Cómo desarrollar la empatía: 10 ejercicios y hojas de trabajo (+ PDF)

Todos hemos conocido a personas que parecen carecer de empatía.

Cuando ven a alguien molesto o pasando por un momento difícil, parecen desconcertados, sin saber cómo responder.

¿Por qué son así, y se puede cambiar?

La genética proporciona parte de la historia (Horsburgh, Schermer, Veselka y Vernon, 2009). El resto de lo que somos se explica por nuestro entorno, cómo crecimos y lo que estamos aprendiendo en este momento.

Tenemos el potencial para cambiar. Nuestra empatía no es fija; se puede desarrollar.

Este artículo analiza cómo crece la empatía a lo largo de nuestros años de formación y ofrece una serie de ejercicios que se pueden usar con los clientes para desarrollarla aún más.

Antes de continuar, pensamos que le gustaría descargar nuestros tres ejercicios de inteligencia emocional de forma gratuita. Estos ejercicios basados ​​en la ciencia no solo mejorarán su capacidad para comprender y trabajar con sus emociones, sino que también le brindarán las herramientas para fomentar la inteligencia emocional de sus clientes, estudiantes o empleados.

¿Cómo se desarrolla la empatía? 5 Etapas y 5 Factores

La empatía es una parte integral del desarrollo emocional y social y un motivador esencial para ayudar a quienes están en peligro. En un sentido muy literal, es el “capacidad de sentir o imaginar la experiencia emocional de otra persona” (McDonald & Messinger, 2011).

Si bien inicialmente se pensó que la empatía no se desarrollaba en los niños pequeños, la investigación sobre su respuesta a la angustia de los demás ha demostrado lo contrario.

A continuación, analizamos algunas de las etapas de desarrollo y los factores que influyen en la empatía, a partir de investigaciones realizadas en la Universidad de Miami (McDonald & Messinger, 2011).

Etapas del desarrollo de la empatía

Recién nacidos: cuando los recién nacidos escuchan llorar a otros bebés, con frecuencia muestran signos de angustia, conocidos como llanto reflejo o contagio emocional.

Su comportamiento sugiere un precursor de la empatía y una predisposición a las emociones negativas de los demás, en lugar de una reacción irreflexiva al ruido.

Infantes: los bebés muestran preocupación por los demás. Sin embargo, como cualquier padre sabe, tienen dificultades para regular sus emociones y, a menudo, se sienten abrumados por los sentimientos de los demás.

niños pequeños: entre las edades de 14 y 36 meses, los niños comienzan a mostrar signos claros de los componentes emocionales de la empatía, que incluyen disculparse, mostrar preocupación por los demás y ofrecer ayuda. De una manera muy real, comienzan a ‘probar’ las experiencias de otros, ya sea que las vean en la televisión, con amigos o en una situación familiar.

NIñez temprana: a medida que los niños comienzan sus primeros años escolares, no solo experimentan los estados emocionales de los demás, sino que también comienzan a imaginar sus experiencias. Conocidos por psicólogos y filósofos como la teoría de la mente, comienzan a verse a sí mismos y a los demás en términos de emociones, sentimientos y deseos (Wellman, Cross y Watson, 2001).

Infancia media hasta la edad adulta: se observan desarrollos significativos en la empatía desde la infancia media hasta la edad adulta que forman parte de un rasgo de personalidad prosocial más amplio. De hecho, el desarrollo de un comportamiento prosocial temprano, como la preocupación empática y la toma de perspectiva, motiva el comportamiento de ayuda (McDonald & Messinger, 2011).

Factores del desarrollo de la empatía

Hay muchos factores involucrados en el desarrollo temprano y rápido de la empatía.

Genético: La investigación de gemelos ha implicado constantemente la importancia de la herencia en el desarrollo de la empatía, lo que representa entre un tercio y la mitad de la variación encontrada en los niños (Knafo, Zahn-Waxler, Van Hulle, Robinson y Rhee, 2008).

Factores del neurodesarrollo: las neuronas espejo en el cerebro animal y humano, que reflejan las emociones de otras personas, pueden proporcionar una base neurológica para conectar las experiencias de otros con las nuestras. Consulte la excelente charla TED de Vilayanur Ramachandran para obtener una descripción general (Ramachandran, 2009).

Temperamento: nuestra personalidad es un factor esencial en cómo desarrollamos la empatía. Por ejemplo, los niños temerosos y tímidos parecen menos propensos a involucrarse en un comportamiento empático en situaciones desconocidas.

Mimetismo e imitación: la mímica facial comienza en la primera infancia y parece estar relacionada con la internalización de las experiencias emocionales de los demás.

crianza de los hijos: la influencia socializadora de los padres y cuidadores en los niños pequeños es considerable y afecta aún más la empatía. Feldman (2007) descubrió que el aumento de los comportamientos de emparejamiento durante el juego en la infancia condujo a más muestras de empatía en la edad adulta.

Otra investigación ha confirmado la importancia de las relaciones entre padres e hijos para promover el desarrollo de la empatía, muy probablemente basada en sentimientos de confianza y una sensación de relación amorosa.

Si bien la lista anterior no es exhaustiva, proporciona información crucial sobre la complejidad y la importancia de la empatía.

¿Por qué trabajar en sus habilidades de empatía?

En el libro Inteligencia emocionalreportero científico de la New York Times Daniel Goleman (2006) describe la empatía como una capacidad para “saber cómo se siente otro» viniendo «en juego en una amplia gama de áreas de la vida, desde ventas y administración hasta romance y crianza de los hijos, compasión y acción política.”

Para intuir los sentimientos de otra persona, debemos leer las señales no verbales: expresiones faciales, tono de voz y comportamiento. Y los beneficios son profundos.

De hecho, no es fácil encontrar alguna parte de nuestra vida que no se vea afectada por nuestra capacidad de empatizar. Algunas de las cuales identificamos a continuación:

  • Cómo nos vemos nosotros y los demás:
    Según una investigación de Robert Rosenthal y colegas de la Universidad de Harvard, nuestra capacidad para leer los sentimientos de los demás nos hace más extrovertidos y populares en la niñez y la edad adulta (Goleman, 2006).
  • Impacto positivo en las relaciones laborales:
    Las investigaciones confirman que una mayor empatía afecta nuestra eficacia laboral, mejorando así nuestras habilidades como trabajadores y gerentes (McKee, David, Chaskalson y Chussil, 2017).
  • Matrimonios exitosos:
    Plopa, Kaźmierczak y Karasiewicz (2016) encontraron que la empatía de los socios era un fuerte predictor de sus posibilidades de una relación exitosa.
  • Mejor crianza:
    La empatía hace que los padres sean más resistentes y capaces de enfrentar los desafíos asociados con la crianza de los hijos (Geiger, Piel, Lietz y Julien-Chinn, 2016).
  • Evitar un desastre global:
    El psicólogo Robert Ornstein y el biólogo Paul Ehrlich, en La humanidad en la cuerda floja (2012), señalan que si bien estamos programados para empatizar con las personas más cercanas a nosotros, al extender la compasión de la humanidad, podremos enfrentar los desafíos que se avecinan, desde el calentamiento global hasta las pandemias y la guerra.

8 estrategias para desarrollar la empatía

Nuestra capacidad de ser empáticos con los demás no es fija; se puede desarrollar.

Hacer cambios, a menudo pequeños, en nuestra vida diaria puede afectar significativamente nuestra capacidad de empatizar con individuos y grupos (Miller, 2019).

Debemos alentarnos a nosotros mismos y a nuestros clientes a experimentar la vida de los demás aprendiendo a:

1. Cultiva la curiosidad

Desarrolle una curiosidad insaciable sobre los detalles de las personas que conoce (Eyal, Steffel y Epley, 2018; Krznaric, 2012):

  • Pasa tiempo con personas que conoces menos y pregúntales sobre ellos mismos, cómo son y cómo es su vida.
  • Siga a personas de diferentes orígenes (religiosos, étnicos, políticos) en las redes sociales y escuche lo que tienen que decir.
  • Esté presente con las personas cuando hable con ellas. Reconocer los temas que los apasionan, alegran o entristecen.
  • Visite nuevos lugares, conozca gente local mientras se sumerge en su forma de vida.

2. Sal de tu zona de confort

Aprenda algo nuevo o viaje, y vea cómo se siente estar fuera de su zona de confort:

  • Experimente lo que es no poder hacer algo o no saber cómo interactuar con el lugar donde se encuentra.
  • Busque apoyo.
  • Acepte lo impotente que puede sentirse a veces y déjese humillar.
  • La humildad puede ser un camino útil hacia la empatía.

3. Recibir comentarios

Solicite comentarios de amigos, familiares y colegas sobre sus habilidades de escucha activa y relaciones:

  • ¿Cómo podrías mejorar?
  • ¿Qué oportunidades perdiste?

4. Examina tus sesgos

Todos tenemos prejuicios y afectan nuestra capacidad de empatía. A menudo, sin saberlo, juzgamos a los demás por su aspecto y por cómo viven (Miller, 2019):

  • Encuentre oportunidades para mezclarse con personas de otros orígenes.
  • Hable con la gente sobre las cosas importantes en sus vidas.
  • Mientras reconocemos las similitudes que compartimos, interesémonos, sin juzgar, en las diferencias.
  • Done a organizaciones benéficas que brinden apoyo a otras comunidades.

5. Ponte en los zapatos de los demás

  • Comprender cómo es para las personas en otras situaciones. ¿Cómo viven, trabajan y comparten?
  • Pase tiempo con los demás y comprenda sus preocupaciones. ¿Qué les da felicidad? ¿Cuáles son sus sueños?
  • Establezca relaciones con las personas que ve, pero con las que generalmente no se conecta.

6. Conversaciones difíciles y respetuosas

Si bien puede ser difícil desafiar o ser desafiado por puntos de vista alternativos, algunas lecciones simples pueden ayudar (Miller, 2019):

  • Escucha y no interrumpas.
  • Esté abierto a ideas nuevas y diferentes.
  • Discúlpate si has herido los sentimientos de alguien con lo que has dicho.
  • Investigue el problema. Comprender de dónde proviene un punto de vista y cómo afecta a las personas involucradas.

7. Únete a una causa compartida

La investigación ha demostrado que trabajar juntos en proyectos comunitarios puede ayudar a sanar diferencias y divisiones y eliminar prejuicios (Halpern & Weinstein, 2004):

  • Encuentre un proyecto comunitario, localmente o en otro país.
  • Únase a otros que han pasado por experiencias de vida similares.
  • Únase a un grupo de diferentes orígenes y ayude en eventos escolares, políticos o de la iglesia.

8. Lee mucho

Leer ficción, no ficción, periódicos, revistas y contenido en línea que captura la vida de personas de diferentes orígenes aumenta nuestra inteligencia emocional y nuestra capacidad de empatizar (Kidd & Castano, 2013):

  • Encuentra escritores con historias únicas que contar.
  • Entra en la vida de sus personajes, sus sentimientos y pensamientos.

Fomentando la empatía en estudiantes y niños: 4 juegos y actividades

Los niños pueden aprender la empatía en su vida diaria a través del juego, la interacción con los demás, la lectura y el comportamiento de los cuidadores.

1. Enseñar a los niños cómo empatizar

El juego imaginativo y la lectura pueden ofrecer increíbles oportunidades para que los niños aprendan la empatía (Miller, 2019):

  • Enseñar a los niños los nombres de sus emociones.
  • Pregunte a los niños qué emociones podrían estar sintiendo los personajes en sus historias y juegos imaginativos.
  • Deje que los niños vean su preocupación por el bienestar de los demás.
  • Léeles cuentos con personajes de diferentes orígenes y discuta por qué alguien podría sentirse de la manera en que se siente.

2. Búsquedas del tesoro de empatía

Reúna a un grupo de jóvenes o una clase de la escuela y déles un conjunto de pistas que los lleven a varios lugares (posiblemente salones de clase). En cada uno, encontrarán un maestro o líder diferente.

  • Una vez allí, dales una pista sobre la persona que han encontrado e instrucciones sobre cómo ‘entrevistarla’.
  • Pídales que escuchen con atención, con compasión. Su objetivo es comprender las esperanzas y los sueños de la persona y lo que es importante para ella.

3. Identificar emociones

Escriba varias emociones en pequeños pedazos de papel y colóquelos en un recipiente frente a un grupo de niños.

  • Pida a un niño que elija una hoja de papel y que la lea él mismo o (si es demasiado pequeño) que se la lea, sin que el resto del grupo lo escuche.
  • Pídale al niño que haga una mueca o realice una acción para representar la emoción al resto del grupo.
  • Pida al grupo que mire y adivine la emoción. Si es correcto, pregúnteles por qué eligen esa emoción.

4. Collage de sentimientos

Esta actividad basada en el arte funciona bien con cualquier grupo de edad. Cuanto más desordenado, mejor para los niños más pequeños.

  • Pida a los niños que recorten caras de…