¿Cómo nos movemos a nosotros mismos y a los demás a actuar? Todo depende de la motivación.
Las personas suelen estar motivadas para actuar por influencias externas, ya sean recompensas financieras, prestigio, avances o las opiniones de los demás. Con la misma frecuencia, las personas están motivadas desde adentro, por sus creencias y valores personales.
Si bien la motivación extrínseca no es necesariamente algo malo, es la motivación intrínseca la que alienta y sostiene la acción de manera más efectiva. Necesitamos sentirnos autónomos, que somos los autores y agentes de nuestro comportamiento, en lugar de sentir que fuerzas externas controlan nuestro comportamiento.
La autodeterminación se relaciona principalmente con la motivación intrínsecamente impulsada y arroja luz sobre la interacción entre los factores externos y los motivos internos inherentes a la naturaleza humana.
El siguiente artículo examinará el concepto de autodeterminación, responderá preguntas comunes sobre el tema y analizará algunas actividades, evaluaciones y hojas de trabajo para desarrollar y mejorar las habilidades de autodeterminación.
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¿Qué es la autodeterminación?
La autodeterminación comenzó como un concepto político mediante el cual un grupo de personas podía formar su propio estado y elegir su propio gobierno (Organización de Naciones y Pueblos No Representados, 2017). Después de la Segunda Guerra Mundial, la promoción y el apoyo a la autodeterminación se convirtió en uno de los principales objetivos de las Naciones Unidas. En psicología, la autodeterminación se refiere a la capacidad de un individuo para tomar decisiones y administrar su propia vida.
La teoría de la autodeterminación (SDT) es un enfoque de la motivación humana que enfatiza la importancia de nuestros recursos internos evolucionados para el desarrollo de la personalidad y la autorregulación del comportamiento (Ryan, Kuhl y Deci, 1997). Deci (1992) reconoció la dinámica motivacional que determina las actividades que un individuo elige libremente y aquellas actividades en las que se siente obligado u obligado a participar.
De manera similar, Wehmeyer (2007) definió la autodeterminación como el principal agente causal que fomenta la toma de decisiones libres de influencias externas. Según Field, Martin, Miller, Ward y Wehmeyer (1998), la comprensión de nuestras fortalezas y limitaciones y la creencia en nosotros mismos como capaces y competentes son esenciales para la autodeterminación.
Cuando se actúa sobre la base de estas habilidades y actitudes, las personas tienen una mayor capacidad para tomar el control de sus vidas y participar en un comportamiento autónomo, autorregulado y dirigido a objetivos.
En esencia, la autodeterminación es una combinación de habilidades, conocimientos y creencias que permiten al individuo elegir y actuar de acuerdo con esas elecciones en lugar de reforzar contingencias, impulsos u otras presiones externas.
Una mirada al concepto en psicología
Como construcción psicológica, la autodeterminación es una teoría de la motivación y la personalidad que aborda cuestiones de motivación extrínseca e intrínseca relacionadas con las necesidades psicológicas universales e innatas. Se cree que estas necesidades son esenciales para el crecimiento y la integración, el desarrollo social constructivo y el bienestar personal (Ryan y Deci, 2000).
SDT postula que los humanos tienen tres necesidades psicológicas innatas (Ryan & Deci, 2000):
- Competencia (sentirse efectivo)
- Autonomía (la sensación de ser el origen de nuestro comportamiento)
- Relación psicológica (sentirse cuidado y comprendido por otras personas)
La satisfacción y el cumplimiento de estas tres necesidades se consideran necesarias y esenciales para el funcionamiento humano vital y saludable, independientemente de la cultura o la etapa de desarrollo (Silva, Marques y Teixeira, 2014).
Cuando se satisfacen estas tres necesidades, las personas experimentan más vitalidad, automotivación y bienestar. Por el contrario, la elusión de estas necesidades básicas puede conducir a una disminución de la automotivación y una mayor sensación de malestar (Ryan, Deci, Grolnick y La Guardia, 2006).
La teoría de la autodeterminación se desarrolló a través de un conjunto de seis «miniteorías», que representan un marco amplio para el estudio de la motivación y la personalidad humanas:
- Teoría de la evaluación cognitiva se preocupa por la motivación intrínseca y cómo factores como las recompensas, los plazos, la retroalimentación y la presión afectan los sentimientos de autonomía y competencia.
- Teoría de la integración organísmica se ocupa de la motivación extrínseca en sus diversas formas y aborda el proceso de internalización de varios motivos extrínsecos.
- Teoría de las orientaciones de la causalidad se ocupa de las diferencias individuales en las tendencias a orientarse hacia los entornos y regular el comportamiento de diversas maneras.
- Teoría de las necesidades psicológicas básicas profundiza en el concepto de las tres necesidades psicológicas básicas conectándolas directamente con el bienestar.
- Teoría del contenido de la meta se ocupa de las distinciones entre objetivos intrínsecos y extrínsecos y su impacto en la motivación y el bienestar.
- Teoría de la motivación de las relaciones se ocupa del desarrollo y mantenimiento de relaciones personales cercanas y abarca una de las tres necesidades psicológicas básicas: la relación.
Preguntas comunes sobre la autodeterminación
Varias preguntas se hacen regularmente sobre la autodeterminación, y algunas de las más comunes se responden a continuación.
¿Por qué es tan importante la autodeterminación?
La promoción y adquisición de habilidades de autodeterminación puede ayudar a las personas de todas las edades, con o sin discapacidades, a afirmar el control personal sobre sus elecciones en la vida.
La autodeterminación juega un papel vital en varios contextos. Se ha demostrado que aumenta la satisfacción con la vida en la vejez (Ekelund, Dahlin-Ivanoff y Eklund, 2014), promueve la actividad física y la pérdida de peso (Silva et al., 2010; Teixeira, Silva, Mata, Palmeira y Markland, 2012). ), desgaste ocupacional moderado (Fernet, Guay, & Senecal, 2004), y motivación afectiva (Gagné & Deci, 2005).
Dentro de un entorno educativo, se ha demostrado que la integración de habilidades de autodeterminación, como la autorregulación, la toma de decisiones y la planificación de acciones, ayuda a los estudiantes a evaluar y establecer metas personales; convertirse en aprendices más autónomos y autodeterminados; y aumentar la sensación de control sobre su aprendizaje (Eisenman, 2007).
Cuando los adultos jóvenes desarrollan la capacidad de considerar e implementar soluciones a sus problemas, se vuelven intrínsecamente motivados y se involucran activamente en el proceso de aprendizaje (Ryan y Deci, 2000).
Wehmeyer (2005) analizó la idea errónea común de que las personas con discapacidades graves carecen de las habilidades necesarias para ejercer control en sus vidas. Si bien es cierto que las personas con discapacidades graves pueden verse limitadas en el grado en que pueden volverse más autodeterminadas, al fomentar la expresión de preferencias y promover la autodefensa, existen oportunidades para que se conviertan en agentes causales en sus propias vidas. .
Wehmeyer y Palmer (2003) encontraron que los estudiantes con discapacidades que participaron en un programa de autodeterminación tenían más probabilidades de vivir de forma independiente y mudarse del hogar familiar, tener un trabajo y tener una mayor independencia financiera.
¿El comportamiento autodeterminado es siempre un comportamiento «exitoso»?
La autodeterminación se ha relacionado con innumerables resultados positivos y, tal vez como era de esperar, existe una tendencia a equiparar el comportamiento autodeterminado con comportamientos exitosos. Sin embargo, incluso las personas con determinación propia experimentan el fracaso. Según Wehmeyer (2005), el énfasis debe estar en el intento de ejercer control y no en el resultado específico de las acciones.
La autodeterminación no debe equipararse solo con resultados exitosos. No todas las decisiones que toma un individuo resultan ser una decisión óptima, ni todas las metas son las metas correctas.
¿Cuáles son los supuestos principales de la autodeterminación?
Según Deci y Ryan (1985), la autodeterminación consta de dos supuestos clave. La primera es que la necesidad humana innata de crecimiento impulsa el comportamiento. En pocas palabras, las personas se dirigen activamente hacia el crecimiento, dominando los desafíos y asumiendo nuevas experiencias para desarrollar un sentido cohesivo de sí mismos.
El segundo supuesto se centra en la importancia de la motivación autónoma que se ha relacionado con una mayor salud psicológica y un rendimiento más eficaz (Deci & Ryan, 2008). Mientras que los individuos pueden estar motivados por factores externos como el dinero y la aclamación, la teoría de la autodeterminación se centra principalmente en las fuentes internas de motivación, como la necesidad de adquirir conocimientos o independencia (Silva et al., 2014).
¿Qué técnicas se utilizan en las intervenciones de autodeterminación?
Las intervenciones basadas en la teoría de la autodeterminación comprenden muchas técnicas conductuales y comunicativas que se centran en la satisfacción de las necesidades y la autonomía. Reeve y Jang (2006) enfatizaron la importancia de las intervenciones basadas en la autonomía dentro de la educación, la atención médica, la crianza de los hijos y el lugar de trabajo.
Este enfoque en la autonomía personal puede incluir tomar la perspectiva del cliente, crear oportunidades para el aporte y la iniciativa del cliente y proporcionar fundamentos explicativos para las solicitudes realizadas por el profesional.
Además, muchas intervenciones de autodeterminación se ocupan del apoyo de las necesidades de competencia y relación psicológica. Muchas de las técnicas utilizadas para apoyar la competencia se enfocan en promover una sensación de satisfacción al avanzar hacia objetivos autorreferenciales, lograr el dominio y desarrollar habilidades de autodeterminación (Sierens, Vansteenkiste, Goossens, Soenens y Dochy, 2009).
¿Autodeterminación y autoeficacia son lo mismo?
Según Sugarman y Sokol (2012), tanto la autodeterminación como la autoeficacia se basan en la ideología de que las personas son agentes de sus acciones y poseen estructuras internas complejas que les permiten tomar decisiones con respecto a sus acciones. Si bien las dos teorías parten de una ideología similar, también ven el concepto de agencia desde perspectivas muy diferentes.
La autoeficacia refleja la capacidad de los individuos para tomar medidas para lograr objetivos específicos (Bandura, 1997). En términos de autoeficacia, las percepciones mejoradas de competencia conducen a la controlabilidad percibida. Es la autoeficacia de un individuo lo que impulsa su agencia. En pocas palabras, las personas actúan cuando se sienten capaces de alcanzar las metas que se han propuesto.
Si bien la teoría de la autodeterminación reconoce que los sentimientos de competencia son importantes, la autonomía juega un papel más central. Cuando un individuo percibe sus acciones como autónomas, la motivación autodeterminada es el principal elemento de agencia (Sweet, Fortier, Strachan y Blanchard, 2012).
8 habilidades de autodeterminación para utilizar hoy
Si bien la autodeterminación es una construcción compleja que incluye una combinación de habilidades y conocimientos, estas habilidades se pueden enseñar, medir y desarrollar de manera más efectiva a través de la práctica regular. Según Wehmeyer, Agran y Hughes (2000), las habilidades componentes del comportamiento autodeterminado incluyen lo siguiente:
1. Habilidades para tomar decisiones
La toma de decisiones es la capacidad de un individuo para expresar su preferencia entre dos o más opciones (Wehmeyer, 2005) y ejercer control sobre sus acciones y su entorno.
2. Habilidades para la toma de decisiones
Similar a la toma de decisiones, la toma de decisiones requiere juicios efectivos sobre qué opciones o soluciones son correctas en un momento dado. Según Wehmeyer (2007), la toma de decisiones efectiva requiere que los individuos identifiquen las posibles alternativas de acción, las posibles consecuencias de cada acción, evalúen la probabilidad de cada resultado…