7 formas de mejorar la comunicación en las relaciones

Nos encanta conectarnos con otras personas porque nos hace felices: la buena comunicación es la clave cuando se trata de una interacción social positiva.

Pero, ¿cómo es una conversación saludable? ¿Cómo puedes evitar la sobrecomunicación? ¿Y cómo se puede mejorar la comunicación en una relación romántica?

Siga leyendo para obtener un resumen de algunos modelos y teorías importantes en el campo de la comunicación.

Antes de continuar, pensamos que le gustaría descargar nuestros tres ejercicios de comunicación positiva (PDF) de forma gratuita. Estas herramientas basadas en la ciencia lo ayudarán a usted y a las personas con las que trabaja a desarrollar mejores habilidades sociales y conectarse mejor con los demás.

La importancia de la comunicación

Todos tenemos una fuerte necesidad de conectividad y pertenencia. Es por esto que las interacciones sociales positivas aumentan nuestro bienestar subjetivo y brindan una mayor satisfacción con la vida (Lyubomirsky, 2008).

“Son los encuentros con las personas los que hacen que valga la pena vivir la vida”.

Guy de Maupassant

Las relaciones sociales de enfermería mejoran la felicidad porque pasar tiempo con amigos o colegas genera emociones positivas, un componente clave de la felicidad (Fredrickson & Joiner, 2002).

Las interacciones con las personas pueden ser verbales o no verbales; incluso podemos conectarnos entre nosotros a través de una sonrisa. Sin embargo, un elemento vital de la interacción social positiva es la buena comunicación. Pero, ¿qué significa eso?

¿Qué es la comunicación saludable?

Un modelo de comunicación generalmente involucra un remitente, un receptor y un mensaje (verbal o no verbal) que es codificado por el remitente y decodificado por el receptor.

También incluye la retroalimentación, la respuesta del receptor al mensaje, así como el ruido, que es cualquier cosa que pueda interrumpir la comunicación.

La codificación se refiere a que el remitente transforma los pensamientos en mensajes comunicables. El receptor interpreta lo que recibe como el mensaje, tanto las partes verbales como las no verbales. Aunque esto parece simple en teoría, como puede imaginar, suceden muchas cosas en el medio y ningún mensaje se decodifica sin sesgos.

La forma en que decodificamos un mensaje nunca es la realidad objetiva. Todos tenemos nuestros propios filtros y estilos explicativos que crean la imagen del mundo tal como lo vemos.

Lo que hace que el proceso de comunicación sea aún más complejo es el hecho de que el mensaje del remitente casi nunca es solo información fáctica.

“Hablamos no solo para decirle a otras personas lo que pensamos, sino para decirnos a nosotros mismos lo que pensamos. El habla es una parte del pensamiento”.

Oliver Sacos

En su modelo de comunicación Four-Sides, Friedemann Schulz von Thun (1981) señala que cada mensaje tiene cuatro facetas:

  1. Hecho: Lo que informo (datos, hechos, declaraciones);
  2. Auto-revelación: Lo que revelo sobre mí (información sobre el remitente);
  3. Relación: lo que pienso de ti (información sobre cómo nos llevamos);
  4. Apelación: Lo que quiero que hagas (un intento de influir en el receptor).

Nunca se pone el mismo énfasis en cada una de las cuatro facetas, y el énfasis puede significarse y entenderse de manera diferente. Por ejemplo, una esposa que dice “el tarro de azúcar está vacío” puede deberse menos al hecho de que no queda azúcar en el tarro y más a un aviso para que su esposo vaya y llene el tarro.

Para hacerlo aún más complejo, como receptor solemos tener uno de los cuatro “oídos” particularmente bien entrenado (oído fáctico, oído de relación, oído de autorrevelación u oído de apelación).

Entonces, si el esposo tiene un buen oído para las relaciones, puede decodificar la oración para que sea algo así como “no eres confiable porque olvidaste volver a llenar el tarro de azúcar”, y podría replicar con algo como: “Bueno, no eres muy confiable”. confiable, ¡todavía no has arreglado la luz de la cocina!”

¿Reconoces este tipo de conversación? Las cosas se desmoronan rápidamente cuando no nos escuchamos.

El énfasis subyacente tanto del emisor como del receptor en las cuatro facetas puede crear una barrera para una comunicación sana. Es importante entender que lo que escuchamos puede no ser lo que la otra persona estaba tratando de transmitir.

Piénsalo: ¿cuál es tu “oído” mejor desarrollado? Por ejemplo, ¿tiende a escuchar una apelación en cada oración? ¿O a menudo te sientes cuestionado (por lo tanto, estás escuchando con el “oído” de tu relación)?

Para participar en una comunicación saludable, debemos ser conscientes de las cuatro facetas. Entonces, la próxima vez que se sienta cuestionado, regrese a la declaración original y piense en las cuatro facetas. ¿De qué otra manera podrías haber interpretado el mensaje? Concéntrese en los hechos reales del mensaje y use preguntas para aclarar si entendió lo que la otra persona estaba tratando de decirle.

Para obtener más información sobre la teoría y algunos ejemplos, vea este video de 3 minutos:

Qué hacer si no hay comunicación en una relación

Una de las habilidades comunicativas más importantes es escuchar. Las relaciones profundas y positivas solo pueden desarrollarse escuchándose unos a otros (Weger, Castle y Emmett, 2010). Si no hay comunicación en su relación, tal vez ninguna de las partes esté realmente escuchando; en cambio, ¿ambas personas solo intentan demostrar que tienen razón, o tal vez escuchan mientras «hacen otra cosa» también?

Realmente no puedes escuchar a nadie y hacer cualquier otra cosa al mismo tiempo.

Scott Peck

Estos son los errores de escucha más comunes:

  • Soñar despierto o pensar en otra cosa (incluso algo tan simple como su lista de compras) mientras otra persona habla;
  • Pensando en qué decir a continuación;
  • Juzgar lo que dice la otra persona;
  • Escuchar con un objetivo/resultado específico en mente.

Pero la escucha activa es mucho más que no hablar. Es un arte que requiere un interés genuino en la otra persona, una curiosidad más que una mente anticipatoria. La escucha activa implica:

  • Participación no verbal (muestra tu atención)
  • Prestar atención a tu vis-à-vis, no a tus propios pensamientos
  • Sin juicio
  • Tolerando el silencio

Para revivir la comunicación en una relación, pruebe el siguiente ejercicio: la persona A tiene 10 minutos para hablar sobre su día, mientras que la persona B escucha activamente y con un interés genuino. La persona B puede hacer preguntas aclaratorias, pero no debe interrumpir a la persona A.

Si hay un silencio, está bien. Relax.

Después de que se acaben los 10 minutos de la persona A (se debe usar todo el tiempo asignado), la persona B también puede hablar durante diez minutos, mientras que las mismas reglas de escucha se aplican a la persona A. Descubrirá que 10 minutos es mucho tiempo. hora de escuchar.

Es posible que se sorprenda de cuánto aprenden el uno del otro y cómo este ejercicio agrega valor a la calidad de su relación y su comunicación. Podría ser algo que prueben una vez a la semana, como una forma intencional de practicar juntos la escucha activa.

Aquí hay algunas técnicas adicionales para mejorar la comunicación en las relaciones personales e íntimas.

Cómo comunicarse mejor en las relaciones personales

Una gran técnica para mejorar la comunicación en cualquier relación personal es la comunicación no violenta de Marshall B. Rosenberg.

Se basa en la voluntad y la capacidad de abordar y percibir los problemas sin juzgar. Esto es importante porque siempre que quieras cambiar a alguien, crearás resistencia.

Esta técnica es excelente para discutir un tema que está en tu mente. Por ejemplo, tu pareja llega tarde a tu cita y te sientes enojado y decepcionado.

Para un resultado positivo de la conversación, siga estos cuatro pasos:

1. Observación ≠ Interpretación/Evaluación

En primer lugar, intente comunicar sus observaciones sin etiquetarlas ni interpretarlas. En el caso de que tu cita llegue tarde, es solo eso: él llega tarde.

Su interpretación puede ser que la cita (o usted) no significa mucho para él o que algo más era más importante.

Entonces, en lugar de creer en su interpretación, simplemente podría decir «Me doy cuenta de que llegaste tarde a nuestra cita». Esta es una observación fáctica sin ninguna evaluación.

2. Sentimientos ≠ Pensamientos

En segundo lugar, es importante que comuniques tus sentimientos. Una discusión a menudo se desarrolla a partir de emociones ocultas. Asegúrese de comprender sus emociones y expresarlas sin juzgarlas.

En el caso de que tu cita llegue tarde, podrías decir “Me siento molesto” o “Esto me molesta porque me hace preguntarme si estás deseando pasar tiempo conmigo”.

3. Necesidad ≠ Estrategia

En tercer lugar, debe comprender y expresar sus necesidades. Al hacerlo, le das a tu pareja la oportunidad de decidir si pueden y quieren conocerlos. Por ejemplo, podrías decir: “Me gustaría ser tratado con consideración y me gustaría sentirme importante para ti”.

4. Solicitud ≠ Demanda

El cuarto paso es hacer una solicitud clara. ¿Qué tiene que hacer tu pareja para que sientas que tus necesidades han sido satisfechas? Simplemente podrías decir: “Por eso te pido que llegues a la hora acordada”.

El proceso de cuatro pasos es, como lo expresa Rosenberg (2003), “simple pero no fácil” y llevará algún tiempo entenderlo. Puede parecer torpe al principio, pero descubrirá que con la práctica su comunicación se volverá más clara. Estás aceptando a tu pareja con todos sus defectos y pidiéndole de forma no violenta lo que necesitas para ser feliz.

Modelo de respuesta constructiva activa

Si bien la comunicación no violenta es una excelente manera de mejorar la comunicación personal, también hay formas en que puede mejorar la forma en que responde como receptor. Barbara Fredrickson (2003) ha demostrado el beneficio de las emociones positivas para el bienestar. Las conversaciones brindan grandes oportunidades para aumentar las emociones positivas.

La retroalimentación apreciativa en su naturaleza debe ser de apoyo, inspiradora y enfocada en las fortalezas de la situación. Un modelo común utilizado es el modelo de respuesta constructiva activa (Gable, Reis, Impett y Asher, 2004).

Activo Pasivo Constructivo 1.) Cuidado
Activo Constructivo 2) Frío
Pasivo Constructivo Destructivo 3.) Dañoso
Activo Destructivo 4.) Ignorante
Pasivo Destructivo

Según el modelo, los mensajes pueden ser activos o pasivos, constructivos o destructivos. Por ejemplo, si su amigo le dice que una presentación que hizo salió bien, aquí hay diferentes formas en que puede responderle.

La forma en que reacciona cae en uno de los cuatro tipos de respuesta:

  • Nutritivo (activo constructivo) “¡Eso es genial! ¡Estoy tan feliz por ti! ¡Dime mas acerca!
  • Fría (pasiva constructiva)”Oh eso es bueno;
  • Ignorante (destructivo pasivo)”Lo siento, no tengo tiempo para escucharte en este momento;
  • Hiriente (destructivo activo) “Eso es sorprendente, por lo general eres bastante malo para hacer presentaciones..”

Para ver más ejemplos, visita el siguiente artículo: Respuesta constructiva activa.

Si su objetivo es mejorar la comunicación, asegúrese de responder de manera activa y constructiva. Sea entusiasta y muestre interés genuino. Si estabas realmente feliz por él, ofrécele comentarios como: “¡Eso es genial! ¡Bien hecho! Estoy muy feliz por ti, sé lo mucho que trabajaste en las diapositivas de PowerPoint y en la preparación para el discurso..”

Además, podrías preguntarle a tu amigo qué fue lo que le fue tan bien o compartir los comentarios positivos que recibió. Al hacer más preguntas, permitirá que la otra persona reviva la experiencia positiva, alentando a que resurjan todas las emociones positivas.

Déjalos sentir la espiral ascendente de emociones positivas y flotar en la ola de la felicidad. Para más información sobre esta teoría mira el siguiente video:

Cómo mejorar la comunicación en las relaciones románticas

La comunicación verbal poco saludable a menudo comienza con pensamientos negativos o emociones difíciles en lugar de palabras. Si estás en una relación romántica a largo plazo…