7 sencillos consejos para entrenar a un empleado con una actitud negativa

Si ha sido gerente por un tiempo, sin duda ha tenido empleados negativos en su equipo. Como probablemente haya experimentado, tratar con estos miembros del equipo puede ser complicado, especialmente si su negatividad es sutil y no manifiesta.

Dado que los empleados negativos pueden tener un efecto adverso en el resto del equipo y también pueden poner a los clientes en contra de una empresa, es importante cortar cualquier negatividad de raíz.

Afortunadamente, un empleado con mala actitud puede cambiar si se le brinda la orientación adecuada. Entrenar a un empleado con una actitud negativa es una habilidad gerencial que se aprende con el tiempo. Para ayudarlo, he compilado una lista de consejos de entrenamiento a continuación.

¿Por qué los gerentes evitan entrenar a los miembros negativos del equipo?

A pesar de que los miembros negativos del equipo pueden ser malos para la moral del equipo y para la productividad en general, los gerentes suelen evitar lidiar con este problema. Existen múltiples razones por las que los gerentes pueden evitar entrenar a un empleado con una actitud negativa.

Si se encuentra en esa posición, comprender su comportamiento de evitación es el primer paso para cambiar su enfoque gerencial. Aquí hay algunas razones comunes por las que a los gerentes no les gusta tratar con empleados negativos.

La negatividad es en gran medida un asunto subjetivo

Una de las principales razones por las que puede estar evitando lidiar con la negatividad en el lugar de trabajo es que puede ser difícil de probar objetivamente.

Si bien es posible que haya visto a un empleado poner los ojos en blanco durante las reuniones del equipo o haya tenido que lidiar con su comportamiento malhumorado a diario, demostrar objetivamente su actitud negativa puede ser difícil.

La negatividad puede ser difícil de identificar

Otra razón por la que puede estar eludiendo el problema es que puede estar dudando de sí mismo. Dado que los empleados negativos a veces pueden ser muy sutiles en la forma en que muestran su descontento, es posible que se pregunte si es demasiado sensible como gerente o exagera las cosas.

Los gerentes carecen de las habilidades

Lidiar con asuntos subjetivos como la negatividad en el lugar de trabajo es a menudo algo para lo que los gerentes no están capacitados.

Además, las pautas de los empleados y las políticas de la empresa tampoco suelen tratar asuntos tan subjetivos y aparentemente sin importancia. El simple hecho de no saber cómo lidiar con la situación es, por lo tanto, otra razón común por la cual los gerentes evitan entrenar a los empleados negativos.

No es una prioridad

Otra razón por la que los gerentes pueden optar por no tratar con miembros negativos del equipo es que no consideran que el problema sea lo suficientemente importante.

En entornos de trabajo tradicionales, la cultura de la empresa puede dictar que se pasen por alto cuestiones subjetivas como la negatividad. Dirigirse a un miembro del equipo sobre su actitud negativa puede considerarse innecesario o poco profesional.

¿Por qué los gerentes deben preocuparse por los trabajadores negativos?

Si bien puede ser tentador ignorar a un empleado negativo de su equipo, le recomiendo encarecidamente que aborde el asunto lo antes posible. Como es el caso con todos los modismos, hay mucho de verdad en el concepto de que una manzana podrida echa a perder el racimo.

Un miembro negativo del equipo afecta negativamente a un equipo de muchas maneras. Incluso si su negatividad no se contagia a otros miembros, disminuirá la moral del equipo.

Si el miembro del equipo tiene una función orientada al cliente, la actitud de los clientes hacia la empresa también puede verse afectada negativamente. La empresa puede incluso perder clientes. Entonces, al final, la negatividad entre los empleados afecta directamente la productividad y la rentabilidad de una empresa. Además, la negatividad no genera un ambiente de trabajo feliz.

Formas de resolver los problemas de actitud en el lugar de trabajo

Ahora que he explicado la importancia de lidiar con la negatividad, mi enfoque ahora se centrará en cómo decirle a un empleado que necesita mejorar su actitud.

1. Liderar con el ejemplo

Si bien este no es solo un estilo de liderazgo que debe exhibir cuando hay negatividad en su equipo, liderar con el ejemplo puede ser efectivo cuando entrena a miembros negativos del equipo.

En primer lugar, debe analizar de manera objetiva su estilo de gestión y sus decisiones, y asegurarse de que sus acciones y actitudes no generen negatividad en su equipo.

Debe considerar si es justo en sus expectativas de su equipo y si les brinda suficiente apoyo e incentivos. Y lo que es más importante, ¿se les paga adecuadamente por su trabajo?

Además, verifique dos veces su propia actitud como gerente. ¿Es usted un líder positivo que inspira la misma perspectiva en las personas que trabajan para usted?

2. Haz tu tarea

Antes de tener una reacción instintiva y acusar a uno de los miembros de su equipo de una actitud de derecho en el lugar de trabajo, primero pregunte por el empleado.

Puede chatear con compañeros de trabajo cercanos a ellos o con gerentes anteriores. ¿Es esta actitud negativa quizás una parte inherente de la personalidad del empleado?

Es una buena idea obtener una comprensión más holística de quién es el empleado antes de comenzar a capacitarlo, ya que al hacerlo determinará cómo abordará todo el proceso.

Si el empleado tiene problemas de salud, o tal vez está pasando por un divorcio difícil, puede brindarle el apoyo adecuado para ayudarlo a superar estos tiempos difíciles.

3. Tener una charla

Si bien puede temer tener una conversación honesta con el empleado, este es un paso que, desafortunadamente, no puede omitir. Primero, desea que el empleado sepa que se ha dado cuenta de su comportamiento y, en segundo lugar, desea darle la oportunidad de brindarle una idea de sus motivaciones.

Cuando presente el tema, asegúrese de permanecer lo más objetivo posible y describa las acciones del empleado en lugar de meterse en su carácter. Puede, por ejemplo, decir que ha notado que tienden a tener muchas objeciones cada vez que inicia nuevas ideas o que tienden a aislarse del resto del equipo.

Este tipo de enfoque será mucho más propicio para un diálogo bidireccional que acusar al empleado de tener una actitud negativa.

4. Escuche y responda a su versión de la historia

Cuando tenga una discusión con el empleado, permítale hablar y expresarse. Si lo hace, le dará al empleado la oportunidad de desahogarse, lo que puede reducir parte de su negatividad para empezar. Quizás todo lo que necesitan es expresar su frustración por una vez con una persona que tiene autoridad.

En segundo lugar, desea establecer por qué el empleado actúa de la manera en que lo hace para que pueda abordar la causa raíz del problema. Las preguntas para hacerle a un empleado con una mala actitud pueden incluir preguntarle cómo se siente acerca de su trabajo, sus compañeros de equipo y su estilo de gestión.

Incluso puede encontrar que el empleado no es consciente de que ha estado actuando de manera negativa. Hágale saber al empleado a lo largo de la conversación que está escuchando, brindándole comentarios y reconociendo sus sentimientos.

5. Motivar al empleado

Una de las mejores formas de cambiar la actitud de una persona es motivarla. Si bien no desea decirle al empleado que es uno de los mejores miembros de su equipo cuando no lo es, puede resaltar sus fortalezas únicas.

Pregúntele al empleado sobre sus aspiraciones profesionales y piense en formas creativas en las que el empleado puede trabajar para alcanzar sus objetivos.

Es importante que su plan de desarrollo personal los entusiasme e incluya metas desafiantes pero alcanzables. Una vez que un empleado siente que venir a trabajar no es solo para sobrevivir, sino que es parte de su viaje hacia la realización de sus sueños, seguramente se sentirá con más energía y más feliz.

6. Establezca metas medibles

Además de establecer objetivos de desarrollo personal para el empleado, también debe revisar sus expectativas y comunicarlas claramente.

Puede ser una buena idea discutir los estándares esperados cuando se trata de actitudes en el lugar de trabajo e incluirlos en el proceso de gestión del desempeño del empleado.

Es importante que haga que el empleado se involucre y que comprenda completamente el efecto que su comportamiento negativo está teniendo en el resto del equipo. Para brindarle al empleado el apoyo necesario, trata de establecer metas medibles a la hora de mejorar su actitud.

Por ejemplo, cuando hacen contribuciones positivas al equipo, por ejemplo, recogiendo el turno de horas extras de un miembro enfermo, debe anotarse en la revisión del desempeño del empleado.

7. Establecer sesiones regulares de comunicación

Lo más probable es que si solo tiene una conversación con el empleado una vez, su actitud no cambiará a largo plazo. Como es el caso con la mayoría de los otros cambios en la vida, deberá trabajar constantemente con ellos para cambiar su comportamiento en el trabajo.

Esto significa que deberá establecer sesiones periódicas de retroalimentación con el empleado y deberá monitorear de cerca su desempeño.

Dado que es posible que no siempre esté disponible para capacitar al empleado, puede ser una buena idea proporcionarle un mentor o emparejarlo con un miembro del equipo con más experiencia que pueda guiar su comportamiento a diario.

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