Terapia de experiencia somática: 10 mejores ejercicios y ejemplos

Mientras que eventos como desastres naturales, guerras o accidentes pueden ser considerados traumáticos por la mayoría de las personas, otros eventos pueden ser traumáticos debido a la experiencia subjetiva de las personas.

Experimentar un evento traumático puede tener un impacto transitorio o continuo en los estados psicológicos y físicos. Algunas personas pueden superar fácilmente el impacto de tal evento, mientras que otras pueden verse profundamente afectadas en su capacidad para hacer frente a la misma situación.

Esto puede afectar negativamente la forma en que perciben su entorno y a sí mismos. El cerebro se reconecta a respuestas físicas y mentales desadaptativas, y el cuerpo se atasca en una respuesta de estrés constante.

La experiencia somática, que es una terapia somática, puede curar eficazmente a las personas del trauma mediante el uso de intervenciones corporales.

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¿Qué son las terapias curativas somáticas?

El término somático proviene de la palabra griega soma, que significa “cuerpo”. Las terapias de curación somática se encuentran dentro del espectro de las terapias mente-cuerpo y se refieren específicamente a aquellas terapias que funcionan con un enfoque ascendente (Barrat, 2010; Muehsam et al., 2017).

Debido a esto, las terapias de curación somática también se denominan cuerpo-terapias mentales y representan la aplicación de la psicología somática, que es el campo que se ocupa de vivir la experiencia de estar encarnados y reconocer esta experiencia como la base de cómo nos relacionamos y vivimos en el mundo (Barrat, 2010).

Las terapias cuerpo-mente utilizan intervenciones curativas que trabajan con el cuerpo para acceder y cambiar sentimientos, pensamientos y comportamientos. Estas intervenciones trabajan con la sabiduría del cuerpo y aprovechan los recursos personales de cada cliente (Barrat, 2010; Levine & Frederick, 1997).

Experiencia somática explicada

Desarrollado por Peter Levine, Somatic Experiencing (SE®) es una terapia de cuerpo y mente enfocada específicamente en la curación del trauma al ayudar a los clientes a centrar su atención en sus cuerpos.

Las sensaciones y experiencias exploradas se describen como:

  • Interoceptivo (es decir, conciencia interna del cuerpo)
  • Propioceptivo (es decir, orientación espacial del cuerpo)
  • Cinestésico (es decir, movimientos del cuerpo; Payne, Levine y Crane-Godreau, 2015).

A diferencia de otras formas de terapia de trauma, SE® evita intencionalmente evocar directamente recuerdos traumáticos y, por lo tanto, no se enfoca en pensamientos y sentimientos relacionados con la experiencia traumática.

SE® aborda estos recuerdos usando el cuerpo como puerta de entrada, explorándolos de manera gradual e indirecta al promover experiencias corporales más adecuadas, seguras y cómodas (Payne et al., 2015).

Comprender el estrés, el trauma y el TEPT en SE®

Dentro de SE®, el estrés se define como “la incapacidad del complejo y dinámico sistema nervioso autónomo para recuperar la funcionalidad normal” (Payne et al., 2015, p. 3), y el trauma, como la desregulación constante del sistema nervioso y experiencias corporales (Levine y Frederick, 1997).

Esto significa que el trauma reside en el cuerpo y no en la naturaleza del evento, y que las personas variarán mucho en sus formas de percibir y responder al evento, dependiendo de variables biológicas, psicosociales y contextuales.

El sistema nervioso autónomo es dinámico y puede responder paradójicamente ante el estrés, activando simultáneamente los sistemas simpático y parasimpático (Payne et al., 2015).

Levine (1986) postula que el cuerpo puede quedar atrapado en una respuesta abrumadora y disfuncional, que es reversible, aunque no modificable por el evento externo.

Este enfoque del estrés y el trauma postula que en lugar de utilizar categorías diagnósticas y patologizantes como el trastorno de estrés postraumático (TEPT), se debe utilizar un continuo de estrés para evaluar el nivel de activación de los sistemas simpático y parasimpático. Además, SE® considera el trauma como una respuesta natural y no patológica interrumpida que debe cerrarse (Levine & Frederick, 1997).

Cuando se enfrentan a una amenaza, todos los animales, incluidos los humanos, están programados evolutivamente para responder de manera inconsciente y automática con ciertos comportamientos somáticos para protegerse, como huir, prepararse, ponerse rígidos y colapsar.

La principal diferencia entre los animales salvajes y los humanos es que los animales se recuperan naturalmente de estos estados mediante otros patrones de acción, como bostezar, temblar y agitarse para liberar el exceso de energía generado por la experiencia amenazante (Levine & Frederick, 1997).

Sin embargo, los humanos han aprendido a obstaculizar estas contrarrespuestas debido a varias circunstancias, frustrando la respuesta natural de restablecer el sistema nervioso. Esta interrupción conduce a la desregulación del sistema nervioso, dejando un recuerdo en el cuerpo con destellos de la experiencia traumática.

Según Payne et al. (2015, p.14), “el trauma es una respuesta biológica incompleta altamente activada ante una amenaza, congelada en el tiempo”. Desde este punto de vista, las personas que experimentan un trauma no padecen una enfermedad, sino que sus cuerpos han quedado atrapados en un estado de desregulación. Y eso es exactamente lo que aborda SE®.

Este video de Bessel van der Kolk sobre Comprender el trauma explica más:

Comprender los fundamentos teóricos de SE®

Una característica central de SE® es el desarrollo de una conciencia interna consciente o interocepción, que es común en las disciplinas orientales como el tai chi, el qigong, el yoga y la meditación sentada (Schmalzl, Crane-Godreau y Payne, 2014).

La investigación sobre la interocepción sugiere que este sentido del estado interno del cuerpo se relaciona con el sentido del yo y los procesos cognitivos y de toma de decisiones, que se ven afectados por el trauma (Craig, 2010; Damasio, 2003).

Levine y sus colegas proponen que SE® puede restaurar las cortezas interoceptiva y premotora del cerebro para llevarlas a un nivel de funcionamiento óptimo. Esta terapia tiene como objetivo mejorar el funcionamiento de los procesos reguladores profundos de cuatro estructuras subcorticales dentro del sistema nervioso.

Estas estructuras subcorticales se denominan red de respuesta central e incluyen el sistema nervioso autónomo, el sistema límbico, el sistema motor emocional y el sistema de excitación reticular. La investigación muestra que estos sistemas están intrincadamente interconectados, operando a un nivel no verbal (Payne et al., 2015).

Además, proponen que otro conjunto de estructuras cerebrales corticales median las respuestas entre los procesos cognitivos (verbales) y la red de respuesta central (no verbal). Sugieren que las cortezas premotoras e interoceptivas juegan un papel clave en SE® para que el sistema nervioso vuelva a funcionar de manera óptima, modulando la desregulación del sistema nervioso.

Por lo tanto, mientras SE® se enfoca en experiencias no verbales, todavía usa palabras. Estos se utilizan principalmente para facilitar la identificación y elicitación de esas sensaciones y experiencias interoceptivas, propioceptivas y cinéticas no verbales.

SE® postula que se puede acceder voluntariamente a estructuras corticales como la corteza premotora, la corteza parietal y la corteza orbitofrontal para regular las redes subcorticales (Payne et al., 2015).

¿La experiencia somática está basada en la evidencia?

La investigación empírica ha demostrado que SE® puede ser una terapia eficaz para tratar el trauma. Los ensayos controlados aleatorios (ECA) generalmente se consideran el estándar de oro de la investigación y, a menudo, se usan para probar la efectividad de las terapias antes de aplicarlas a poblaciones más amplias. En el caso de SE®, solo hay unos pocos ECA documentados.

Un RCT realizado por Brom y colegas (2017) indicó que después de participar en 15 sesiones semanales de SE®, los participantes informaron una disminución significativa en la gravedad de los síntomas del TEPT y la depresión.

Otro ECA desarrollado por Andersen y colaboradores (2017) comparó el tratamiento habitual con SE® además del tratamiento tradicional para el TEPT y el dolor crónico. Descubrieron que los participantes en el grupo SE® informaron una reducción significativa en la cantidad de síntomas de TEPT y miedo al movimiento. Además, ambos grupos de tratamiento informaron una disminución significativa del dolor y la discapacidad.

Otros estudios han incluido un grupo de tratamiento con un grupo de control en lista de espera para comparar el impacto de SE® sin asignar aleatoriamente a los participantes.

Por ejemplo, Leitch, Vanslyke y Allen (2009) investigaron la efectividad de una intervención breve que comprendía una o dos sesiones de SE® en combinación con el Modelo de Resiliencia al Trauma en trabajadores de servicios sociales que fueron sobrevivientes de los huracanes Katrina y Rita en los EE. UU.

Los hallazgos mostraron aumentos significativos en las medidas de resiliencia y una reducción en los síntomas de TEPT. Además, las mediciones de seguimiento sugirieron que las intervenciones podrían amortiguar los síntomas psicológicos en mayor medida.

Otros estudios no han incluido un grupo de control con el que comparar la intervención. Por ejemplo, una investigación exploratoria dirigida por Leitch (2007) también exploró una breve intervención temprana SE® con sobrevivientes de un tsunami en Tailandia. Dos tercios de los participantes informaron una disminución de los síntomas posteriores al desastre inmediatamente después de la intervención, mientras que el 90 % mostró una reducción de los síntomas al año de seguimiento.

Otro estudio de campo no controlado realizado por Parker, Doctor y Selvam (2008) examinó los efectos de SE® en los sobrevivientes del tsunami en el sur de la India. Varias mediciones de seguimiento mostraron que los participantes informaron una disminución de los síntomas de excitación, intrusión y evitación, con un 90% informando una mejora significativa o sin síntomas después de ocho meses.

Los estudios de SE® se han realizado con sobrevivientes o víctimas de trauma y profesionales que se están capacitando como practicantes de SE®. Un estudio longitudinal realizado por Winblad, Changaris y Stein (2018) siguió a profesionales en formación durante un período de tres años.

Los hallazgos mostraron disminuciones significativas en los síntomas de somatización y ansiedad y aumentos sustanciales en el bienestar físico y relacional. Estos resultados sugieren que el entrenamiento SE® puede mejorar la resiliencia de los profesionales y tener implicaciones prometedoras para otros profesionales con un alto riesgo de exposición indirecta al trauma.

15 beneficios de la experiencia somática

La investigación mencionada anteriormente muestra evidencia prometedora que respalda la efectividad de SE®.

Algunos de los beneficios que se pueden extraer de estos estudios y literatura son:

  1. Reducción del malestar físico y psicológico.
  2. Disminución de la tensión y el dolor.
  3. Disminución del estrés
  4. Afecto negativo disminuido
  5. Reducción de la irritabilidad y/o agresión.
  6. Concentración mejorada
  7. Mayor sentido de uno mismo
  8. Aumento del afecto positivo
  9. Confianza mejorada
  10. Mayor esperanza
  11. Mayor resiliencia
  12. Mayor bienestar físico
  13. Relaciones mejoradas
  14. Dormir mejorado
  15. Mayor interés en las actividades.

3 críticas a la experiencia somática

SE® también presenta varias limitaciones que deben tenerse en cuenta antes de generalizar estos beneficios.

Escasez de estudios publicados

Si bien hay una variedad de recursos interesantes y útiles disponibles en el sitio oficial de SE®, solo unos pocos se han publicado en revistas académicas y científicas.

Una búsqueda en PsycINFO, una base de datos científica en línea de artículos y libros sobre temas relacionados con la psicología, arrojó no más de una docena de estudios empíricos, junto con algunas disertaciones y capítulos de libros.

Aunque esta es solo una base de datos, proporciona un vistazo a la literatura científica disponible sobre este tema.

Metodológico…