Qué es la Psicoterapia: 15 Técnicas y Ejercicios (+PDF)

La psicoterapia es un tipo de tratamiento para una variedad de trastornos mentales que se ha utilizado en psicología durante décadas.

Este artículo cubrirá qué es la psicoterapia y cómo puede beneficiar a las personas con diversos trastornos.

Este artículo también discutirá algunas formas en que los psicoterapeutas pueden mejorar su propia práctica para el mejoramiento de sus clientes.

Antes de continuar, pensamos que le gustaría descargar nuestros tres ejercicios de psicología positiva de forma gratuita. Estos ejercicios basados ​​en la ciencia explorarán aspectos fundamentales de la psicología positiva, incluidas las fortalezas, los valores y la autocompasión, y le brindarán las herramientas para mejorar el bienestar de sus clientes, estudiantes o empleados.

¿Qué es la psicoterapia? Una definicion

Según la Asociación Estadounidense de Psicología (APA), la psicoterapia se puede definir como un «tratamiento colaborativo… entre un individuo y un psicólogo» en el que el psicólogo utiliza «procedimientos científicamente validados para ayudar a las personas a desarrollar hábitos más saludables y efectivos». Para una discusión más profunda de qué es la psicoterapia y cómo se usa, consulte este PDF de la Sociedad Psiquiátrica del Sur de California.

Para nuestros propósitos, podemos definir la psicoterapia como un tratamiento psicológico para una variedad de trastornos de salud mental que pueden o no administrarse junto con un tratamiento farmacéutico.

5 técnicas, herramientas y ejercicios de psicoterapia

Un artículo reciente presentó un enfoque generalizado que los psicoterapeutas deberían adoptar para dirigir sesiones exitosas (Yager & Feinstein, 2017). Este enfoque se divide en cuatro pasos:

  • Relativo: Esto incluye respetar la autoestima y las luchas del paciente, además de ser amable.
  • Explorador: Esto incluye prestar atención a lo que dice un cliente (así como a lo que no dice) y su lenguaje corporal, así como hacer preguntas para entender mejor al cliente y aclarar contradicciones.
  • explicando: Esto incluye considerar cómo los sesgos cognitivos del cliente y del terapeuta pueden estar dando forma a la sesión, así como considerar cualquier otro factor (sociológico, interpersonal, de desarrollo, etc.) que podría dar forma al pensamiento del cliente, y finalmente preguntar al cliente si están de acuerdo con sus corazonadas y conclusiones.
  • interviniendo: Esto incluye presentar las interpretaciones de uno al cliente para que pueda estar de acuerdo o en desacuerdo con ellas, no permitir los comportamientos destructivos o deshonestos del cliente y enseñarle formas de lidiar con sus problemas (como habilidades de afrontamiento).

Otro problema con la psicoterapia es que los médicos generalmente subestiman la cantidad de clientes que abandonan el tratamiento sin ningún beneficio o con riesgo de deterioro (Lambert, 2017). El primer paso para corregir este problema es hacer que los terapeutas sean conscientes de la discrepancia entre cómo creen que está progresando el tratamiento y cómo está progresando realmente el cliente.

Una forma de hacerlo es el Cuestionario de resultados-45 (OQ-45), que es una autoevaluación de 45 preguntas que los clientes pueden completar al final de cada sesión para realizar un seguimiento de su progreso terapéutico. Si los terapeutas ofrecen esta opción a los clientes, pueden identificar más rápidamente a los clientes que necesitan planes de tratamiento modificados.

También existe un Cuestionario de resultados de jóvenes-30 (Y-OQ-30) para niños y adolescentes, que puede ser completado por el cliente o sus padres. Al usar estas herramientas, los psicoterapeutas pueden asegurarse de que sus planes de tratamiento sean efectivos y modificarlos si no lo son.

Cómo lidiar con la resistencia en psicoterapia: técnicas para terapeutas

Una forma de lidiar con la resistencia en psicoterapia es que el terapeuta pida al cliente una retroalimentación al final de cada sesión e intente modificar su plan de tratamiento en respuesta a esa retroalimentación (Esmiol-Wilson et al., 2017).

Por ejemplo, ciertos clientes cuyos comentarios se solicitaron expresaron que su terapeuta no entendía sus situaciones debido a su propio privilegio como terapeuta.

Luego, el terapeuta pudo reconocer esto e incorporarlo a su tratamiento para poder tratar con su cliente desde una perspectiva más honesta y abierta.

Otro estudio que analizó la resistencia en psicoterapia se centró específicamente en la angustia durante la sesión (Yasky et al., 2016). Estos investigadores hicieron que los clientes completaran cuestionarios posteriores a la sesión que les pedían que identificaran cualquier angustia que experimentaran durante la sesión. A partir de ahí, los terapeutas fueron más cuidadosos al monitorear la angustia durante la sesión y discutieron esta angustia con su cliente cuando sintieron que se estaba convirtiendo en un problema.

Cuando se identificó y discutió la angustia durante la sesión, los clientes completaron más sesiones de terapia y lograron mejores resultados posteriores a la terapia.

Esta idea se refuerza en la descripción de un estudio de caso de un hombre que buscó terapia por problemas de ira a instancias de su esposa (Dowd, 2016). Cuando la terapeuta se encontró con una resistencia extrema por parte del cliente, detuvo brevemente la sesión y (cortésmente) lo confrontó acerca de su resistencia, permitiendo que el cliente sintiera que estaba siendo escuchado.

A partir de ahí, el terapeuta le dio al cliente más control al permitirle estructurar la sesión por sí mismo, momento en el que se volvió menos cauteloso y eventualmente pudo resolver algunos de sus problemas (con múltiples sesiones de psicoterapia).

El hilo común en los tres documentos es la idea de adaptabilidad.

En todos los casos, los terapeutas encontraron resistencia cuando llevaron las sesiones al pie de la letra y con cierta rigidez. Al obtener retroalimentación directa del cliente, los terapeutas pudieron modificar sus planes de tratamiento para abordar las preocupaciones del cliente y, a partir de ahí, encontraron menos resistencia.

Dado que se supone que la psicoterapia es un proceso individualizado, la capacidad de adaptar un plan de tratamiento es crucial para cualquier terapeuta que encuentre resistencia.

Las 10 mejores intervenciones de psicoterapia

Si bien las diferentes intervenciones de psicoterapia pueden ser útiles para diferentes personas y para diferentes trastornos, aquí hay 10 de las intervenciones de psicoterapia mejor probadas que existen.

Tres planes de tratamiento de psicoterapia que se han descrito como tratamientos con apoyo empírico (EST) son la terapia cognitivo-conductual (TCC), la psicoterapia psicodinámica y la psicoterapia de apoyo (Feinstein et al., 2015).

Según la Clínica Mayo, la TCC “te ayuda a identificar creencias y comportamientos negativos y poco saludables y a reemplazarlos por otros positivos y saludables”.

La psicoterapia psicodinámica consiste en “aumentar su conciencia de los pensamientos y comportamientos inconscientes, desarrollar nuevos conocimientos sobre sus motivaciones y resolver conflictos”, mientras que la psicoterapia de apoyo “refuerza su capacidad para hacer frente al estrés y las situaciones difíciles”.

Se ha demostrado que la psicoterapia que incorpora aspectos de la reducción del estrés basada en la atención plena (MBSR) es eficaz para reducir los síntomas del estrés y la ansiedad (Call et al., 2014).

Según el Center for Mindfulness de la Universidad de Massachusetts, MBSR tiene como objetivo ayudarte “[d]Desarrollar la capacidad de hacer frente con mayor eficacia a situaciones estresantes tanto a corto como a largo plazo”. Este es un hallazgo interesante porque la atención plena y las enseñanzas de MBSR se pueden incorporar fácilmente a la psicoterapia tradicional.

Se ha demostrado que la terapia psicodinámica a corto plazo con terapia basada en la mentalización (STMBP) es un tratamiento eficaz para un trastorno depresivo mayor (MDD) (Bressi et al., 2017). Según el Dr. John Grohol de PsychCentral, la terapia basada en la mentalización (MBT) tiene como objetivo “[help] personas a diferenciar y separar sus propios pensamientos y sentimientos de los que les rodean”. Este es otro ejemplo de cómo una simple adaptación de un tratamiento de psicoterapia tradicional puede hacer que sea beneficioso para más personas.

Se ha demostrado que la psicoterapia asistida por psilocibina es eficaz para reducir los síntomas de estrés y ansiedad en pacientes con cáncer (Belser et al., 2017). En este estudio, la psicoterapia asistida por psilocibina se refirió a una larga sesión de psicoterapia durante la cual se administró psilocibina al cliente.

A diferencia de la mayoría de las psicoterapias, la psicoterapia asistida por psilocibina probablemente solo consistirá en una sola sesión, aunque esa sesión puede ser parte de un plan de tratamiento más largo de varias sesiones.

Se ha demostrado que la psicoterapia interpersonal (IPT) reduce los síntomas depresivos en los adolescentes (Pu et al., 2017). Según la Clínica Mayo, IPT “se enfoca en abordar los problemas con sus relaciones actuales con otras personas para mejorar sus habilidades interpersonales”. La TPI puede ser eficaz en el tratamiento de trastornos que conducen a deficiencias sociales, así como en terapia matrimonial y familiar.

Se ha demostrado que la hipnoterapia cognitiva (CH) es eficaz en el tratamiento de problemas de ira (Dowd, 2016). La hipnoterapia cognitiva es una “integración de la hipnosis con la TCC” que inicialmente surgió como una forma de usar la hipnosis para tratar la depresión (Alladin, 2012). Este es un buen ejemplo de cómo las ideas psicológicas tradicionales (como la hipnosis) pueden hacerse más aceptables para los escépticos mediante la integración con tratamientos más modernos y empíricamente respaldados.

Se ha demostrado que la terapia conductual dialéctica (DBT, por sus siglas en inglés) es eficaz para reducir la ideación suicida, así como los síntomas de depresión y ansiedad en veteranos de combate (Goodman et al., 2016). La terapia conductual dialéctica es “un tipo de TCC que enseña habilidades conductuales para ayudarlo a manejar el estrés, controlar sus emociones y mejorar sus relaciones con los demás”, según la Clínica Mayo. Si bien DBT es una adaptación de CBT, se usa lo suficiente como para merecer su propia mención.

Se ha demostrado que un tipo de arteterapia llamada arteterapia con arcilla (CAT, por sus siglas en inglés) a corto plazo es eficaz para mejorar la salud mental de los participantes con MDD (Nan & Ho, 2017). Según la Asociación Estadounidense de Terapia de Arte, la terapia de arte es “una profesión integradora de salud mental y servicios humanos que enriquece la vida de las personas, las familias y las comunidades a través de la creación activa de arte, el proceso creativo, la teoría psicológica aplicada y la experiencia humana dentro de un marco psicoterapéutico. relación».

La terapia de arte puede ayudar a los niños, adolescentes y adultos menos expresivos vocalmente a sacar más provecho de una sesión de psicoterapia que la terapia de conversación tradicional.

Cuál es el Mejor Tratamiento de Consejería Psicoterapéutica

Dado que la psicoterapia es una empresa tan personal, no existe un mejor tratamiento único que sirva para todos. Dicho esto, la terapia cognitivo-conductual (TCC) a menudo se considera el tratamiento más eficaz para la más amplia gama de trastornos. Por ejemplo, se ha demostrado que la TCC dirigida por un terapeuta (a diferencia de la autoadministrada) es eficaz tanto para la bulimia nerviosa (BN) como para los síntomas depresivos consecuentes (Linardon et al., 2017).

También se ha demostrado que la TCC es eficaz (por sí sola o junto con otros tratamientos) para la ansiedad, los síntomas depresivos generales, los síntomas depresivos en pacientes con insomnio, la angustia por tinnitus y el abandono del hábito de fumar (Dragioti et al., 2017).

La psicoterapia analítica funcional (FAP, un subconjunto de la TCC) también ha demostrado ser eficaz para disminuir las dificultades interpersonales en los residentes de hogares de ancianos (Singh & O’Brien, 2017). Como vimos anteriormente, otras adaptaciones de la TCC (como la DBT y la hipnoterapia cognitiva) también han ganado aceptación, mostrando su versatilidad y la variedad de trastornos para los que puede ser útil.

Dicho todo esto, puede ser tentador pensar que la TCC es fácilmente el mejor tratamiento para la mayoría de los trastornos, ya que se ha demostrado que es útil para una variedad tan amplia de trastornos.

Sin embargo, ha habido un retroceso reciente en la eficacia de la TCC, como algunos…