5 señales de heridas del niño interior y cómo sanarlas

Los psicólogos coinciden en que la mayoría de las conductas adultas están relacionadas con las experiencias de la infancia. Si bien muchos de nosotros tuvimos la suerte de disfrutar de padres felices y cariñosos, otros no. Experimentar negligencia o abuso en la infancia puede tener efectos perjudiciales en los adultos.

Estas heridas del niño interior nos afectan negativamente en la edad adulta. Sin embargo, aprender a detectar las señales es el primer paso para sanarnos.

En este artículo quiero explorar los signos y las razones detrás de las heridas del niño interior.

Carl Jung y el niño interior herido

Carl Jung acuñó el término «niño interior», creyendo que este abarca las experiencias de la infancia que determinan la conducta adulta. Los niños con padres atentos y cariñosos tendrán un niño interior bien equilibrado.

Sufrir abuso físico, sexual, emocional o psicológico, negligencia o presenciar violencia puede acabar con un niño interior herido. Entonces, ¿cómo saber si tu niño interior está herido?

5 señales de heridas del niño interior

  1. Normalizas el comportamiento abusivo
  2. Utilizas la agresión como solución
  3. Utiliza estrategias de afrontamiento desadaptativas
  4. Te sientes inútil
  5. Tu salud mental y física se resiente

Examinemos con más detalle estos signos del niño interior herido.

1. Normalizas el comportamiento abusivo

No todos los niños que presencian o sufren abusos sufrirán abusos cuando sean adultos. Sin embargo, las investigaciones sugieren que los adultos que sufren abusos cuando son niños corren el mayor riesgo de abusar de sus hijos. En un estudio, se estimó que un tercio de los niños que sufren abusos continúan con este patrón de abuso.

Por ejemplo, algunos niños son testigos de violencia doméstica para controlar o poner fin a un conflicto. Esto les enseña a los niños pequeños que los patrones de comportamiento abusivos son normales. Como adulto, es posible que utilice técnicas de manipulación como la manipulación psicológica o el control coercitivo.

  • Te sientes atraído por las relaciones abusivas

Los estudios realizados en Australia muestran que el abuso sexual infantil es un predictor fiable del abuso de pareja. Las niñas que han sufrido abusos durante la infancia tienen más probabilidades de volver a ser víctimas de abuso durante la edad adulta.

La Encuesta Internacional sobre Violencia contra las Mujeres (IVAWS) en Australia encontró que el 72% de las mujeres que sufrieron abuso cuando eran niñas también sufrieron abuso cuando eran adultas.

2. Utilizas la agresión como solución.

  • Eres propenso a la agresión.

Los niños aprenden de su entorno y emulan a sus cuidadores. Los estudios muestran que los hombres con antecedentes de abuso conyugal están asociados con haber presenciado violencia doméstica durante su infancia, incluso si ellos mismos no experimentaron violencia física.

  • Tienes antecedentes penales

Además, las investigaciones indican que los sobrevivientes masculinos que presenciaron… y Las mujeres que han sufrido violencia doméstica física están asociadas con niveles más altos de violencia y actividad delictiva.

3. Utiliza estrategias de afrontamiento desadaptativas

  • Tienes un trastorno alimentario

Las investigaciones demuestran que los niños maltratados tienen el doble de probabilidades de presentar sus heridas de niño interior que los obesos. Existen fuertes vínculos entre el abuso sexual y físico, la insatisfacción corporal y la obesidad en mujeres de mediana edad.

En 1985, el doctor Vincent Felitti, médico jefe del Departamento de Medicina Preventiva del Kaiser Permanente en San Diego, descubrió por accidente un vínculo entre el abuso sexual infantil y la obesidad. No podía entender por qué el 50% de sus pacientes obesos abandonaban su clínica.

Después de las entrevistas, descubrió que la mayoría había sufrido abusos sexuales durante la infancia y que usaban su peso como mecanismo de seguridad.

“El sobrepeso se pasa por alto, y así es como debo ser”. Extracto de las entrevistas del Dr. Felitti.

Estudios adicionales informan que los adultos que sufren negligencia o abuso sexual tienen cinco veces más probabilidades de sufrir un trastorno alimentario o desarrollar estrategias de afrontamiento desadaptativas.

  • Tienes problemas de adicción.

Hablando de estrategias de afrontamiento desadaptativas, muchos estudios muestran un sólido vínculo entre el abuso infantil y el abuso de sustancias en adultos. Los sobrevivientes del abuso infantil pueden automedicarse para aliviar sus heridas de niño interior o para borrar recuerdos traumáticos.

La investigación realizada por el estudio Adverse Childhood Experiences (ACE) de Estados Unidos también muestra que los adultos que se describen a sí mismos como alcohólicos, drogadictos o usuarios de sustancias generalmente han sufrido múltiples incidentes adversos en su infancia.

4. Te sientes inútil

  • Tienes tendencias suicidas.

El mismo estudio de ACE informa de una fuerte relación entre las experiencias adversas en la infancia y un aumento de los intentos de suicidio. Los adultos que sobreviven a cuatro o más incidentes adversos tienen 12 veces más probabilidades de intentar suicidarse.

Los niños desatendidos pueden tener problemas de abandono cuando sean adultos. Pueden sentir que nunca son lo suficientemente buenos o que su opinión no importa.

  • Participa en conductas sexuales de riesgo

La participación en conductas sexuales de riesgo conlleva todo tipo de consecuencias perjudiciales: mayor incidencia de enfermedades de transmisión sexual, mayor frecuencia de embarazos no deseados e incluso prostitución.

A un niño que ha sufrido abuso sexual puede resultarle difícil rechazar insinuaciones no deseadas o puede que vea el sexo como una herramienta para ganar amor y afecto.

5. Tu salud mental y física se resiente

  • Tienes mala salud mental

Tal vez no sea sorprendente saber que los adultos con heridas del niño interior son susceptibles a sufrir problemas de salud mental. Los problemas de salud mental varían desde el trastorno de estrés postraumático (TEPT), la depresión, la ansiedad, los trastornos disociativos o de la personalidad e incluso la psicosis.

Los niños que sufren violencia en el hogar con regularidad pueden volverse ansiosos o propensos al estrés. A menudo tienen problemas de confianza que resultan en una necesidad excesiva de validación o codependencia.

En otros estudios, los investigadores encontraron vínculos entre el abuso infantil en el pasado y el trastorno por déficit de atención e hiperactividad. La prevalencia del TDAH es importante, ya que los informes muestran que los encarcelados por delitos tienen mayores niveles de TDAH.

  • Sufres de mala salud física.

Si bien no es sorprendente que haya una disminución en el nivel de buena salud mental, el abuso infantil también conduce a diversos problemas de salud física, como presión arterial alta, problemas hepáticos, enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, artritis, dolores de cabeza e incluso diabetes.

Estos estudios son claros: los adultos sometidos a abuso infantil sufrieron más problemas de salud física que aquellos que no lo sufrieron.

Razones por las que tienes un niño interior herido

Las heridas internas del niño se originan a partir del abuso infantil. Existen tres tipos de abuso:

  1. Físico
  2. Emocional
  3. Psicológico

Abuso físico

En la jerarquía de necesidades de Maslow, las necesidades físicas son las más fundamentales. Sin comida, agua o refugio, no podemos sobrevivir. El abuso físico puede ir desde desatender las necesidades básicas de un niño (alimento, calor y seguridad) hasta agredirlo físicamente.

Un niño también puede ser testigo de violencia doméstica contra uno de sus padres o un hermano. Los niños que sufren abuso físico alivian sus heridas de niño interior con técnicas de afrontamiento desadaptativas, como el abuso de sustancias.

Abuso emocional

Satisfacer nuestras necesidades físicas nos permite ascender en la jerarquía de Maslow hasta llegar a las necesidades emocionales. Debemos experimentar amor, intimidad, afecto y apoyo. Si estos sentimientos faltan durante la infancia, podemos desarrollar baja autoestima o depresión. Nos sentimos inútiles y buscamos constantemente la validación de los demás.

Abuso psicológico

Una crianza saludable nos brinda el respeto y el apoyo necesarios para que seamos individuos equilibrados. Escuchar nuestras preocupaciones, dar consejos y aceptarnos como somos son etapas importantes que nos permiten alcanzar la independencia.

Si faltan, por ejemplo, burlándose de un niño o diciéndole que nunca llegará a ser gran cosa, esto puede producir una ira profunda y problemas para mantener relaciones saludables.

Entonces, ¿qué puedes hacer para sanar a tu niño interior herido?

Cómo sanar las heridas del niño interior

En primer lugar, debes reconocer a tu niño interior. Recuerda tu infancia y resalta las ocasiones en las que te sentiste inseguro, no querido, abandonado o temeroso.

Habla con tu niño interior y pregúntale por qué se siente inútil, culpable, enojado, temeroso, avergonzado o no amado.

Háblale a tu niño interior como si fueras su padre. Tranquilízalo con el amor que no recibió cuando era niño. Recuérdale que no es responsable del comportamiento de los adultos.

De cara al futuro, es útil identificar los factores desencadenantes. Por ejemplo, si tu madre era fría contigo, es posible que tengas miedo al rechazo cuando seas adulto.

Buscar la ayuda profesional de un terapeuta puede ayudarte a entender por qué te sientes así. Los terapeutas utilizan una variedad de técnicas diferentes para ayudar a sus clientes a seguir adelante.

Reflexiones finales

Pocos de nosotros tenemos una infancia perfecta, pero, afortunadamente, esto no tiene por qué significar el final de nuestra historia. Detectar las señales e identificar los factores desencadenantes de nuestro niño interior herido solo puede iniciar el proceso de curación.

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