2. Prescindir de cepillar tu pelo antes de ir a dormir
Una de las rutinas que tienes que seguir antes de irte a la cama es cepillar tu melena. Al igual que estás acostumbrado a lavarte los dientes antes de dormir, otro de tus rituales previos al sueño tiene que ser el de cepillar el pelo. De esta manera, además de «limpiar» el pelo –eliminarás impurezas y restos de producto–, lo dejarás más pulido, menos encrespado y con mucho más brillo. También, al estimular la circulación del cuero cabelludo, conseguirás una melena más fuerte. Eso sí, tampoco te cepilles en exceso, con desenredártelo será suficiente, porque si no terminarás dañando y rompiendo la fibra capilar.