7 maneras de ayudar a un niño con miedo

Nunca olvidaré la vez que un tío muy querido le trajo un regalo a mi hijo de 3 años: un robot de 2 pies de alto que funciona con baterías y con ojos rojos centelleantes que se tambaleaba por la habitación haciendo bip-bip. El tío pensó que había traído un regalo perfecto para un niño pequeño. Pero mi hijo no aceptaría nada de eso. Aulló y huyó de la habitación.

El tío colocó sabiamente al robot infractor en un rincón y reunió a mi hijo en su regazo para una conversación amable. Sugirió que, con su ayuda, tal vez mi hijo podría hacerse amigo del robot. Después de un abrazo tranquilizador, mi hijo estaba dispuesto a tocar la cosa. Luego lo envolvió en una manta para llevarlo como un bebé, convirtiendo algo que temía en algo que cuidar. El tío estaba feliz. Estaba aliviado. Mi hijo dio otro paso para aprender a manejar algo que temía.

Los padres a menudo me preguntan cómo manejar los miedos de los niños. Algunos estudios muestran que hasta el 90 por ciento de los niños entre las edades de 2 a 14 años desarrollan al menos un miedo específico, siendo el miedo a los animales, la oscuridad o los monstruos o fantasmas imaginarios entre los principales problemas. La mayoría de estos miedos disminuyen con el tiempo. Pero algunos son persistentes. Algunos limitan el desarrollo y las oportunidades de un niño.

No podemos proteger a nuestros hijos de todo lo que pueda inspirar miedo. Pero la forma en que un padre reacciona ante un miedo puede determinar si un niño se vuelve demasiado ansioso o desarrolla las herramientas para hacer frente a lo que sea que lo hace temeroso.

Qué hacer y qué no hacer para lidiar con los miedos de los niños

1. No finjas que no tienes miedo de las cosas que temes. Los niños tienen un radar para saber cuándo los adultos mienten, lo que los hace aún más temerosos. Es mejor decirle a un niño que tienes un miedo tonto y que estás trabajando en ello.

Lidia con tus propios miedos. Un padre demasiado temeroso creará un niño demasiado temeroso. Si usted está aterrorizado por los perros, las alturas, los fantasmas, etc., es muy probable que su hijo también lo esté. Si sabe que tiene un miedo irracional que lo está limitando, se lo debe a usted mismo y a su hijo trabajar para reducirlo a su tamaño. Un consejero de salud mental puede ofrecerle apoyo y orientación importantes para hacerlo.

2. No trate de convencer a su hijo de un miedo irracional. Los niños (también los adultos) no pueden razonar sobre cosas que no son razonables para empezar, al menos no al principio. Una vez que se establece la respuesta de pánico, no podrá lograrlo con un argumento razonable.

Reconozca que el miedo de su hijo es real, incluso si piensa que es irracional. Valide los sentimientos de su hijo reconociendo el miedo. Esto le permite saber que estás en su rincón y que lo vas a ayudar. Eso solo reducirá su ansiedad un poco.

3. Nunca menosprecies a un niño por tener miedo. Menospreciar a un niño solo agrega vergüenza al problema original. Es importante que los padres vean los miedos como una importante oportunidad para enseñar, no como un defecto de carácter.

Haga hincapié en las fortalezas de su hijo. Recuérdele otras cosas a las que solía tener miedo pero que se las arregló. Hágale saber que cree que es lo suficientemente fuerte para manejarlo.

4. No se aleje del niño. Castigar a un niño por tener miedo alejándolo o aislándolo en su habitación aumentará su pánico.

Proporcione un toque tranquilizador. Cuando los miedos de un niño pequeño se activan, las palabras por sí solas probablemente no serán suficientes para calmarlo. Suavemente acércala o toma su mano. El contacto físico le permite al niño saber que le estás ofreciendo protección. Tu presencia tranquila comunica que cualquier cosa que te asuste es manejable.

5. No te apresures a tranquilizar si está seguro de que el niño no sufrirá ningún daño. Una respuesta exagerada de su parte tendrá dos consecuencias no deseadas pero desafortunadas: si entra en pánico, el niño creerá que tiene algo por lo que entrar en pánico. Si reaccionas con muchos abrazos, palabras y alboroto, aprenderá que una forma segura de llamar tu atención es actuar con miedo.

Sé solidario sin pasarse. Un niño solo puede aprender a dominar los miedos si recibe apoyo para enfrentarlos.

6. No evite personas, lugares y cosas que le causen ansiedad a su hijo. “Proteger” a su hijo de esta manera le indica que hay algo por lo que estar ansioso y que usted no cree que pueda manejar la situación.

Reintroduce gradualmente el tema temido. Exponer al niño a todo lo que teme en pasos pequeños para enseñarle que puede manejarlo. Si le tiene miedo a un perro grande, por ejemplo: Lean juntos libros de cuentos sobre perros. Juega con un perro de juguete. Preséntale al pequeño y tranquilo perro de un amigo. Prepárate para acariciar a un perro grande.

7. No ignores esta parte importante de la educación de tu hijo. Aprender a lidiar con cosas inusuales, impredecibles o aterradoras es esencial para que nuestros hijos se sientan capacitados para cuidar de sí mismos. Es nuestro trabajo darles a nuestros hijos las herramientas que necesitan para evaluar los riesgos, abordar una nueva situación con confianza y hacer frente a cosas aterradoras que no pueden cambiar.

Trabaje deliberadamente para ayudar a su hijo a ser una persona resiliente. Lean libros juntos sobre niños que dominan el miedo. Enseñar habilidades de relajación. Anímela cada vez que se atreva a hacer cosas. Ayúdelo a distinguir entre cuando tener miedo nos dice que seamos cautelosos y cuando simplemente se interpone en el camino de hacer algo nuevo y emocionante.