Naciste con tu temperamento, pero tu personalidad se desarrolló gradualmente. Aunque tienen alguna conexión, son bastante diferentes.
Tu temperamento, a veces llamado disposición, se refiere a aspectos de tu personalidad influenciados por tu biología, no por tus experiencias.
Su personalidad involucra sus pensamientos, creencias, disposiciones, preferencias, comportamientos y rasgos. Tanto tu temperamento como tu carácter influyen en tu personalidad.
El temperamento se refiere a la parte fundamental de su personalidad, dice Mirela Loftus, MD, directora médica de Newport Healthcare Connecticut. “Es nuestro estado de ánimo predominante o patrón de estado de ánimo”.
Por otro lado, la personalidad es todo tu ser, incluido tu temperamento. Tu personalidad está influenciada por tu temperamento, que se cree que está determinado biológicamente, junto con tu entorno y tus experiencias, dice Loftus.
Temperamento
Por lo general, se habla de temperamento cuando se describe cómo se comporta un bebé muy temprano.
“No dirías, ‘El bebé tiene una personalidad introvertida’ de la misma manera que no dirías, ‘El adolescente tiene un temperamento colérico’”, explica Loftus.
Ella proporciona los siguientes ejemplos de los cuatro tipos principales de temperamento:
- sanguíneo (cálido, optimista, social)
- flemático (relajado, apático, lento)
- melancólico (analítico, tranquilo, nostálgico)
- colérico (irritable, de reacción rápida)
El temperamento informa cómo te comportas y te mueves por el mundo, al igual que tu:
- ánimo
- respuestas emocionales
- comportamiento
- niveles de energía
- curiosidad
- adaptabilidad
- inhibición
A diferencia de la personalidad, el temperamento no está influenciado por la experiencia.
El temperamento puede tener un vínculo genético, mientras que la personalidad se forma a partir de situaciones de la vida. En este sentido, tu temperamento tiende a permanecer igual durante toda la vida mientras que tu personalidad puede cambiar.
Personalidad
Tu personalidad se compone de rasgos distintivos individualmente, y la interacción entre ellos puede dictar cómo te comportas y reaccionas en situaciones específicas.
Algunos rasgos de personalidad comunes incluyen:
- optimismo o pesimismo
- extraversión o introversión
- simpatía
- confianza
- generosidad
- creatividad
- justicia
- lealtad
- calor
La personalidad se desarrolla a medida que envejece. Por lo general, involucra elementos como su color o música favorita, si prefiere quedarse en casa o salir, y si participa principalmente o permanece callado durante las reuniones de trabajo.
Los rasgos de personalidad a menudo se describen en términos contrastantes, pero muchas personas caen dentro de un espectro. El hecho de que prefieras estar rodeado de gente no significa que no puedas disfrutar del tiempo a solas de vez en cuando.
El temperamento influye en cómo reaccionas y te acercas al mundo cuando eres niño. Por ejemplo, cómo te adaptas a la ausencia de tu cuidador o qué tan persistente eres cuando aprendes algo.
Las reacciones e interacciones de un niño con su entorno moldean gradualmente su personalidad. Pueden afirmar o disuadir comportamientos o preferencias particulares.
“El temperamento continúa afectando la forma en que nos acercamos al mundo incluso una vez que se desarrolla la personalidad, ya que el temperamento es un conjunto de rasgos innatos que son relativamente estables y constantes desde el nacimiento”, explica Loftus.
El temperamento puede afectar la forma en que responde a ciertos desafíos o situaciones de la vida.
Alguien con un temperamento colérico que puede tener una disposición irritable, por ejemplo, puede tener un momento más desafiante con el estrés en el trabajo. Pueden ser más reactivos que reflexivos que alguien con un temperamento flemático.
Un estudio de 2020 de 1239 participantes de 12 a 19 años encontró que el rasgo de personalidad neuroticismo estaba relacionado con efectos adversos para la salud mental. La misma investigación indicó que una disposición optimista tendría el impacto contrario.
El temperamento también puede afectar la dinámica de las relaciones, dice Loftus. Un padre con baja tolerancia a la frustración, por ejemplo, puede tener dificultades para interactuar con un niño con una disposición intensa.
“Esto puede conducir a interacciones negativas y, en última instancia, al desarrollo de un trastorno de oposición desafiante o agresión”, dice ella.
Naces con un temperamento particular que influye en cómo se desarrolla tu personalidad. Tu temperamento es tu estado de ánimo y disposición, y se cree que se basa principalmente en la biología.
Tu personalidad es todo tuyo, no solo tu temperamento. Está influenciado por su disposición, así como por sus experiencias e interacciones.
Su temperamento y carácter son aspectos de su personalidad que se desarrollan y pueden cambiar con la edad.