El resultado de la psicoterapia depende principalmente de la calidad de la relación entre el terapeuta y el cliente.
Cualquier forma de terapia requiere autorrevelación por parte del cliente y un inmenso compromiso para lograr el cambio deseado.
La participación del cliente o la participación del tratamiento en psicoterapia es uno de los aspectos más significativos del proceso terapéutico. Refleja el nivel de apego saludable que tiene un cliente con el terapeuta e impacta directamente en el pronóstico.
Existen múltiples identificadores de compromiso terapéutico positivo, algunos de los cuales son:
- Asistencia regular a las sesiones.
- Autorrevelación y catarsis emocional.
- Disposición a tener conversaciones incómodas.
- Participación diligente en los ejercicios y actividades durante la terapia.
- Percepción del cliente sobre los objetivos finales del tratamiento.
En este artículo, analizaremos en profundidad los aspectos centrales de la participación del cliente y analizaremos las formas de implementarlos. Las siguientes secciones arrojan luz sobre cómo interiorizar el concepto de implicación terapéutica y aplicarlo en la vida real, tanto como profesional como como buscador de ayuda.
Antes de continuar, pensamos que le gustaría descargar nuestros tres ejercicios de logro de objetivos de forma gratuita. Estos ejercicios detallados basados en la ciencia lo ayudarán a usted o a sus clientes a crear objetivos factibles y técnicas maestras para crear un cambio de comportamiento duradero.
¿Qué es el compromiso del cliente en psicoterapia? Una definicion
En general, el compromiso se refiere al proceso de crear conexiones profundas con los clientes que impulsan las decisiones, la interacción y la participación a lo largo del tiempo (Temkin, 2008).
Sarah Keenan y otros entrenadores de vida eminentes en el Holland Bloorview Kids Rehabilitation Hospital explicaron maravillosamente el significado de la participación del cliente en su excelente video ‘Conexión de conocimiento’.
Su presentación describe el compromiso del cliente como una conexión mutua saludable que implica motivar al cliente, mantener su fe a lo largo de las sesiones y promover un resultado positivo al final del curso.
En las ciencias de la salud mental, el compromiso denota todos los esfuerzos realizados durante la terapia, desde las sesiones iniciales, para lograr los resultados deseados. Es un constructo multifacético con varios dominios como la comunicación, la participación y el intercambio de información valiosa (Holdsworth, Bowen, Brown y Howat, 2014).
Según Bowlby (1988), involucrar a los clientes desde la sesión introductoria y mantener el interés todo el tiempo es esencial para:
- Creando un ambiente seguro para el cliente donde pueda expresarse sin miedo.
- Explorar los logros y fracasos del pasado que pueden ser la fuente de los problemas actuales.
- Evaluar el patrón de apego que tiene el cliente con otras personas en su vida.
- Comprender cómo las relaciones pasadas pueden estar asociadas con su condición actual.
- Modificar pensamientos, percepciones y acciones para construir relaciones positivas con su mundo interno y externo.
Una mirada al modelo de compromiso del cliente
El modelo de participación del cliente nos ayuda a comprender la dinámica de la alianza terapéutica y cómo afecta el resultado de la terapia. Aunque se utiliza principalmente en los sectores corporativos, los principios de este modelo también se aplican a entornos terapéuticos.
El modelo de compromiso del cliente (CE) establece que hay dos etapas para involucrar a un cliente en un proceso:
- La etapa de incorporación – Que se trata de crear una relación de trabajo saludable que lo anime a participar activamente.
- La etapa de mantenimiento – Que explora cómo mantener al cliente motivado y atento a lo largo de las sesiones desde el principio.
Cada etapa del modelo CE es esencial y refleja las diferencias entre comenzar la terapia y mantener la motivación para las sesiones en curso. El modelo CE (ilustrado a continuación) muestra cómo un plan de intervención básico puede generar una cooperación activa en el tratamiento.
Cómo involucrar a los clientes en la terapia
Carl Rogers fue una de las primeras personas que enfatizó la importancia de involucrar a un cliente en terapia. Su artículo en el Journal of Consulting Psychology menciona que mantener el enfoque de los clientes en las sesiones de consejería requiere:
- Enfoque continuo en la construcción de una alianza fuerte.
- Aceptación incondicional y juicio cero.
- Ser empático en todo momento.
- Comunicación clara y escucha activa.
No existe un concepto único para todos cuando se trata de tratar con personas y ofrecer soluciones a sus problemas únicos (Rogers, 1957). Cada uno de nosotros piensa diferente, siente diferente y reacciona al estrés y al agotamiento de manera totalmente independiente. Por lo tanto, la participación del cliente en la terapia debe seguir un enfoque altamente individualizado para garantizar que los clientes se beneficien de manera óptima.
En la raíz de un compromiso exitoso se encuentra el apego saludable y el intercambio de emociones positivas (Bowlby, 1987, 1988). Ya sea en una sesión individual o grupal, el nivel de confianza y consideración positiva incondicional entre el cliente y el terapeuta determina en gran medida el compromiso del cliente.
Inducir y mantener con éxito el interés en la terapia requiere años de experiencia y perspicacia. La mayoría de los terapeutas creen que la mejor manera de dominar el arte de involucrar al cliente es practicarlo de forma activa.
Aquí hay algunos patrones bien conocidos de participación del cliente que pueden mejorar la posibilidad de éxito en la psicoterapia.
Encuentro y saludo
Si bien puede parecer básico, comenzar y terminar la sesión con cálidos saludos y despedidas es una excelente manera de hacer que el cliente se sienta bienvenido y cuidado.
Palabras simples como ‘¿Cómo estás hoy?‘ o ‘¿Cómo ha estado tu día?son grandes rompehielos para clientes resistentes y no comunicativos.
Confidencialidad
Mantener y respetar la privacidad del cliente es una preocupación primordial para los terapeutas en cualquier campo. Es natural que los clientes evalúen si es seguro compartir información personal, e incluso la más mínima infracción puede dañar el proceso para siempre.
Por lo tanto, los terapeutas deben garantizar la confidencialidad y la privacidad en todo momento. No deben mencionar ninguna información a nadie más que a los involucrados en el caso.
Usando un enfoque ecléctico
Es posible que los clientes a menudo se aburran y pierdan interés en la terapia, especialmente si ha durado un tiempo. Para evitar esto, muchos terapeutas mezclan y combinan sus intervenciones y las implementan aleatoriamente en las sesiones.
Probar nuevos enfoques no solo hace que los clientes se sientan más emocionados y curiosos, sino que también mejora las habilidades del propio terapeuta.
Hacer una rutina de tratamiento bien planificada
Discutir la estrategia y las técnicas de intervención al principio y al final es un buen paso para asegurar la participación del cliente. Ayuda al cliente a comprender la hoja de ruta y tener algo que esperar.
Elegir intervenciones según el interés del cliente
Diferentes personas tienen diferentes áreas de interés y pasión. Por ejemplo, para un amante de los viajes y de la naturaleza, el uso de imágenes visuales de la naturaleza durante la terapia puede ayudar a calmar su mente y mantenerlo motivado para participar más en la sesión.
Conocer los gustos y aversiones de los clientes e incorporarlos inteligentemente en la terapia contribuye en gran medida a mejorar el compromiso y el resultado del tratamiento.
Fortalecimiento del compromiso del cliente con Quenza
Como se señaló, las mejores estrategias para garantizar que los clientes de la terapia permanezcan altamente comprometidos implican un enfoque ecléctico que los mantenga interesados y comprometidos con sus intervenciones.
Con el auge de las tecnologías digitales, los terapeutas están encontrando formas nuevas e innovadoras de fortalecer el compromiso del cliente con las intervenciones, no solo en la sala de terapia sino también entre sesiones en tiempo real.
Por ejemplo, utilizando la plataforma de terapia electrónica Quenza (en la foto), los terapeutas pueden invitar a sus clientes a completar una variedad de actividades psicoeducativas a su propio ritmo que complementan su aprendizaje en persona.
Usando la plataforma, los terapeutas pueden diseñar ejercicios de reflexión, lecturas, cuestionarios y una variedad de otras actividades, todas las cuales los clientes pueden completar a su conveniencia en sus dispositivos personales.
Una ventaja clave de utilizar una plataforma digital como Quenza para prescribir intervenciones es que permite a los terapeutas realizar un seguimiento del progreso de sus clientes desde el extremo de la aplicación del profesional.
Con el servicio, los terapeutas pueden incluso enviar recordatorios de notificaciones automáticas a los dispositivos de sus clientes para completar actividades, lo que ayuda a mantenerlos comprometidos y encaminados hacia el logro de sus objetivos de terapia.
Si está interesado en obtener más información sobre Quenza, consulte nuestro artículo de estudio de caso dedicado que explora las aplicaciones de la plataforma para brindar intervenciones psicoeducativas. Y si desea probar la plataforma usted mismo, el servicio ofrece una prueba de 30 días por solo $1.
2 actividades de participación del cliente
La participación del cliente está directamente asociada con resultados positivos para problemas emocionales, trastornos del estado de ánimo y abuso de sustancias (LeBeau et al., 2013; Orlinsky, Grawe y Parks, 1994). El indicador más fiable de compromiso es la asistencia regular a las sesiones.
Aquí hay dos actividades de participación que han demostrado ser útiles para la participación en el tratamiento en adultos y adolescentes (Wang et al., 2006).
Espacio para respirar
La sala de respiración es un espacio cómodo que los terapeutas suelen crear para sus clientes. El método prevalece entre los adolescentes que a veces luchan por abrirse y expresar aceptablemente sus emociones.
En la sala de respiración, los terapeutas explican por qué está bien tomarse un momento para pensar o hacer algo que no esté relacionado con la terapia. Puede ser cualquier cosa que los clientes disfruten hacer, siempre que garantice su salud y seguridad.
Por ejemplo, pasar los primeros minutos de la sesión en una cafetería puede ser un respiro adecuado para algunos clientes. Por otro lado, dar un pequeño paseo con el terapeuta y conversar un poco puede ser la forma correcta de ayudar a algunos clientes a abrirse (Shelef, Diamond, Diamond y Liddle, 2005).
Hay cinco pasos para usar la sala de respiración en psicoterapia:
Paso 1 – Reconozca el hecho de que es difícil para los clientes abrirse y compartir sus problemas con un extraño en primer lugar. Sea empático con sus luchas en todo momento.
Paso 2 – Explique por qué la terapia no tiene que ser en el sofá o en una habitación cerrada. Facilite la discusión preguntando al cliente qué le gusta hacer durante su tiempo libre, o trate de aprender acerca de sus intereses generales en la vida.
Paso 3 – Explique qué es un respiro y deje que su cliente elija uno por sí mismo. Ofrezca múltiples opciones (por ejemplo, sentarse en un café, dar un pequeño paseo, mirar fotos antiguas, etc.) y permitir que el cliente elija lo que crea que sería mejor.
Paso 4 – Comprométase completamente con el cliente cuando esté en la sala de respiración y no haga preguntas que puedan incomodar al cliente. Una vez que el cliente se sienta libre y listo en la sala de respiración, regrese al entorno de terapia general por el resto de la sesión.
Paso 5 – Discuta la importancia de estar en el respiro y evalúe en qué áreas puede trabajar para mejorar en la próxima sesión.
Música
La música es algo común que nos interesa a todos en algún nivel u otro. Cierra la brecha entre la comunicación verbal y no verbal (Slyter, 2012). El uso de la música en la terapia es, por mucho, una de las estrategias más confiables y efectivas para mantener la participación del cliente en el tratamiento (Veach & Gladding, 2006).
Aquí hay algunas formas en que podemos usar la música como una intervención activa de participación del cliente. Funciona bien para clientes de todas las edades y antecedentes y agrega…