Crecer sin una madre puede resultar muy solitario. Sin embargo, esta dinámica monoparental puede generar problemas psicológicos.
Crecer sin una madre tiene efectos psicológicos claros. La ausencia de los padres deja huellas a largo plazo en los niños que crecen y que pueden afectar las relaciones, la educación y muchos otros aspectos de la vida. Esto es más evidente cuando los niños crecen sin una madre. La orientación de los padres fomenta las capacidades cognitivas y no cognitivas.
“Los brazos de una madre son más reconfortantes que los de cualquier otra persona”.
–Princesa Diana
¿Cuáles son los efectos psicológicos de crecer sin una madre?
Si has crecido sin la influencia y la enseñanza de tu madre, probablemente te hayas sentido confundido. Tal vez hayas notado diferencias entre tú y tus amigos, compañeros de trabajo y parejas. Y, honestamente, las cosas son diferentes, incluso en tu mentalidad.
Crecer sin madre tiene varios efectos psicológicos. Veamos algunos.
1. Relaciones no saludables
Crecer sin el apoyo emocional de una madre puede impedir que un niño comprenda sus sentimientos. Al iniciar relaciones íntimas, es posible que no pueda comunicarse adecuadamente, respetar a su pareja o exhibir conductas íntimas saludables.
No contar con las enseñanzas y el apoyo emocional de uno de los padres, especialmente durante períodos prolongados, puede afectar drásticamente la forma en que percibes las relaciones en general. Y teniendo en cuenta que uno de los padres estuvo ausente, también tendrás problemas para comprender los sentimientos de tu pareja.
2. Cuestiones de compromiso
Ya sea que se trate de una relación íntima o de amistad, el compromiso puede resultar difícil para usted. Cuando crece sin el amor y la devoción de una madre, estos sentimientos pueden no surgir de forma natural en usted. Probablemente, tendrá menos probabilidades de entablar relaciones significativas a largo plazo porque tiene miedo de perder a su ser querido más adelante. Esto es especialmente cierto si su madre ha fallecido. El miedo al compromiso se vuelve instintivo.
3. Efectos educativos
Los niños que crecen sin una madre pueden tener efectos cognitivos a corto y largo plazo en lo que respecta a la educación formal. De hecho, si no tuviste a tu madre cuando eras niño, tus calificaciones pueden ser más bajas y es posible que no hayas asistido a la universidad.
Los estudios realizados en China muestran que los niños sin madre tienen un porcentaje menor de asistencia a la universidad y, en general, la moral y la voluntad de aprender son menores que la motivación de los niños con dos padres en el hogar.
4. Niveles elevados de estrés
Los niños criados en un hogar monoparental, especialmente en uno en el que no existe una figura materna, sufren estrés. Si has perdido a tu madre por muerte o separación, cualquier trauma en la vida puede sentirse más fuerte y amenazante. Esto se debe a que es más probable que una madre proteja al niño de diversos daños y peligros.
Las madres brindan apoyo emocional en momentos difíciles y, sin ellas, este apoyo desaparece. En ausencia de la madre, estos peligros se vuelven más aterradores y, por lo tanto, aumentan la ansiedad y los trastornos de ansiedad.
5. Aumento de la depresión
La falta de apoyo de los padres en la primera infancia también puede contribuir a la depresión. La razón es interesante y tiene sentido. Si no tienes madre en la primera infancia y en la edad adulta, puedes sufrir de baja autoestima, falta de control personal y problemas con los miembros de la familia que provocan distanciamiento. Estos tres factores, cuando están presentes, pueden causar depresión.
6. Ansiedad social
A diferencia de otras formas de ansiedad, la ansiedad social implica tratar directamente con otras personas a diario. La ausencia de una madre puede hacer que te sientas cohibido y torpe. Esto puede deberse a la incapacidad de establecer un vínculo con una figura materna, lo que provoca la incapacidad de establecer un vínculo con las mujeres en la edad adulta.
Podrías tener problemas para hablar con hombres o mujeres si no los entiendes bien o no te entiendes a ti mismo. La ansiedad social también puede generar desconfianza que te aísla aún más de los demás.
7. Complacencia
Crecer sin una madre puede generar una sensación de autocomplacencia en la vida. Si eres un adulto que nació en un hogar monoparental, es posible que sientas que tienes un vacío en tu interior. Este vacío puede impedirte seguir adelante y hacerte más fuerte. Puede obstaculizar tus metas y poner un freno a tus sueños. Si no puedes lidiar con estos sentimientos, no podrás sanar la pérdida o la ausencia.
Aprendiendo a sanar
Hay muchas razones por las que puedes haber crecido sin una madre, pero, entre todos los efectos psicológicos negativos que se derivan de la situación, hay esperanza. Muchas personas que provienen de hogares monoparentales aprenden a sobrellevar la situación volviéndose independientes y ayudando a los demás.
Sin embargo, es importante buscar ayuda profesional lo antes posible para que comprendas por lo que estás pasando. Luego, puedes usar tus habilidades de supervivencia para prosperar y enseñar a los demás lo que has aprendido. Puedes navegar por tu nueva vida. Entonces, si tu madre estuvo ausente de tu vida, es hora de enfrentar esta verdad de frente. Te deseo lo mejor para que recuperes tu confianza y tus sueños para el futuro.
¡Buena suerte!