamientos acelerados después de comenzar un nuevo medicamento, considere hablar con un profesional de la salud o de salud mental.
Puede ser una buena idea hablar sobre los posibles efectos secundarios de cualquier medicamento antes de tomarlo, para que sepa qué esperar.
No poder apagar la mente puede resultar muy desagradable.
Te mantiene nervioso incluso cuando quieres relajarte. Es posible que le resulte difícil sentirse presente en situaciones en las que desea empaparse y disfrutar. Cuando tu mente está acelerada, podrías:
- se encuentra dando vueltas a través de los mismos pensamientos una y otra vez, pero nunca acercándose más a «resolver» el problema o la inquietud
- reviva recuerdos de errores pasados, imagine los peores escenarios o piense en hacer algo que nunca haría en la vida real
- quedarse despierto por la noche deseando poder apagar el interruptor de su cerebro e irse a dormir
Una mente acelerada puede presentarse junto con los síntomas físicos de la ansiedad, como sudoración, temblores, latidos cardíacos acelerados y enrojecimiento de la cara.
A veces, puede parecer que su cerebro está siendo secuestrado. Incluso cuando se dé cuenta de que está pensando demasiado, reconozca que no es productivo y trate de alejar los pensamientos, simplemente no se detendrán. Es como si los pensamientos tuvieran vida propia.
A pesar de que puede sentir poco control sobre sus pensamientos, hay cosas que puede hacer para ayudar a calmar su mente acelerada y adelantarse a este problema.
Considere probar estas estrategias para ayudar a calmar su mente inquieta.
buscar distracción
Incluso breves períodos de distracción pueden ser muy útiles para frenar los pensamientos acelerados. En un estudio de 2012, se midió la rumia en 26 niñas adolescentes. Las chicas a las que se les ofrecieron breves distracciones rumiaron menos que las que se quedaron solas con sus pensamientos.
Encuentra actividades relajantes
Trate de elegir algo que le resulte relajante y placentero. Esto podría ser un baño tibio, meditación, una rutina relajante de yoga o un libro relajante. También puede ser una buena idea evitar el tiempo frente a la pantalla cuando necesite calmarse.
Escribe tus pensamientos
Algunas personas encuentran que escribir un pensamiento les permite dejarlo ir. Si piensas en algo que tienes miedo de olvidar, tomar una nota para ti mismo puede ayudar a aliviar la preocupación.
Si tiene emociones no resueltas sobre un evento, escribir un diario puede ayudarlo a sentirse libre de ello.
Programe tiempo para “pensar”
Programar tiempo para pensar y resolver problemas puede ayudar. Si sabe que se ocupará de sus pensamientos en un momento determinado, puede sentirse libre de dejarlos ir el resto del día.
Practica la atención plena
Encontrar formas de sintonizar con el momento presente es una excelente manera de calmar los pensamientos acelerados. Podría probar el yoga, la meditación, la meditación de escaneo corporal o la respiración profunda.
Los ejercicios de respiración profunda pueden ser particularmente útiles. Un estudio de 2021 midió el pensamiento negativo en grupos de participantes. Cada grupo probó un ejercicio diferente de atención plena. El grupo que utilizó una práctica de respiración mostró la mayor mejora en detener los patrones de pensamiento negativos.
Busque ayuda profesional
A veces, los esfuerzos de hágalo usted mismo no son suficientes. Si los pensamientos acelerados aún interfieren con su vida, considere buscar ayuda de un profesional de la salud o de salud mental.
Es posible que se requiera terapia o medicación para bajar el volumen de pensamientos constantes.
Muchos de nosotros hemos experimentado momentos en los que nuestros cerebros no parecían apagarse.
Ya sea que esté rebasando su horario para el día siguiente o rebobinando el día y finalmente recordando esa tarea que olvidó hacer en el trabajo, los pensamientos acelerados pueden evitar que aquiete su mente y se quede dormido por la noche.
Tus pensamientos rumiantes también podrían ser un síntoma de una condición de salud mental como TOC, trastorno bipolar o un trastorno de ansiedad.
Encontrar formas de desafiar el diálogo interno negativo y detener esos pensamientos rumiantes puede ayudarlo a apagar su cerebro. Algunas estrategias que pueden ayudar incluyen la respiración profunda, la meditación o el yoga.
Si sus pensamientos rumiantes interfieren con su vida diaria, considere comunicarse con un profesional de la salud o de salud mental. Pueden ayudar a determinar si alguna condición subyacente es la causa y si es necesario algún tratamiento.