Todos los niños aprenden a caminar de puntillas. Pero caminar de puntillas persistentemente, particularmente con retrasos en el lenguaje, puede indicar un trastorno del espectro autista.
¿Tu hijo camina de puntillas? Caminar de puntillas es muy común entre los niños pequeños, especialmente cuando están aprendiendo a caminar. En la mayoría de los casos, este caminar temprano de puntillas progresa naturalmente hacia el patrón típico de talón a punta a los pocos meses de aprender a caminar.
Cuando los niños continúan caminando sobre los dedos de los pies mucho después de los dos años, se denomina caminar de forma persistente. A veces es solo un hábito que eventualmente superarán. En otros casos, puede ser un indicador de una condición neuromuscular, como parálisis cerebral (PC) o distrofia muscular.
Cuando se combina con retrasos en el lenguaje, caminar de puntillas persistentemente puede ser un signo de trastorno del espectro autista (TEA), una condición del desarrollo neurológico marcada por comportamientos repetitivos y dificultades con las habilidades sociales y de comunicación.
Las investigaciones sugieren que caminar de puntillas puede ser un signo de autismo, especialmente cuando se combina con retrasos en el lenguaje. En general, caminar de puntillas es más común en niños con TEA y otras afecciones neuropsiquiátricas que en la población general.
Un estudio analizó los datos de caminar de puntillas de 2,221,009 niños. De los 5.739 niños con TEA, el 8,4 % (484) también tenía un diagnóstico de caminar de puntillas, en comparación con solo el 0,47 % de los niños con un desarrollo normal.
Otros signos y síntomas de autismo
Los niños con autismo pueden mostrar una variedad de signos en la primera infancia, que incluyen:
- evitar el contacto visual
- falta de balbuceo (habla de bebé)
- falta de respuesta a su nombre
- habilidades lingüísticas retrasadas
- habilidades de movimiento retardado
- agita las manos, balancea el cuerpo o gira en círculos
- se molesta por cambios menores
- no usa gestos simples (como decir adiós) a los 12 meses
- falta de expresiones emocionales (feliz, triste, sorpresa, ira)
- no apunta para expresar interés en algo
- no juega juegos interactivos simples como pat-a-cake a los 12 meses
- no responde al dolor de los demás a los 24 meses
- no parece notar a otros niños o no quiere jugar con ellos a los 3 años
- falta de juego imaginativo (como pretender ser un vaquero, una princesa o un superhéroe) a los 4 años
- no canta, baila o actúa a los 5 años
Se cree que caminar de puntillas puede deberse directa o indirectamente a un sistema vestibular disfuncional, una condición que se observa comúnmente en el autismo.
El sistema vestibular, que involucra el oído interno y el sistema nervioso central (SNC), es lo que le da a su cuerpo una sensación de:
- balance
- posición
- Orientación espacial
Si el sistema no funciona correctamente, puede tener dificultades con la coordinación y el equilibrio.
La investigación de 2021 sugiere que la mayoría de las personas con TEA tienen algún grado de disfunción auditiva y vestibular. En ASD, la disfunción vestibular puede incluir:
- inestabilidad postural (problemas con el equilibrio)
- mirada deteriorada
- disfunción de la marcha, como caminar de puntillas
Es importante buscar una evaluación si su hijo camina de puntillas persistentemente, ya que la afección puede hacer que los músculos de la pantorrilla y los tendones de Aquiles se tensen, lo que reduce el rango de movimiento en los pies y los tobillos.
Los tratamientos para caminar de puntillas persistente pueden incluir:
- Terapia física: El niño realiza ejercicios físicos para estirar los músculos y fomentar una marcha típica de talón a punta.
- Fundición: El niño usa un yeso día y noche para ayudar a que los músculos y tendones de la pantorrilla se aflojen y estiren. El yeso se cambia cada 2 semanas por un total de 6 a 8 semanas.
- Cirugía de alargamiento de tendones: Esta cirugía afloja y alarga los músculos de la pantorrilla y los tendones de Aquiles, que unen los músculos del talón y la pantorrilla.
- Ortesis de tobillo y pie (aparatos ortopédicos para las piernas): Un aparato ortopédico de plástico para las piernas sostiene el pie en un ángulo de 90 grados para estirar los músculos y los tendones.
Según el gran estudio de la base de datos de más de 2 millones de niños mencionado anteriormente, aquellos con TEA y caminar de puntillas recibieron corrección quirúrgica a casi el triple de la tasa de niños sin TEA que caminan de puntillas.
Según el estudio, los niños que caminaban de puntillas participaron en las siguientes intervenciones:
- Terapia física: 59,3% de los niños con TEA; 38,1% de los niños sin TEA
- Fundición: 7,4% de los niños con TEA; 3,6% de los niños sin TEA
- Cirugía: 3,3% de los niños con TEA; 1.2% de los niños sin TEA
Los niños con un desarrollo típico que caminan de puntillas tenían más probabilidades de superar el problema sin intervención.
Entre los niños que no recibieron intervención, el 63,6 % de los que tenían TEA continuaron caminando de puntillas dentro de los 10 años de su diagnóstico, en comparación con el 19,3 % de los niños sin TEA.
Caminar de puntillas es más común en niños con:
Caminar de puntillas persistentemente puede conducir a un endurecimiento de los músculos de la pantorrilla y los tendones de Aquiles, lo que hace que con el tiempo sea más difícil caminar con un paso típico.
Si continúa caminando de puntillas, es importante buscar una evaluación. El tratamiento puede implicar:
- fundición
- terapia física
- cirugía de alargamiento de tendones
Si su hijo todavía camina de puntillas después de los dos años, asegúrese de hablar con su pediatra sobre las posibles opciones.