Está furioso de nuevo. Ponerse en tu cara, hacer acusaciones salvajes, atacar, criticar y culpar a todos menos a él mismo.
Cada vez que lo pierde, y sucede mucho, se siente interminable. Como estar atrapado en un ciclo interminable de ser el saco de boxeo de otra persona. Es agotador, molesto, exasperante y no sabes cuánto puedes tomar o qué hacer, solo quieres que se detenga.
Si esto describe una experiencia que sigues teniendo, hay una estrategia efectiva que puedes aplicar para protegerte y obtener el control.
Hay cinco pasos simples a seguir:
- Cuida de ti mismo primero
- Decide el resultado que quieres
- toma perspectiva
- Validar
- Disminuir la velocidad = dominio
1. Primero cuídate a ti mismo.
El paso más importante es cuidar primero de sus propios sentimientos y practicar la autocompasión. Tómate un tiempo para reflexionar sobre cómo te afectan estos estallidos de ira. ¿Estás perdiendo el sueño, sintiéndote tenso, ansioso y perdiendo el apetito o la alegría de vivir por esto? Si es así, es importante que estos arrebatos se detengan lo antes posible. Cómo se detiene depende de la respuesta a estas preguntas:
¿Cuánto me gusta/amo a esta persona? Si esta persona es un amigo cercano, pareja o familiar, entonces tienes una gran inversión emocional en la relación, lo que hace que sea importante abordar el problema de frente.
¿Qué tan importante es la relación? Incluso si no te gusta o no amas a la persona, la relación puede seguir siendo importante, por ejemplo, si estás tratando con una persona clave en el trabajo.
¿Qué pasa si no te gusta y la relación no es importante? Entonces estás desperdiciando tu valioso tiempo y energía en esta relación. Esta persona no se ha ganado lo que le estás dando y es hora de controlar los daños.
2. Decida el resultado que desea.
Echa un vistazo a la imagen más grande. ¿Qué resultado quieres? Eso podría variar desde una relación más armoniosa con un ser querido hasta obtener un ascenso importante en el trabajo, en cuyo caso deberá enfrentar el problema directamente.
Alternativamente, es posible que no ganes nada al soportar esta situación, en cuyo caso puede ser más inteligente salir de la relación tan pronto como puedas. Eso puede requerir coraje, especialmente si está atrapado en una situación que tiene miedo de dejar, por ejemplo, un trabajo que ya no disfruta pero al que se aferra por razones financieras y para evitar conseguir un nuevo trabajo (el miedo a lo desconocido). Si esto parece insuperable, obtenga soporte profesional para ayudarlo a obtener lo que desea rápidamente.
3. Toma perspectiva.
Ahora es el momento de lidiar directamente con el ataque de ira. Lo primero que debe hacer es dar un paso atrás y tomar perspectiva. Debe crear un espacio entre usted y el atacante para que no pueda tomarlo como algo personal o reaccionar a la defensiva. Debes mantener la calma.
Primero, tome cierta distancia físicamente retrocediendo uno o dos pasos. Estornudar es una buena tapadera. Diga “disculpe”, cúbrase la cara con la mano y dé la vuelta, de modo que retroceder se perciba como un gesto cortés y considerado.
Luego, tome un poco de espacio internamente. Imagina retroceder en ti mismo, creando tanto espacio psicológico como puedas de esta persona. Me gusta imaginarme adentrándome en la base de mi columna vertebral y siendo metido en un espacio seguro y protector en el interior. Visualizarse en una “sala de pánico” interna con una campana de alarma y paredes de concreto reforzado también puede ayudar.
4. Validar.
Ahora estás en condiciones de disipar el ataque de ira. Valide los sentimientos de la persona, lo que la ralentizará y le quitará el calor a la ira. Esto requerirá que escuches y no digas absolutamente nada, excepto una declaración de validación, como: «Pareces realmente enojado por eso» o «Puedo escuchar lo enojado que estás por esta situación». Es posible que tengas que hacer esto varias veces antes de que finalmente se enfríe.
Cuando haya escuchado lo que tiene que decir, anímelo a considerar lo que necesita para resolver el problema. Pregunte: “¿Qué necesitas ahora?” Esto lo obligará a detenerse y pensar, lo cual es incompatible con la ira. Cualquiera que sea la respuesta, considérala cuidadosamente incluso si decides que no es factible hacer lo que él quiere. Manténgase educado, tranquilo y objetivo. Solo ser tomado en serio lo ayudará a calmarse. En este punto, si todavía se expresa algo de enojo, puede retirarse de la interacción diciendo “mira, necesito algo de tiempo para pensar en lo que dijiste. Déjame considerarlo cuidadosamente y te responderé esta tarde”.
5. Disminuir la velocidad = dominio.
La clave de este enfoque es ralentizar todo. Si puede controlar el ritmo de la interacción, habrá logrado el dominio. Lograr el dominio significa que estará bien equipado para lidiar con otros arrebatos de ira, en cualquier otro lugar y con cualquier otra persona en el futuro.
Recuerde, una persona enojada está fuera de control, lo que le brinda una gran oportunidad de tomar el control si interviene y reclama el poder. Difundir la ira no es una habilidad fácil de dominar y requiere práctica. Pero te felicitamos si has sido lo suficientemente valiente como para probar este enfoque y lo has logrado.