Se han escrito mil o más artículos sobre cómo tener una relación o un matrimonio exitosos a largo plazo, pero ninguno parece capturar algunos de los ingredientes básicos que he encontrado importantes en las relaciones. Así que aquí está la droga directa, desde mi experiencia.
Sin embargo, antes de comenzar, es importante disipar un mito común sobre las relaciones: las relaciones son (o deberían ser) fáciles. Eso simplemente no es cierto. La hierba siempre se ve más verde en la vida de otras personas, porque pocas personas comparten la verdad de la cantidad de trabajo que implica una relación (de ahí que el 50 % de los matrimonios terminen en divorcio). Las relaciones, incluso las mejores relaciones del mundo, requieren atención, cuidados y trabajo constantes. Si puede comprender y aceptar la necesidad de atención y trabajo constantes en su relación, ha comenzado en la dirección correcta.
1. compromiso
Las relaciones se tratan no solo de tomar, sino también de dar. Si te das cuenta de que no das mucho o te sientes resentido por lo mucho que das y lo poco que recibes, es posible que te encuentres en una relación desigual en la que una de las partes recibe más de lo que da.
Por ejemplo, las parejas a veces creen erróneamente que el “amor” los ayudará a lidiar con cualquier problema que surja, y que si la otra persona realmente te amara, simplemente haría lo que le pidas. Pero las personas son independientes con sus propias necesidades y personalidades únicas. El hecho de que hayamos encontrado a alguien con quien queremos pasar la vida no significa que renunciemos a nuestra propia identidad en el proceso.
2. Comunicar
Las relaciones viven y mueren no por la espada, sino por la cantidad de discusión. Si dos personas no pueden encontrar una manera de comunicarse abierta y honestamente sus necesidades y sentimientos, la relación no tiene muchas posibilidades a largo plazo. Las parejas deben encontrar una manera de comunicarse de manera regular, abierta y directa.
Esto no significa esperar una discusión para decirle a tu pareja lo mucho que te molesta que tire su ropa al suelo en lugar del cesto. Significa decirle cuando sienta la necesidad de hacerlo, y hacerlo de una manera respetuosa pero asertiva.
3. Elige tus batallas con cuidado
Después del matrimonio o cuando dos personas se mudan juntas, las parejas tienden a descubrir más o menos lo mismo sin importar quiénes sean: que son dos personas diferentes y que vivir juntos es más difícil de lo que nadie les haya dicho. El amor conquista muchas cosas, pero no es rival para vivir día tras día con otro ser humano (especialmente si has pasado años solo).
Prepárate para este desafío eligiendo qué argumentos quieres convertir en una batalla en toda regla. Por ejemplo, ¿de verdad quieres empezar una pelea por la tapa de la pasta de dientes o por lo limpia que está la ducha? ¿O preferiría reservar su energía para las discusiones sobre finanzas, hijos y trayectorias profesionales (ya sabe, las cosas que realmente le pueden importar a una persona). Demasiadas parejas pelean y discuten por las cosas más tontas, especialmente cuando se ponen en contexto de cuestiones de verdadera importancia.
4. No escondas tus necesidades
A veces, cuando entramos en una relación a largo plazo, nos ponemos en segundo lugar, detrás de las necesidades y deseos de la otra persona. Podríamos dejar de trabajar para tener un hijo, o aceptar mudarnos a otra ciudad para ayudar a apoyar la carrera de nuestra pareja. Y eso está bien, pero primero debes ser realista contigo mismo acerca de si esas cosas realmente te importan o no. Si lo hacen, debe encontrar una manera de comunicar tales necesidades a su pareja y comprometerse cuando sea posible.
Dos personas rara vez tendrán exactamente las mismas necesidades y deseos en la vida; eso es solo una fantasía. En cambio, espere que a veces sus dos caminos diverjan. Exprese sus necesidades en esos momentos cruciales, pero siempre encuentre la manera de hacerlo con respeto y con la mente abierta.
5. No subestimes la importancia de la confianza y la honestidad
Diferentes personas tienen diferentes áreas de preocupación, pero casi todos valoran la confianza y la honestidad de su pareja por encima de todo. ¿Por qué? Porque tu pareja es la única persona de la que quieres poder depender a largo plazo, sin preguntas ni dudas.
Las pequeñas cosas en las que tu pareja no ha sido completamente honesta no deben exagerarse, porque prácticamente todo el mundo dice pequeñas mentiras piadosas (especialmente cuando uno está saliendo). En cambio, concéntrate en las cosas importantes, como si dice que es abogado y descubres que nunca ha pasado la barra, o dice que le gustan los niños, pero luego insiste en no tener uno.
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Las relaciones sólidas son como una muy buena conversación con alguien a quien admiras, confías y aprecias: cambian constantemente, son atractivas, maravillosamente gratificantes y, a veces, sorprendentes. Pero para continuar la conversación porque desea ver lo que la persona tiene que decir a continuación, debe respetar la opinión de su pareja, incluso cuando no esté de acuerdo con ella.
Y al igual que una buena conversación, también debe trabajar para mantener su final. Debe mostrar atención y nutrir la relación constantemente, tal como lo haría con cualquier cosa que valore en la vida. No solo “te casas” y ese es el final. De hecho, el matrimonio es solo el comienzo de un largo proceso de aprender a comunicarse abierta y honestamente con otra persona de manera respetuosa y afectuosa.
Si está dispuesto a hacerlo y sigue estos consejos, estará en camino de tener una relación o matrimonio más exitoso. Pero recuerde: se necesitan dos para bailar tango. Compártalos con su pareja o cónyuge y utilícelos como una oportunidad para comenzar la conversación de su vida.