Imagínese yendo a trabajar sin rumbo todos los días, hablando con otros sin razón, haciendo ejercicio solo porque tiene que hacerlo y sin aspiraciones para usted ni para los que lo rodean.
¿Cómo te sentirías?
El establecimiento de objetivos en psicología es una herramienta esencial para la automotivación y el autocontrol, tanto a nivel personal como profesional. Da sentido a nuestras acciones y el propósito de lograr algo superior.
Al establecer objetivos, obtenemos una hoja de ruta de hacia dónde nos dirigimos y cuál es el camino correcto que nos llevaría allí. Es un plan que nos mantiene en perspectiva: cuanto más efectivamente hagamos el plan, mayores serán nuestras posibilidades de lograr lo que nos proponemos. Rick McDaniel (2015) había citado,
“Los que establecen metas ven las posibilidades futuras y el panorama general.”
El establecimiento de metas está relacionado con una mayor motivación, autoestima, confianza en sí mismo y autonomía (Locke & Latham, 2006), y la investigación ha establecido una fuerte conexión entre el establecimiento de metas y el éxito (Matthews, 2015).
Esta publicación se trata de comprender los beneficios de establecer metas e implementar ese conocimiento en nuestra vida cotidiana. En las siguientes secciones, analizaremos en profundidad cómo el establecimiento de objetivos influye en la mente para mejorar y contribuir a tomar decisiones más inteligentes para nosotros mismos.
Antes de continuar, pensamos que le gustaría descargar nuestros tres ejercicios de logro de objetivos de forma gratuita. Estos ejercicios detallados basados en la ciencia lo ayudarán a usted o a sus clientes a crear objetivos factibles y técnicas maestras para crear un cambio de comportamiento duradero.
¿Qué es el establecimiento de objetivos? Una definición psicológica
El establecimiento de metas en psicología se refiere a un plan de acción exitoso que nos fijamos a nosotros mismos. Nos guía para elegir los movimientos correctos, en el momento correcto y de la manera correcta. En un estudio realizado en profesionales que trabajan, Edwin A. Locke, un pionero en el campo de la fijación de metas, descubrió que las personas que tenían metas muy ambiciosas tenían un mejor desempeño y tasa de producción que aquellos que no las tenían (Locke, 1996).
Frank L. Smoll, un Ph.D. y un psicólogo en activo de la Universidad de Washington hizo hincapié en tres características esenciales del establecimiento de metas, a las que llamó el ABC de las metas. Aunque sus estudios se centraron más en el establecimiento de objetivos atléticos y deportivos, los hallazgos se mantuvieron para los mejores en todas las profesiones.
ABC de los goles
Smoll dijo que las metas efectivas son aquellas que son:
- A – Alcanzable
- B – Creíble
- C – Comprometido
El establecimiento de objetivos como herramienta psicológica para aumentar la productividad implica cinco reglas o criterios, conocidos como la regla SMART. George T. Doran acuñó esta regla en 1981 en un trabajo de investigación de gestión de la Washington Power Company y es, con mucho, una de las proposiciones más populares de la psicología de las metas.
Objetivos INTELIGENTES
Los objetivos SMART representan:
- S (Específico) – Apuntan a un área particular de funcionamiento y se enfocan en construirla.
- M (medible) -Los resultados pueden medirse cuantitativamente o al menos indicarse mediante algunos atributos cualitativos. Esto ayuda a monitorear el progreso después de ejecutar los planes.
- A (Alcanzable/Alcanzable) – Los objetivos están dirigidos a personas idóneas y son individualizados. Tienen en cuenta el hecho de que no existe una regla única que sirva para todos y son flexibles en ese sentido.
- R (realista) – Son prácticos y planificados de una manera que sería fácil de implementar en la vida real. El propósito de un objetivo inteligente no es solo proporcionar el plan, sino también ayudar a la persona a ejecutarlo.
- T (con límite de tiempo) – Un elemento de tiempo hace que la meta sea más enfocada. También proporciona un marco de tiempo sobre el logro de la tarea.
Objetivos SmartER
Si bien esta era la regla de oro del establecimiento de objetivos, los investigadores también le agregaron dos componentes más, y la llaman la regla SMARTER.
Los adyacentes incluyen:
- E (Evaluativo/ético) – Las intervenciones y ejecución siguen la ética profesional y personal.
- R (gratificante) – Los resultados finales del establecimiento de objetivos vienen con una recompensa positiva y brindan una sensación de logro al usuario.
Cecil Alec Mace fue la primera persona en realizar estudios empíricos sobre el establecimiento de metas (Carson, Carson y Heady, 1994). Su trabajo enfatizó la importancia de la voluntad de trabajar e indicó que los planes correctos podrían ser un predictor seguro del éxito profesional (Mace, 1935).
Locke continuó su investigación sobre el establecimiento de metas a partir de ahí y, en la década de 1960, se le ocurrió la explicación de la utilidad de las metas para una vida más feliz y contenta (Locke, 2002).
Hoy en día, la planificación de objetivos es una parte esencial de la psicología educativa y organizacional. Muchas organizaciones alientan a los empleados a someterse a una evaluación para establecer objetivos y utilizar los recursos para medir su productividad en el trabajo (Kleingeld, van Mierlo y Arends, 2011).
La psicología del establecimiento de metas
Los objetivos juegan un papel dominante en la configuración de la forma en que nos vemos a nosotros mismos y a los demás. Es probable que una persona enfocada y orientada a objetivos tenga un enfoque más positivo de la vida y perciba los fracasos como contratiempos temporales, en lugar de defectos personales.
Tony Robbins, un orador motivacional y entrenador de fama mundial, había dicho que “Establecer metas es el primer paso para convertir lo invisible en visible.”
Los estudios han demostrado que cuando entrenamos nuestra mente para pensar en lo que queremos en la vida y trabajamos para lograrlo, el cerebro se reconfigura automáticamente para adquirir la autoimagen ideal y la convierte en una parte esencial de nuestra identidad. Si logramos el objetivo, logramos la realización, y si no lo hacemos, nuestro cerebro nos sigue empujando hasta que lo logremos.
Los psicólogos e investigadores de la salud mental asocian las metas con una mayor previsibilidad del éxito, por las siguientes razones:
Las metas implican valores
Las metas efectivas se basan en altos valores y ética. Al igual que las metas SMARTER, guían a la persona a comprender sus valores fundamentales antes de embarcarse en establecer metas para el éxito. Los estudios han demostrado que cuanto más alineamos nuestros valores y principios fundamentales, más probable es que nos beneficiemos de nuestros planes de metas (Erez, 1986).
Las metas nos atan a la realidad
Un plan de objetivos práctico requiere una verificación de la realidad. Nos damos cuenta de nuestras fortalezas y debilidades y elegimos acciones que están en línea con nuestro potencial. Por ejemplo, un buen orador debe establecer metas para prosperar como orador, mientras que un escritor expresivo debe aspirar a tener éxito como autor.
Darnos cuenta de nuestras habilidades y aceptarlas es un aspecto vital del establecimiento de metas, ya que deja espacio para la introspección y ayuda a establecer expectativas realistas de nosotros mismos.
Las metas requieren autoevaluación
El cumplimiento exitoso de las metas es un claro indicador de nuestro éxito. No necesitamos la validación de los demás una vez que hemos logrado las metas que nos propusimos. El alcance de la autoevaluación potencia la autoconfianza, la eficacia, la autosuficiencia y nos da la motivación para seguir fijándonos objetivos prácticos en todas las etapas posteriores de la vida.
4 pasos para establecer objetivos con éxito
Para desglosar el establecimiento de objetivos, comience con estos cuatro pasos.
1. Haz un plan
El primer paso para establecer objetivos con éxito es un plan brillante.
Destacar nuestras metas por nuestras fortalezas, aspiraciones y afinidades es una excelente manera de construir un programa de trabajo. El plan facilita la formación de hábitos: sabemos dónde enfocarnos y cómo implementar las acciones.
2. Explora recursos
Cuanto más nos eduquemos sobre el establecimiento de objetivos y sus beneficios, más fácil será para nosotros apegarnos a ellos. Podemos comenzar a construir nuestra base de conocimientos siguiendo el consejo de expertos, hablando con los supervisores en el lugar de trabajo o participando en autoevaluaciones.
Las evaluaciones y las interacciones nos ayudan a darnos cuenta de las lagunas de conocimiento y educarnos en las áreas en cuestión.
3. Sea responsable
Un requisito crucial para el establecimiento de objetivos es la rendición de cuentas. Tendemos a rendir mejor cuando alguien nos vigila, por ejemplo, es más fácil hacer trampa en una dieta o saltarnos el gimnasio cuando lo hacemos solos.
Pero en el momento en que nos emparejamos con otros o tenemos un entrenador que nos guíe a través del proceso, hay mayores posibilidades de que nos apeguemos a las metas y tengamos éxito en ellas.
4. Usa recompensas y comentarios
Recompensarnos por nuestros esfuerzos y logros hace que nos resulte más cómodo apegarnos al plan. Los gerentes que brindan retroalimentación regularmente a sus empleados y compañeros de equipo tienen un mejor desempeño en sus equipos que los que no interactúan con los empleados sobre su progreso.
¿Cómo se usa el establecimiento de metas en psicología?
Establecer metas le da a nuestra mente el poder de imaginar nuestro futuro ideal, la forma en que queremos vernos a nosotros mismos en los próximos años. Al comprender mejor nuestros deseos y necesidades, nos damos cuenta de nuestra realidad y podemos establecer expectativas razonables.
El establecimiento de objetivos afecta tanto la motivación intrínseca como la extrínseca y es por eso que la mayoría de los atletas y profesionales de negocios exitosos confían en un plan de acción sólido antes de sumergirse en cualquier trabajo.
Hay muchos ejemplos de cómo el establecimiento de metas se usa de manera efectiva como una intervención psicológica.
Por ejemplo:
- Las prácticas terapéuticas populares como la TCC o el Manejo de la ira a menudo usan planificadores de objetivos semanales o gráficos para registrar el progreso de los clientes y ayudarlos a realizar un seguimiento de los ejercicios que se supone que deben practicar en casa. Incluso en las terapias infantiles, los consejeros a menudo usan tablas de estado de ánimo o establecen ejercicios semanales para el niño y brindan refuerzos positivos al niño para lograrlos.
- Casi todas las instituciones educativas de hoy están de acuerdo en que establecer objetivos claros facilita que los estudiantes se den cuenta de sus fortalezas y trabajen para desarrollarlas. Aumenta su confianza en sí mismos y les permite identificar los objetivos más amplios en la vida.
- Establecer metas como un hábito personal también es beneficioso para mantenernos en perspectiva. El establecimiento de objetivos personales puede ser tan simple como mantener una lista diaria de tareas pendientes o planificar nuestros movimientos profesionales de antemano. A medida que tenemos una visión clara de los objetivos finales, se nos hace más fácil avanzar hacia ellos.
Tipos de objetivos
Hay tres tipos principales de objetivos en psicología:
- Los objetivos del proceso
Son los que implican la ejecución de planes. Por ejemplo, ir al gimnasio por la mañana o tomar los suplementos de salud a tiempo y repetir la misma acción todos los días es una meta de proceso. El enfoque es formar el hábito que finalmente conducirá al logro. - Los objetivos de rendimiento
Estos objetivos ayudan a seguir el progreso y nos dan una razón para continuar con el trabajo duro. Por ejemplo, estudiar no menos de 6 horas al día o hacer ejercicio durante al menos 30 minutos al día puede ayudarnos a cuantificar nuestros esfuerzos y medir el progreso. - Los objetivos de resultado
Las metas de resultado son las implementaciones exitosas de las metas de proceso y desempeño. Nos mantienen en perspectiva y nos ayudan a mantenernos enfocados en el panorama general. Los ejemplos de objetivos de resultados pueden incluir ganar un deporte, perder la cantidad de peso deseada o lograr un puesto alto en la escuela.
El modelo EEE de establecimiento de objetivos
El modelo EEE de establecimiento de objetivos se mencionó en una revista publicada por la Asociación Americana de Psicología (APA, 2017). Es un enfoque centrado en la persona que describe la forma en que una hoja de ruta exitosa contribuye a lograr el cambio.
Autor Nowack (2017). declaró que el establecimiento de metas asegura el éxito al cumplir tres propósitos:
- iluminándonos
Brindando una visión significativa de nuestras habilidades y debilidades, y ayudándonos a priorizar nuestras metas según nuestras necesidades. - animándonos
Proporciona la motivación y el coraje para implementar las metas y ejecutar los planes de manera eficiente. - Permitiéndonos
El establecimiento de objetivos nos permite lograr el equilibrio entre nuestro ser real e ideal. Por…