A menudo se pasan por alto los efectos psicológicos de ser madre soltera. No todo el mundo tiene una familia llena de amor y apoyo, y esto significa que las circunstancias positivas y negativas pueden dejar huellas.
Ser madre es difícil y puede resultar realmente agotador. Sin embargo, ser madre soltera conlleva un nivel de responsabilidad mucho mayor. Estas responsabilidades y factores estresantes pueden afectar tanto a la madre soltera como a sus hijos.
Los efectos psicológicos de ser madre soltera
Desde la década de 1950, los hogares monoparentales se han disparado. ¿Qué significa esto? Bueno, en primer lugar, significa que la idea de “familia” significa algo diferente a lo que significaba antes. Ahora, una familia puede estar compuesta por muchas dinámicas.
Sin embargo, esta dinámica no está exenta de problemas. Para las madres solteras, los efectos psicológicos pueden ser buenos o malos y dejar una huella que perdure durante muchos años. A continuación, se presentan algunos aspectos psicológicos que afectan tanto a los padres como a los hijos.
1. Baja autoestima
Lamentablemente, los niños y las madres solteras pueden sufrir de baja autoestima. Esto sucede por muchas razones. La razón más común por la que los hijos de madres solteras tienen problemas de identidad es la falta de atención y apoyo positivos.
Esto no siempre es culpa de la madre, ya que ser madre soltera implica trabajar más a menudo. Las madres tienen que lidiar con sus propios problemas de autoestima porque a veces se sienten abandonadas por sus ex parejas.
La baja autoestima también puede deberse a que los niños se sienten diferentes de otros niños que pueden tener dos padres en casa. Ser diferente suele desencadenar el acoso escolar, lo que se suma a los sentimientos de incompetencia que ya existían. La inestabilidad familiar también puede afectar la autoestima y la salud mental de las madres solteras.
2. Conductas negativas
Debido a problemas económicos y otros cambios, que son comunes en los hogares monoparentales, hay más restricciones en los gastos. Como hay menos dinero para diversión y entretenimiento, algunos niños presentan conductas negativas, ya sea por aburrimiento o por enojo.
Los niños y las madres pueden sentirse ansiosos, abandonados, tristes y solos. En un hogar monoparental, el dinero escasea y esto provoca conductas mentales y emocionales negativas.
Existen otros factores estresantes que desencadenan conductas negativas, y estas conductas pueden empeorar, causando depresión, trastornos de ansiedad, adicciones y otros problemas graves. Las madres solteras no solo tienen que lidiar con sus propios miedos psicológicos, sino que también deben ayudar a sus hijos a navegar por estas peligrosas aguas emocionales.
3. Rendimiento académico
Las madres solteras tienen dificultades económicas, lo que puede obligarlas a trabajar en dos o incluso tres empleos para llegar a fin de mes. Esto también implica perderse actividades escolares, como ceremonias de premios y eventos deportivos. Aunque ganar dinero no es una prioridad, perderse eventos académicos afecta a la madre y al niño.
Para las madres, perderse estas cosas importantes equivale a una mala crianza, pero esto es un concepto erróneo. De todos modos, para los niños, estos sentimientos de descuido y abandono pueden conducir a un bajo rendimiento académico.
Ser madre soltera y criar a una familia sola implica tomar decisiones difíciles. Lamentablemente, cualquier decisión que tome puede dejar cicatrices.
4. Cuestiones de compromiso
Las madres solteras pueden desarrollar problemas de compromiso después del divorcio. Los hijos de padres divorciados también pueden desarrollar un miedo al compromiso más adelante en la edad adulta. La idea de que una de las relaciones más importantes de su vida se rompió hace que sea difícil confiar, lo que significa que las relaciones futuras y el matrimonio pueden parecer imposibles.
Ser madre soltera significa lidiar con tus propios problemas de compromiso mientras enseñas a tus hijos cómo lidiar con problemas similares.
5. Lazos fuertes
Ser madre soltera también tiene efectos psicológicos positivos. En un hogar monoparental, el tiempo que no se pasa trabajando o estudiando se puede convertir en tiempo compartido sin interrupciones.
A diferencia de vivir con ambos padres, vivir con una madre soltera implica crear un vínculo con ese padre. Incluso cuando se trata de la custodia compartida, el tiempo que se pasa con cada padre es tiempo para acercarse más a ellos. Crear ese vínculo fuerte produce satisfacción psicológica.
6. Manejo de responsabilidades
Los niños que viven en hogares monoparentales suelen aprender a asumir responsabilidades antes. Ver a un padre o madre soltero luchar para hacer las cosas anima a los niños a colaborar y ayudar.
El efecto psicológico de esta oportunidad convierte a los niños en adultos más maduros y con más experiencia en la vida. Ayudar a una madre soltera a cumplir con las tareas domésticas y los recados genera confianza y construye una relación saludable entre padre e hijo.
7. Gestión emocional
Las madres solteras pueden enseñar a sus hijos a manejar sus emociones, lo que incluye comprender cómo aceptar las decepciones y aprender a perdonar. Estos atributos se demuestran a través de la madurez que se transmite de madre a hijo durante los momentos difíciles.
Lo bueno, lo malo y lo intermedio
Las madres solteras luchan por criar hijos bondadosos y afectuosos que crezcan hasta convertirse en adultos responsables y maduros. Y aunque crecer en un hogar monoparental puede tener algunos efectos psicológicos, no siempre tienen por qué ser negativos.
No, ser madre soltera no siempre es una tarea fácil, pero lo cierto es que esta dinámica se está volviendo más común a medida que pasa el tiempo y estamos aprendiendo mucho. Como madres solteras, los efectos psicológicos, ya sean negativos o positivos, pueden ayudarnos a ser mejores personas. Depende de cómo veamos nuestra situación.