Si usted es terapeuta, entrenador, profesional médico o líder empresarial, entonces está en el negocio de cambiar el comportamiento.
Piénselo: los terapeutas ayudan a los clientes a superar la enfermedad mental; los entrenadores ayudan a los clientes a resolver problemas; los profesionales médicos ayudan a los pacientes a vivir vidas saludables; y los líderes empresariales motivan a los empleados a trabajar hacia una meta.
Dado que es probable que esté en el negocio del cambio de comportamiento, puede agregar entrevistas motivacionales (MI) a su caja de herramientas.
Las intervenciones de MI consisten en cuatro pasos que se complementan entre sí para crear un cambio de comportamiento. Comprender estos pasos le permitirá usar MI de manera efectiva.
Antes de continuar, pensamos que le gustaría descargar nuestros tres ejercicios de logro de objetivos de forma gratuita. Estos ejercicios detallados basados en la ciencia lo ayudarán a usted o a sus clientes a crear objetivos factibles y técnicas maestras para crear un cambio de comportamiento duradero.
Proceso 1: participación
Antes de discutir los diferentes procesos de la teoría de la entrevista motivacional, es importante señalar que estos cuatro procesos no siempre son tan discretos y separados como parecen. En cambio, se superponen, lo que significa que no hay un principio o un final definido para ninguno de estos procesos (Schumacher & Madson, 2014).
Como ejemplo, comprometerse con el cliente no es algo que simplemente ocurre en la primera sesión y luego se termina. El médico debe prestar atención a la participación del cliente durante todo el tratamiento o la intervención, incluso cuando trabaje en cosas que se encuentran dentro de las otras categorías.
Establecer una alianza de trabajo
Involucrar al cliente es el primer paso en cualquier tratamiento o coaching. Es el proceso a través del cual el clínico construye una alianza de trabajo con su cliente. También es la parte del proceso en la que el médico comienza a comprender exactamente lo que está pasando con su cliente.
Para involucrar al cliente de manera efectiva, es importante crear un ambiente seguro y cómodo para que el cliente discuta sus preocupaciones. El clínico hace esto adoptando un estilo de interacción centrado en la persona, actuando de una manera acogedora y tolerante, y mostrando un interés genuino no solo en los problemas del cliente sino también en sus metas y valores (Schumacher & Madson, 2014).
Los profesionales de las cuatro esferas mencionadas anteriormente pueden beneficiarse de este enfoque. El truco es concentrarse en la persona que está frente a usted, en lugar de identificar y resolver el problema. En MI, estas tareas son trabajo del cliente.
Trampas del compromiso
El compromiso es un elemento fundamental para el resto de los procesos de IM y, por lo tanto, los médicos de IM deben estar atentos a los signos de desconexión en los demás procesos (Schumacher & Madson, 2014).
Estos signos incluyen:
- Dar respuestas cortas o vagas
- Lenguaje corporal cerrado
- Cambiando el tema
- interrumpir
- acuerdo pasivo
- Silencio
Los médicos pueden toparse con barreras comunes cuando intentan involucrar al cliente (Schumacher & Madson, 2014). Los comportamientos a evitar incluyen:
- Pregunta y respuesta
El ritmo de preguntas y respuestas resulta de hacer demasiadas preguntas cerradas. En MI esto a veces se llama la trampa de preguntas y respuestas (Rosengren, 2017). - enfoque prematuro
Enfocarse en un problema demasiado rápido, ignorando a la persona en el proceso. - Tomando lados
Ignorar la ambivalencia y prescribir una solución. - Experiencia en flexión
Intentar convencer al cliente de que tienes todas las respuestas. Esto a veces se llama la trampa del experto (Rosengren, 2017).
Como veremos, el clínico de MI da permiso al cliente para expresar y explorar la ambivalencia sobre el cambio en la sesión. Hacen esto usando sus habilidades OARS (más sobre eso a continuación) y demostrando empatía por el cliente escuchando profundamente.
Si en algún momento el cliente parece desconectado y/o muestra cualquiera de las señales de advertencia anteriores, el cliente será mejor atendido por el clínico que regresa a las habilidades clínicas básicas y se reenfoca en la alianza.
Proceso 2: Enfoque
MI, como muchas otras intervenciones, tiene como objetivo ayudar a los clientes a resolver las preocupaciones o problemas que los llevaron a buscar tratamiento.
Una vez que el cliente se ha comprometido, el médico puede concentrarse en lo que debe cambiar, lo que se denomina en MI como el «objetivo de cambio» (Schumacher & Madson, 2014). Aunque el médico no le dice al cliente qué o cómo necesita cambiar, juega un papel activo en guiar al cliente hacia el objetivo.
Fuentes de enfoque
Hay tres fuentes de enfoque en una intervención de MI (Levounis, Arnaout y Marienfeld, 2017):
- El paciente
- El ajuste
- el clínico
La primera fuente implica los objetivos declarados del paciente. Los ejemplos incluyen un paciente que ingresa al tratamiento que desea disminuir su consumo de alcohol o mejorar sus hábitos de sueño.
La siguiente fuente, el escenario, involucra el contexto del compromiso. Por ejemplo, el tratamiento en una clínica de pérdida de peso generalmente tiene un enfoque claramente definido de perder peso y mejorar los comportamientos de salud.
Finalmente, el médico puede ser la fuente de atención. Un ejemplo sería un paciente bipolar que no quiere tomar medicación (Levounis et al., 2017). El médico probablemente optaría por cambiar el enfoque hacia la creación de un régimen de medicación. En estos casos es importante recordar el espíritu de MI, que explicaremos más adelante en este artículo.
Acercándose
El proceso del compromiso de MI es uno de acercamiento gradual a un objetivo de cambio. Dependiendo de cómo comenzó el compromiso, el objetivo del cambio puede estar más o menos claramente definido desde el principio. Por ejemplo, el objetivo de cambio en un tratamiento para la dependencia del alcohol suele estar más definido que uno que involucre problemas más amorfos como la depresión y la ansiedad.
Imagen acercándose como si estuviera mirando un mapa en línea. Usando los botones + y -, usted y el cliente pueden acercar y alejar el problema en cualquier momento durante el tratamiento. Al comenzar el compromiso, es útil acercarse al destino objetivo para que el médico pueda ayudar al cliente a trazar un curso de viaje a este lugar deseado (Levounis et al., 2017).
Acercar es especialmente importante cuando un tratamiento comienza sin un enfoque claro. A menudo, las personas ingresan a la terapia con objetivos de tratamiento indefinidos. Esto puede deberse a la falta de experiencia con la terapia o porque no saben por qué están luchando o sintiéndose mal. Acercarse implica filtrar la historia de la persona para encontrar el objetivo de la intervención de MI.
Establecimiento colaborativo de agenda
Dado que el médico de MI desempeña el papel de guía, en lugar de experto, permite que el cliente discuta lo que considera más importante durante la sesión. Pueden lograr esto a través del «establecimiento de una agenda», que es un proceso compartido y colaborativo. El clínico puede comenzar la sesión abriendo el piso con la pregunta “¿Qué sería más útil discutir primero?”
Las preguntas de la entrevista motivacional como la anterior permiten que el cliente asuma la responsabilidad de centrarse en el objetivo de cambio desde el comienzo de la sesión. Dado que el establecimiento de la agenda es colaborativo, el médico también tiene la libertad de sugerir elementos de la agenda si siente la necesidad de guiar el proceso de enfoque de manera más directa.
El establecimiento de una agenda colaborativa es coherente con el espíritu de MI, que implica respetar la sabiduría y la autonomía innatas del cliente. Es una forma de garantizar que el cliente se dirija en la dirección que desea, en lugar de dejarse llevar por los objetivos no declarados del médico.
El enfoque MI-consistente ocurre cuando el cliente tiene una opinión significativa sobre lo que discuten durante la sesión. Durante este proceso, el clínico aprende mucho sobre los valores y metas del cliente. Estos serán especialmente importantes durante la siguiente fase.
El clínico también debe prestar mucha atención a cualquier discrepancia entre sus propios objetivos y los de su cliente. Esto puede ser una trampa potencial, empujando al médico al papel de experto, en lugar de guía.
Proceso 3: Evocación
Después de que se desarrolla un enfoque y se identifica un objetivo de cambio, el médico puede trabajar para obtener las propias motivaciones del cliente para el cambio deseado (Schumacher & Madson, 2014). Esta es la parte del proceso de MI que recibe la mayor publicidad porque implica “hablar de cambios”, un objetivo principal de la intervención de MI.
mi espíritu
MI se caracteriza por un “espíritu” de interacción con el cliente. El “espíritu” se puede dividir en cuatro cualidades. (Levounis et al., 2017).
- Camaradería
En última instancia, depende del cliente decidir si cambiar o no. Aunque el clínico puede y debe brindar cierta orientación, esto se hace con un conocimiento profundo de las metas y valores del cliente, y con respeto por su autonomía. - Aceptación
Incluso cuando no está de acuerdo con el comportamiento del cliente, el clínico lo acepta debido a su valor intrínseco como ser humano. - Compasión
Esta es una acción, más que una experiencia emocional. El clínico se compromete a actuar en el mejor interés del cliente. - Evocación
Esta es la creencia de que el potencial para el cambio existe dentro del cliente. El clínico entonces busca sacar esta motivación de ellos.
Cambio de conversación frente a conversación sostenida
El objetivo de la etapa de «evocación» es provocar conversaciones de cambio. Change talk es una declaración que revela consideración, motivación o compromiso con el cambio (Miller y Rollnick, 2013). Lo opuesto a hablar de cambio es “hablar sostenido”, o argumentos a favor de mantener el statu quo (Levounis et al., 2017).
Debido a que la ambivalencia es una parte natural del cambio, es probable que todos los clientes expresen tanto el cambio como el diálogo sostenido. El trabajo del clínico es afinar los aspectos de la persona que están a favor del cambio, enfatizando y animando a que se hable más del cambio. Los médicos en MI utilizan un grupo de habilidades, agrupadas en el acrónimo OARS, para evocar la motivación natural de sus clientes.
Coaching hacia el cambio
En MI, se puede pensar en el médico como un entrenador o guía para el proceso de cambio. Los entrenadores ayudan a sus clientes o jugadores a utilizar sus puntos fuertes para lograr un objetivo. Son oyentes habilidosos que llegan a conocer íntimamente a sus clientes y aprovechan sus motivaciones. También saben cuándo presionar y cuándo retroceder.
Sobre todo, creen en la eficacia de las personas con las que trabajan. Trabajan para capacitar a sus clientes para que establezcan sus propios objetivos, en lugar de impulsar su propia agenda.
La etapa de evocación es un tira y afloja sutil, a través del cual el clínico descubre la motivación interna que llevó al cliente a la terapia. Como veremos en el cuarto proceso, la planificación, los médicos de EM tienen una variedad de herramientas de motivación para lograr estos objetivos.
Proceso 4: Planificación
Durante el proceso, el cliente puede comenzar a mostrar signos de estar listo para cambiar.
En este punto, ha entrado en el cuarto proceso: la planificación. Algunos signos de preparación para el cambio incluyen (Levounis et al., 2017):
- Mayor proporción de conversación de cambio frente a conversación sostenida
- Aumento de la fuerza de las declaraciones de conversación de cambio
- Planificación espontánea para el cambio.
la pregunta magica
Cuando un médico nota los signos anteriores, debe comenzar el proceso de planificación con el cliente. La planificación coherente con MI implica reflexionar sobre el cambio anterior del cliente y luego hacer la pregunta mágica: “Que te gustaría hacer después?”
Esta pregunta enfatiza el enfoque colaborativo de MI. Comenzar a planificar desde este punto de vista colaborativo difiere de prescribir un plan de acción para que el cliente lo siga. Permite que el cliente sea el arquitecto de su propio plan. Esto asegura que las acciones que tomen hacia el cambio sean para su propio beneficio, en lugar de un deseo de obedecer al terapeuta.
Objetivos INTELIGENTES
De acuerdo con el comportamiento…