Definición del proceso de consejería y sus etapas

La consejería generalmente ayuda a lograr el cambio.

El proceso comienza con la exploración de los desafíos que enfrenta un cliente antes de ayudarlo a resolver las dificultades situacionales y de desarrollo (Sajjad, 2017).

El consejero apoya a los clientes con problemas de salud física, emocional y mental, ayudándolos a resolver crisis, reducir los sentimientos de angustia y mejorar su sensación de bienestar (Asociación Americana de Psicología, 2008).

Cuando tiene éxito, el tratamiento puede cambiar la forma en que un cliente piensa, siente y se comporta con respecto a una experiencia o situación perturbadora (Krishnan, sin fecha).

Este artículo explora qué es y qué no es la consejería, y las etapas y pasos involucrados en un resultado exitoso.

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Definición del proceso de asesoramiento

Todos nosotros, de vez en cuando, asumiremos el papel de consejeros. Informalmente ofrecemos consejos a familiares, amigos y colegas sobre sus relaciones, finanzas, carrera y educación.

Por otro lado, “un consejero profesional es una persona altamente capacitada que puede usar una variedad diferente de enfoques de consejería con sus clientes” (Krishnan, nd, p. 5).

La consejería como profesión involucra (Krishnan, nd):

  • Tiempo dedicado reservado para explorar dificultades, situaciones estresantes o malestar emocional que enfrenta un cliente
  • Ayudar a ese cliente a ver su situación y sentimientos desde un punto de vista diferente, potencialmente para facilitar el cambio.
  • Construir una relación basada en la confianza y la confidencialidad.

El proceso de consejería no debe incluir:

  • Asesoramiento
  • ser crítico
  • Impulsando los valores del consejero
  • Animar al cliente a comportarse como lo haría el consejero en su propia vida.
  • Vínculo emocional entre el consejero y el cliente

Según la Asociación Estadounidense de Psicología (2008), los psicólogos asesores “ayudan a las personas con problemas de salud física, emocional y mental a mejorar su sensación de bienestar, aliviar los sentimientos de angustia y resolver las crisis”.

La consejería trabaja con clientes desde la infancia hasta la vejez, enfocándose en “perspectivas de desarrollo (duración de la vida), ambientales y culturales”, incluyendo (Asociación Americana de Psicología, 2008):

  • Problemas y preocupaciones en la educación y la carrera
  • Decisiones con respecto a la escuela, el trabajo y las transiciones de jubilación
  • Dificultades en las relaciones conyugales y familiares
  • Manejo de eventos estresantes de la vida
  • Hacer frente a la mala salud y la discapacidad física
  • Desordenes mentales
  • Dificultades continuas para llevarse bien con la gente en general

Si bien a menudo consideramos que el asesoramiento y la psicoterapia son intercambiables, existen distinciones sutiles. La consejería suele ser a corto plazo, se trata de problemas actuales e involucra un enfoque de ayuda que “resalta la experiencia emocional e intelectual de un cliente”, incluido cómo se siente y piensa sobre un problema o inquietud (Krishnan, nd, p. 6).

La psicoterapia suele ser un tratamiento intensivo a más largo plazo, que ayuda al cliente a superar profundas dificultades derivadas de su historial psicológico y requiere que regrese a experiencias anteriores (Krishnan, nd; Australia Counseling, nd).

El proceso de consejería se ha descrito como un arte y una ciencia, que ayuda a generar cambios en el pensamiento, la emoción y el comportamiento del cliente (Sajjad, 2017).

Las etapas del proceso de consejería

Si bien la consejería varía tanto en forma como en propósito, la mayoría de las teorías de consejería incorporan alguna forma de las siguientes tres etapas (Krishnan, nd): construcción de relaciones, evaluación de problemas y establecimiento de metas.

Tanto los consejeros como los clientes deben ser conscientes de que el proceso de consejería requiere paciencia. Rara vez hay una solución rápida, y es posible que las cosas deban empeorar antes de mejorar. Además, el proceso de consejería es colaborativo. El consejero no arregla al cliente; el trabajo requiere interacción y compromiso de ambas partes (Krishnan, nd).

El proceso de consejería es un diálogo planificado y estructurado entre el cliente y el consejero. El consejero es un profesional capacitado y calificado que ayuda al cliente a identificar el origen de sus preocupaciones o dificultades; luego, juntos, encuentran enfoques de consejería para ayudar a lidiar con los problemas que enfrentan (Krishnan, nd).

Hackney y Cormier (2005) proponen un modelo de cinco etapas para definir el proceso de consejería a través del cual se mueven tanto el consejero como el cliente (Krishnan, nd).

Etapa uno: (Divulgación inicial) Construcción de relaciones

El proceso de consejería comienza con la construcción de relaciones. Esta etapa se enfoca en que el consejero se comprometa con el cliente para explorar los problemas que lo afectan directamente.

La primera entrevista vital puede preparar el escenario para lo que está por venir, con el cliente leyendo las señales verbales y no verbales del consejero para sacar inferencias sobre el consejero y el proceso. El consejero se enfoca en usar buenas habilidades para escuchar y construir una relación positiva.

Cuando tiene éxito, asegura una base sólida para el diálogo futuro y el proceso continuo de asesoramiento.

Etapa dos: (Exploración en profundidad) Evaluación del problema

Mientras que el consejero y el cliente continúan construyendo una relación de colaboración beneficiosa, otro proceso está en marcha: evaluación del problema.

El consejero escucha atentamente y extrae información sobre la situación del cliente (vida, trabajo, hogar, educación, etc.) y la razón por la que se comprometió con la consejería.

La información crucial para las etapas posteriores de la consejería incluye la identificación de desencadenantes, el momento, los factores ambientales, los niveles de estrés y otros factores contribuyentes.

Etapa tres: (Compromiso con la acción) Establecimiento de metas

La consejería eficaz se basa en el establecimiento de objetivos apropiados y realistas, basándose en las etapas anteriores. Los objetivos deben identificarse y desarrollarse en colaboración, comprometiéndose el cliente a seguir una serie de pasos que conduzcan a un resultado particular.

Etapa cuatro: Intervención de consejería

Esta etapa varía según el consejero y las teorías con las que está familiarizado, así como la situación que enfrenta el cliente.

por ejemplo, un enfoque conductual puede sugerir participar en actividades diseñadas para ayudar al cliente a modificar su comportamiento. En comparación, un enfoque centrado en la persona busca involucrar la tendencia autorrealizadora del cliente.

Etapa cinco: Evaluación, terminación o remisión

La terminación puede no parecer una etapa, pero el arte de terminar la consejería es fundamental.

La finalización del asesoramiento debe planificarse con suficiente antelación para garantizar que se llegue a una conclusión positiva y evitar la ira, la tristeza o la ansiedad (Fragkiadaki y Strauss, 2012).

Parte del proceso es llegar a un acuerdo temprano sobre cómo terminará la terapia y cómo será el éxito. Esto puede conducir a una remisión si es necesario.

Si bien existen etapas claras en el proceso de asesoramiento típico, además de la terminación, cada una puede ser continua. Por ejemplo, al establecer objetivos, puede surgir nueva información o comprensión que requiera una evaluación adicional del problema.

7 pasos en el proceso de consejería

Muchos pasos cruciales van juntos para formar las cinco etapas del proceso de consejería. Lo bien que se realicen puede afectar el éxito de cada etapa y el resultado general de la consejería (Krishnan, nd).

Pasos clave para el cliente

El cliente debe seguir los siguientes cuatro pasos para que la consejería sea exitosa (Krishnan, nd):

  1. Voluntad
    Estar dispuesto a buscar y asistir a consejería es un paso crucial para cualquier individuo. Implica el reconocimiento de que necesitan hacer cambios y requieren ayuda para hacerlo. Tomar la siguiente acción a menudo implica superar la ansiedad de salir de la zona de confort y participar en nuevos patrones de pensamiento y comportamientos.
  2. Motivación
    Estar dispuesto a hacer cambios y participar en ellos implica mantener y sostener la motivación. Sin ella, el proceso de consejería fallará cuando comience el verdadero trabajo.
  3. Compromiso
    El cliente puede estar dispuesto y motivado, pero el cambio no ocurrirá sin paciencia y compromiso continuos. El compromiso puede ser una serie de decisiones repetitivas para persistir y seguir adelante.
  4. Fe
    Es poco probable que la consejería tenga éxito a menos que el cliente tenga fe en sí mismo, en el consejero y en el proceso. Dar el paso de comenzar y continuar con la consejería requiere la creencia de que puede tener éxito.

Pasos clave para el consejero

Cada paso en el proceso de consejería es vital para formar y mantener una relación efectiva entre consejero y cliente. Juntos respaldan lo que Carl Rogers (1957) describe como las condiciones centrales para una terapia exitosa:

  1. Consideración positiva incondicional
    A través de la aceptación y el comportamiento sin prejuicios, el terapeuta da cabida a las necesidades del cliente y las trata con dignidad. Para obtener más información sobre cómo desarrollar esto, tenemos estas hojas de trabajo de Consideración positiva incondicional, que pueden resultar útiles.
  2. Empatía
    El consejero muestra comprensión genuina, incluso si no está de acuerdo con el cliente.
  3. Congruencia
    Las palabras, los sentimientos y las acciones del consejero encarnan la coherencia.

Los consejeros a menudo ayudan a los clientes a tomar decisiones importantes y emocionales en sus vidas. Para formar empatía, deben participar íntimamente en el reino interno del cliente o interior.

Varios pasos bien realizados pueden ayudar al consejero a comprometerse con el cliente y asegurarse de que escuchen abiertamente, sin juicios ni expectativas. El consejero debe trabajar en las siguientes medidas para construir y mantener la relación con el cliente (Krishnan, nd):

  1. Presentarse claramente y con calidez.
  2. Invitar al cliente a tomar asiento.
  3. Diríjase al cliente por el nombre con el que se sienta más cómodo.
  4. Participe en una conversación social relajada para reducir la ansiedad.
  5. Preste atención a la comunicación no verbal para identificar el estado emocional del cliente.
  6. Invite al cliente usando preguntas abiertas para que explique la razón por la que acude a la consejería.
  7. Permita que el cliente tenga tiempo para responder completamente, sin presión.
  8. Demostrar que se interesan por el cliente como persona.

Cada uno de los pasos anteriores es importante. En conjunto, pueden facilitar la formación de una valiosa relación de asesoramiento.

En última instancia, la consejería es colaborativa y requiere una serie de pasos continuos, algunos tomados por el cliente, otros por el consejero y varios de manera conjunta. Para obtener un resultado exitoso, se deben dar los recursos, el tiempo y el enfoque adecuados a cada uno, y cada victoria debe reconocerse y utilizarse para respaldar la siguiente.

Ejemplos de la vida real de las fases de consejería

La historia de cada cliente es personal y única.

Si bien existen teorías y principios rectores, el consejero debe hacer que el proceso de consejería sea específico para el individuo.

Los siguientes dos ejemplos de la vida real brindan una breve perspectiva del proceso de consejería y la riqueza de los escenarios que enfrentan los consejeros.

dirección perdida

‘Jenny’ llegó a la consejería con pocos ingresos, sin sentido de dirección y sin sentido de control sobre su vida (Fielding, 2014).

La consejera comenzó formando una imagen de su situación y de lo que la había llevado a ese punto.

Posteriormente, Sessions pasó a explorar las creencias de Jenny sobre sí misma: de dónde procedían, cómo la afectaban y su idoneidad para las circunstancias actuales y futuras.

Se utilizaron una serie de sesiones de intercambio de ideas para comprender las necesidades, las relaciones familiares y el pasado de Jenny, e identificar sus creencias irracionales. Una vez que Jenny descubrió sus creencias fundamentales, el consejero trabajó con ella para reemplazarlas por otras más racionales…