5 formas prácticas de fortalecer nuestro chakra del plexo solar. |

«El yo tiene poderes y posibilidades inconcebibles, pero necesita un mundo en el que esos poderes y posibilidades puedan volverse conscientes». ~Carl Gustav Jung

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Sanar nuestros chakras (las ruedas giratorias o vórtices de energía que existen dentro de nuestro cuerpo sutil) es muy parecido al viaje del héroe.

El viaje hacia la “individuación”, término descrito por el teórico psicoanalítico Carl Jung como la realización del yo a través de la transformación y la integración de nuestras partes inconscientes y conscientes.

La búsqueda para despertar, transformar y sanar nuestros chakras es la misma. Para nosotros, almas altamente sensibles y empáticas, ya sabemos que este impulso hacia la expansión es nuestro destino. Este impulso evolutivo es también lo que llamamos yoga.

Este sentimiento tan familiar de propósito, ambición y visión (de que nuestras vidas están destinadas al servicio y al impacto) es una expresión de nuestro tercer chakra, Manipura”, “la ciudad de las joyas”. Este chakra lleva el elemento fuego, tejas, que funciona para quemar, transformar y purificar la energía en forma de pensamiento, emoción y alimento. Su trono es el plexo solar, entre el esternón y el ombligo.

Manipura también se asocia con la percepción y la claridad, ya que la purificación por el fuego da una visión clara. Los arquetipos incluyen el Sol y el Guerrero, encarnaciones de la energía masculina, a diferencia de los chakras raíz y sacro, que están dominados por la energía femenina.

Además, el chakra del plexo solar refleja nuestros sentimientos de poder, fuerza y ​​vitalidad personales, y el estado de nuestro ego, o nuestra identidad personal y física. El primer paso hacia la individuación o, en un sentido más amplio, hacia la plenitud, según Jung, es tomar conciencia de nuestro yo sombra: nuestro alter ego. Una vez satisfechas nuestras necesidades básicas, podemos tender hacia el proceso de observación interior y conectarnos con las partes más profundas de nosotros mismos, las que están en la “sombra”, para sacarlas a la luz. Esta práctica nos prepara para alinearnos con nuestro propósito porque nuestra visión se vuelve clara.

Un fuerte chakra manipura:

Refleja una persona que se siente cómoda expresando quién es, qué representa y qué quiere lograr. Personas asertivas y autónomas, tienen una ferviente fuerza de voluntad y un sentido de propósito. La deidad gobernante aquí es agni, el dios védico del fuego; la palabra sánscrita también tiene una connotación de «fuego digestivo». Este chakra determina qué tan bien procesamos lo que entra en nuestra experiencia de vida: lo intangible (pensamientos, imágenes y emociones) y lo tangible (los alimentos que consumimos y qué tan bien se digieren y asimilan en nuestro cuerpo para nutrirse).

Dado que este chakra gobierna el área situada encima del ombligo, los órganos que gestiona incluyen el intestino grueso, el estómago, el páncreas y el hígado: todo el sistema digestivo. Las metáforas son importantes en la curación de los chakras; Este proceso de “eliminación” física también denota qué tan bien podemos “dejar ir” aquello que ya no sirve a nuestro propósito: viejos hábitos, relaciones y mentalidades, por ejemplo.

Las personas con un plexo solar fuerte son capaces de tomar decisiones tranquilas y controladas sin preocupaciones innecesarias y, por lo tanto, suelen ser grandes líderes. ¡Éstos son personas que toman acción y están seguras de sí mismas!

La energía guerrera se encuentra aquí, porque este es el dominio del planeta Marte, el comandante en jefe que gobierna junto al rey, que es el Sol. Una persona aquí está en una relación armoniosa con su autoridad interior y, por lo tanto, sus límites son fuertes.

Un chakra manipura débil:

Refleja una persona que expresa una falta generalizada de autoestima y sufre de una mala imagen de sí misma y de dudas sobre sí misma. Parece que no pueden hacer avanzar sus objetivos y su visión y es probable que tengan enfermedades relacionadas con el estómago, principalmente trastornos digestivos, que generalmente son provocados por el miedo y la ansiedad. Es probable que tenga un metabolismo lento. La falta de dirección y claridad en la vida diaria y en las metas es una señal segura de energía bloqueada o desequilibrada aquí.

Pranao energía vital, es baja, por lo que la persona se siente fatigada y puede sucumbir a sentimientos de pereza o exceso de indulgencia y, por tanto, la autodisciplina se vuelve demasiado difícil de ejercer o incluso puede resultar imposible.

A medida que la energía del guerrero se agota con un tercer chakra débil, somos incapaces de afirmarnos y expresarnos y, por lo tanto, podemos ser terribles a la hora de gestionar los límites, lo que invita a relaciones tóxicas. Podemos quedarnos atrapados en el “modo víctima”, sin saber cómo reclamar nuestro poder personal. Nos resulta difícil confrontar nuestra autoridad interior (el Sol) y asumir la responsabilidad propia, una tarea dolorosa para muchos, razón por la cual se retrasa.

Si el chakra está hiperactivo, entonces se manifiestan los aspectos negativos de Marte, como la ira, la agresión y la autodestrucción: los estados de conflicto son elevados. Nos volvemos demasiado egoicos e impulsivos en nuestra búsqueda de “ganar la guerra” o lograr el éxito.

Para poner fin a la ambivalencia con nuestro poder y alinearnos con nuestro tercer chakra, como aconsejaría Jung, debemos observar lo que se esconde en la sombra que bloquea nuestro camino.

¿Cuál es tu relación con tu autoridad interior?

La figura masculina dominante, o el padre, en la vida real podría proporcionar la pista. Este conocimiento debe integrarse y transformarse mediante la adopción de medidas diferentes. Este movimiento y cambio proporcionarán liberación.

Aquí hay cinco pasos prácticos para iniciar el fortalecimiento de tu tercer chakra:

1. Haga ejercicio con frecuencia.

Los arquetipos del Sol y del Guerrero están relacionados con lo fuertes y vitales que nos sentimos en nuestro cuerpo físico. El movimiento también es excelente para la eliminación de desechos físicos y el funcionamiento saludable de nuestro sistema digestivo. Por prejuicio de mis propias pasiones, voy a sugerir alguna forma de práctica de artes marciales. Qué idea tan perfecta para cultivar la fuerza y ​​una mentalidad de guerrero. Practicar posturas de guerrero de hatha yoga, que incluyen skandasana, la estocada lateral (que lleva el nombre del dios de la guerra) que te da tanto ejercicio como el guerrero I y II. Concéntrese en desarrollar la fuerza central a través de los saludos al sol. Saltar la cuerda también es excelente para el acondicionamiento general del cuerpo.

Programe sus próximas tres sesiones de entrenamiento, ya sea que las practique en casa o en una clase.

2. Sal de tu zona de confort.

Hablando de ir a una clase, asistir a un nuevo programa de ejercicios en grupo, ya sea yoga, artes marciales o danza, es una excelente manera de ampliar tus horizontes y cultivar el poder personal. Intente aprender una forma diferente de estas actividades si ya realiza una de ellas. Realiza la actividad que has estado postergando, como correr. Pero debes saber que esta acción de salir de tu zona de confort no tiene por qué ser un deporte.

Haz siempre lo que tienes miedo de hacer. Y como dijo Ralph Waldo Emerson: «Hazlo y tendrás el poder».

La espontaneidad genera confianza. Comience con pequeños pasos o dé un acto de fe. (¡Yo también funciono en extremos!)

3. Aproveche sus puntos fuertes y confíe en sus instintos.

La mejor manera de aumentar la estima y la confianza es centrarse en tus puntos fuertes. ¿En qué eres bueno? ¿Qué le gusta? ¡Haz más de eso y comparte tu alegría! Brilla como Surya, el Sol. Esta es una autoexpresión saludable.

Por el contrario, en el entrenamiento de Kung Fu, mi experiencia ha sido la de trabajar el doble de duro en mis debilidades. No juego al bien o al mal. La práctica es clave. Haz lo que te funcione. Sigue la guía del buen sentimiento en tu cuerpo. Tu cuerpo físico te habla. Empieza a tomar decisiones basadas en tu intuición e instintos. ¿Cuántas veces te has dicho a ti mismo: «¡Sabía que debería haber hecho eso!» ¿Cuántas veces has ignorado las sensaciones físicas que te decían si hacer determinada cosa iba a resultar bueno o malo para tu bienestar? Fortalece Manipura confiando en la sabiduría de tu cuerpo.

Practique actuar escuchando su instinto, su autoridad interior y desarrolle la confianza en uno mismo.

4. Medita sobre el plexo solar.

Comience conectándose con su respiración y centrando su atención en el lugar entre su corazón y su ombligo. El color de Manipura es amarillo; así que visualiza este tono inundando esta área. Imagina una flor amarilla emergiendo y abriendo sus pétalos. La luz se vuelve dorada. Siéntelo como una energía curativa. Otra opción es mirar la llama de una vela mientras meditas, concentrándote y contemplando el fuego, en términos yóguicos; esto es practicar Samyama. Profundiza tu sabiduría de tejas, el elemento fuego que forma parte de ti. (¡Como alternativa, practica usando mi mp3 de meditación guiada específicamente para este chakra!)

5. Ejercicio de escritura.

Tome su diario y responda estas preguntas para una mayor conciencia y claridad de propósito:

>> En una escala del 1 al 10 (siendo 1 el más bajo), ¿qué tan poderoso me siento en este momento?

>> ¿En qué área(s) de mi vida me falta poder personal? ¿En qué manera? (Piense en la salud, el hogar, la carrera y las relaciones).

>> ¿Dónde quiero estar dentro de tres a seis meses con respecto a esta (o estas) áreas de mi vida?

>> ¿Qué tres pasos de acción simples puedo comenzar a implementar y programar en las próximas tres semanas para hacer avanzar estos objetivos?

>>¿Cuál es mi visión general a largo plazo? (Ya sea dentro de cinco años o más). ¿Cuál es el propósito detrás de esta visión? ¿Qué es lo siguiente que puedo hacer para alinearme con esta visión y sentimiento de propósito?

En estos tiempos de incertidumbre, es posible que desees encontrar más claridad y alineación en tu vida diaria y en tu visión general. Únase a mi Chakra Challenge: un curso gratuito de meditación y diario de siete días.

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