La teoría del establecimiento de metas se basa en el concepto de que nuestras ideas conscientes guían nuestras acciones (Locke, 1968).
Entonces, ¿podemos tomar esta premisa y aplicarla a los objetivos más grandes y significativos que podríamos establecer para nosotros mismos: nuestras metas de vida?
¿Y qué significaría eso realmente, en términos de planificación y ejecución?
La investigación seminal de Locke nos ha dado mucho por hacer en lo que respecta al establecimiento efectivo de metas. Pero comprender la teoría del establecimiento de objetivos es solo un paso hacia la elaboración de objetivos de vida personal. En este artículo, echaremos un vistazo más de cerca a algunas ideas y recursos que lo ayudarán a emprender el camino correcto y a seguirlo para lograr el éxito.
Ya sea que no tenga ni idea de lo que quiere, o que tenga una lista de cosas por hacer de una milla de largo, con suerte, habrá algo aquí para motivarlo.
Antes de continuar, pensamos que le gustaría descargar nuestros tres ejercicios de logro de objetivos de forma gratuita. Estos ejercicios detallados basados en la ciencia lo ayudarán a usted o a sus clientes a crear objetivos factibles y técnicas maestras para crear un cambio de comportamiento duradero.
¿Qué son los Objetivos de Vida?
Las metas de vida son lo que queremos lograr, y son mucho más significativas que solo ‘lo que tenemos que lograr para sobrevivir‘. A diferencia de las rutinas diarias o los objetivos a corto plazo, impulsan nuestro comportamiento a largo plazo. No existe una definición psicológica única para ellos, y no son estrictamente una construcción clínica, pero nos ayudan a determinar lo que queremos experimentar en términos de nuestros valores.
Y debido a que son ambiciones personales, pueden tomar muchas formas diferentes. Pero nos dan un sentido de dirección y nos hacen responsables en nuestra lucha por la felicidad y el bienestar, por nuestras mejores vidas posibles.
¿Por qué debemos establecer metas en la vida?
Muchos de nosotros tenemos sueños. Sabemos lo que nos hace felices, lo que nos encantaría probar, y es posible que tengamos una vaga idea de cómo lo haríamos. Pero establecer metas claras puede ser beneficioso de varias maneras, más allá de las ilusiones: aquí hay algunas.
1. Establecer metas puede aclarar nuestros comportamientos
En primer lugar, la Teoría del establecimiento de metas de Locke sitúa las intenciones directamente en el centro de nuestro comportamiento (Locke, 1968). El acto de establecer metas y el pensamiento que ponemos en elaborarlas dirige nuestra atención a la por qué, cómo, y qué de nuestras aspiraciones. Como tales, nos dan algo en lo que centrarnos e impactan positivamente en nuestra motivación.
Por supuesto, existen limitaciones a la generalización de este hallazgo: el simple hecho de establecer metas no conducirá a las acciones que nos llevarán al éxito.
Veremos esto en breve, pero por ahora, basta con decir que nos dan algo con lo que comprometernos. Puede que no sea fácil cambiar de carrera, pero reconoce que es tu objetivo y al menos podrás elegir algunas acciones apropiadas (Ajzen, 1991).
2. Los objetivos permiten la retroalimentación
Si y cuando sabemos dónde queremos estar, podemos evaluar dónde estamos ahora y, esencialmente, podemos trazar nuestro progreso. Esta retroalimentación nos ayuda a ajustar nuestro comportamiento en consecuencia (y cuando se trata de una retroalimentación gratificante, nuestro cerebro libera dopamina, por ejemplo, Treadway et al., 2012). Al permitir la retroalimentación, las metas nos permiten alinear o realinear nuestros comportamientos, manteniéndonos encaminados con la vista puesta en el premio.
3. Establecer metas puede promover la felicidad
Cuando nuestras metas se basan en nuestros valores, son significativas. El significado, el propósito y la lucha por algo ‘más grande’ es un elemento clave de la teoría de la felicidad en la psicología positiva y la ‘M’ en el modelo PERMA de Seligman (Seligman, 2004).
Junto con las emociones positivas, las relaciones, el compromiso y los logros (lo que permiten las metas), constituye lo que conocemos como ‘La buena vida’.
En otras palabras, las metas de vida representan algo más que la rutina diaria. Nos permiten perseguir objetivos auténticos de nuestra propia elección y disfrutar de una sensación de logro cuando los conseguimos. Dicho esto, incluso esforzándonos por ser los mejores, a veces podemos conducir a la felicidad en sí misma, según la investigación del bienestar eudaimónico (Ryan & Huta, 2009; Huta, 2016).
4. Nos alientan a usar nuestras fortalezas
Cuando consideramos lo que más nos importa, podemos estar más en sintonía con nuestras fortalezas internas y nuestras pasiones. Trazar un rumbo para nosotros mismos es una cosa, pero usar nuestras fortalezas para llegar allí conlleva toda una serie de otros beneficios.
Los estudios muestran que conocer y aprovechar nuestras fortalezas puede aumentar nuestra confianza (Crabtree 2002), impulsar nuestro compromiso (Sorensen, 2014) e incluso promover sentimientos de buena salud y satisfacción con la vida (Proyer et al., 2013).
Por lo tanto, usarlos en la búsqueda de nuestros objetivos, incluso descubrir lo que son, puede ser algo bueno para nuestro bienestar.
5 ejemplos de cómo establecer metas de vida
Desglosándolo un poco, usemos ejemplos para ver cómo la teoría del establecimiento de metas de Locke podría funcionar cuando se aplica a las metas de la vida.
Como habrás visto en otros artículos de nuestros artículos sobre el establecimiento de objetivos, los psicólogos positivos tienden a basarse en (al menos) cuatro hallazgos principales de su trabajo original y la literatura que siguió (Locke & Latham, 2002; 2006).
Luego podemos tomar una ‘buena idea’ y crear algunos ejemplos de cómo establecer metas a partir de ella. Supongamos, por lo tanto, que Jamie quiere establecer metas basadas en su pasión: la enseñanza.
- Cuanto más difícil sea la meta de Jamie, mayor será el logro. El desafío, en otras palabras, es importante. Jamie podría acercarse a su establecimiento de objetivos con una tarea fácil como «ayudar a mi hermano con su tarea“, pero obtendrá una mayor sensación de logro si pone el listón un poco más alto. Un ejemplo aquí sería, “Conviértete en un maestro certificado”. En el otro extremo, podría tratar de evitar objetivos demasiado excesivos y potencialmente inalcanzables, como “Comenzar mi propio internado para fin de año..”
- Cuanto más explícito sea el objetivo de Jamie, mejor podrá regular su desempeño. Aquí, podría especificar exactamente lo que quiere lograr con más detalle: “Conviértase en un maestro K1 certificado para solicitantes de asilo en Svenborgia”. Con detalles más precisos, Jamie puede obtener comentarios más explícitos sobre su progreso y alinear su desempeño en consecuencia, ayudándola en el camino hacia el logro.
- El alto compromiso con la meta proviene de establecer metas importantes y alcanzables. En este punto, Jamie ha abordado el desafío y la claridad (o la dificultad y la especificidad) (vanSonnenberg, 2011). Tendrá que reflexionar sobre si realmente le importa y si es realista. Esto es más un principio y menos un ‘paso’. ¿Entiende ella lo que implica y se alinea con sus valores?
- Jamie necesita asegurarse de que pueda recibir retroalimentación para mantenerse motivada. En otras palabras, necesita poder ver dónde se encuentra en el camino y compararlo con su meta. ¿Se ha matriculado en la vía académica pertinente? ¿Se ha inscrito en la experiencia profesional? ¿O los ha logrado y ahora está obteniendo su visa de trabajo de Svenborgia? Aún mejor, podía ver si alguien podría asesorarla, lo que le permitiría recibir comentarios más regulares sobre su progreso.
- El objetivo de Jamie no debe ser demasiado complejo. A medida que avanza la vida, nuestras metas pueden cambiar. Jamie podría darse cuenta en la universidad de maestros que quiere redefinir la meta. Tal vez ahora quiera enseñar en otro país y decida aprender otro idioma. Si bien no hay nada de malo en reevaluar sus objetivos, la conclusión principal es que no debe aumentar la dificultad de su(s) tarea(s) más allá de lo que es alcanzable o realista, o puede sentirse abrumado.
Ideas de objetivos de vida: una lista de objetivos para lograr en la vida
Inherentemente, las metas de la vida deben ser significativas, y el significado es subjetivo. En ese sentido, probablemente sea más útil pensar en categorías o tipos de objetivos de vida antes de enumerar los posibles objetivos de la lista de deseos.
Según Kasser y Ryan (2001), por lo tanto, existen dos tipos de objetivos de vida, y estos se relacionan con nuestro bienestar de diferentes maneras:
- objetivos intrínsecos se relacionan con la intimidad emocional, el crecimiento personal y ayudar a los demás. Se cree que están alineados con nuestras necesidades como humanos, lo que refleja nuestro deseo inherente de autoconocimiento y relaciones más satisfactorias (Maslow, 1943).
- Metas extrínsecas están más definidos culturalmente y menos sobre nuestra naturaleza como seres humanos, abarcando cosas como nuestra apariencia física, posición social, símbolos de estatus y riqueza.
La investigación sugiere que las metas de vida intrínsecas están relacionadas con una mayor felicidad, autorrealización, vitalidad y satisfacción con la vida, en comparación con las metas de vida extrínsecas (Ryan et al., 1999; Niemiec et al., 2009).
Pero al final del día, la evidencia también muestra que el contenido de nuestras metas puede ser menos importante para nuestro bienestar que nuestras razones para perseguirlas. Se ha descubierto que tener la razón ‘correcta’ para la búsqueda de una meta, independientemente de la aspiración en sí misma, contribuye a nuestro bienestar, y se aplica lo contrario (Carver y Baird, 1998).
Objetivos de vida intrínsecos
Estos satisfacen las necesidades que se derivan del ser humano, incluidas nuestras necesidades psicológicas y de autorrealización, como se muestra a continuación en Jerarquía de Maslow (1943).
Fuente: MacLeod (2018)
Los objetivos de vida basados en los primeros pueden incluir:
- Tener un matrimonio amoroso o una relación de confianza con su pareja;
- Encontrar y mantener un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida, con tiempo para amigos y familiares;
- Vivir con integridad, ser honesto y abierto con los demás;
- Inspirando a otros a través de sus creencias y acciones;
- Ser un gran oyente para que otros puedan recurrir a usted; o
- Convertirse en un experto en su campo y ayudar a otros.
Las metas basadas en las necesidades de autorrealización podrían implicar:
- Proponer un nuevo invento que refleje sus habilidades creativas;
- Ser un empresario exitoso y administrar su propio negocio;
- Crear tu propia marca personal para tu trabajo;
- Graduarse con una maestría o un doctorado. en algo;
- Aprendiendo un nuevo lenguaje; o
- Recoger una ‘habilidad dura’ y dominarla.
Objetivos de vida extrínsecos
Los objetivos extrínsecos no son necesariamente materiales, pero debido a que generalmente son ‘deseos’ en lugar de necesidades humanas, es más fácil encontrarlos. Requieren menos autorreflexión, por ejemplo:
- Poseer el último Tesla;
- Convertirse en millonario;
- Obtener un gran ascenso o estar en un puesto de alto nivel en el trabajo;
- Protagonizando una película;
- Tener tu propio taller/estudio o
- Visitando todos los países de Europa.
Al final de este artículo, también he incluido algunos libros recomendados sobre cómo establecer metas en la vida. Miller y Frisch Creando tu mejor vidapor ejemplo, tiene muchos más ejemplos que, con suerte, encontrará útiles.
El proceso y los pasos para establecer metas de vida
Puede encontrar (y encontrará fácilmente) innumerables modelos para el establecimiento de objetivos en la literatura de autoayuda. Pero, ¿qué dice la psicología positiva sobre el proceso y los pasos para establecer metas? El siguiente marco está tomado de la conocida intervención de capital psicológico (PCI), y utiliza tres pasos: diseño de objetivos, generación de caminos y superación de obstáculos (Luthans et al., 2006).
1. Diseño de objetivos
El primer paso es diseñar nuestros objetivos. Al elaborar objetivos, debemos recordar la premisa clave de la teoría del establecimiento de objetivos: que son intenciones las que guían nuestro comportamiento. Son “objetivos para secuencias de acción mental” (Synder, 2002: 250).
Idealmente, por diseño:
- Los objetivos deben ser puntos finales concretos. Es decir, deberíamos poder medir nuestro éxito porque son claros y detallados;
- Deben basarse en el enfoque. Esto significa que deberíamos poder concentrarnos fácilmente en avanzar positivamente hacia su logro, en lugar de alejarnos de los resultados negativos. (“Trabajar hacia” en lugar de “evitar” algo) (Coats et al., 1996);…